¿Por qué los tapones de los refrescos ahora están unidos a las botellas?

Si has comprado algún refresco en estas últimas semanas posiblemente te hayas dado cuenta de un cambio considerable que se ha implantado en las botellas: tapones de rosca que no se pueden separar por completo del envase. Grandes marcas como Coca Cola o Fanta ya han empezado a sustituir sus clásicos tapones por los nuevos cierres adheridos.

Aunque ahora es más común verlos en los supermercados, Coca Cola lleva comercializando botellas con este sistema de cierre adherido desde finales de 2022, incluso por delante del sector. La primera prueba piloto con este tipo de tapones la llevó a cabo en 2021.

"Innovar en el diseño de packaging es clave para ayudar a nuestros clientes a alcanzar sus objetivos de sostenibilidad, con atractivas y funcionales soluciones que responden a las demandas de los mercados", ha expresado la multinacional a la que Coca Cola ha encargado esta transición, según ha recogido Grupo Index.

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El diseño, una respuesta de la industria para cumplir la directiva europea sobre plásticos de un solo uso, se irá viendo cada vez más en un número mayor de botellas de plástico con tapón. La medida entrará en vigor en 2024 aunque fue adoptada en 2019.

Muchos usuarios de las primeras marcas que ya están implantando los cambios han expresado su disgusto porque no ven cómo el nuevo sistema. La polémica se ha extendido por las redes sociales desde que llegaron a los puntos de venta las primeras botellas con cierre adherido.

Sin embargo, pese a la falta de popularidad entre los consumidores, se trata de una medida que pretende contribuir a la lucha constante que hay contra los plásticos de un solo uso. Desde el 3 de julio de 2024, solo podrán circular en el mercado aquellos plásticos de un solo uso que tengan sus tapones unidos al recipiente, y así reducir el impacto medioambiental de este tipo de residuos.