Los trucos de ahorro de las abuelas y madres que siguen siendo eficaces hoy

Ahorro dinero
  • Las abuelas y madres tienen trucos para ahorrar que funcionaban y funcionan ahora, tanto o más que las aplicaciones modernas. 
  • Son métodos basados en el dinero en efectivo, gastar solo lo necesario, ceñirse al presupuesto, aprovechar lo que se tiene e incluso lo que se rompe o deteriora. 

No haces más que buscar formas y trucos de ahorro, o lees y escuchas mil consejos infalibles para gastar menos y poder guardar dinero, en medio de una época de inflación e incertidumbre. Pero igual basta con seguir las pautas de nuestras abuelas y madres, que ello sí, o al menos tanto como nosotros, han tenido que exprimir su bolsillo y hacer malabares para llegar a fin de mes. Igual de válidos eran antes que ahora. 

Gestionar las finanzas personales no siempre es tarea sencilla, pero la última tendencia de TikTok, conocida como Cash Stuffing, ha llamado la atención de miles de personas por su enfoque nostálgico y efectivo. Este método, que recuerda las prácticas financieras de antaño, se ha vuelto popular por su simplicidad y eficacia en el manejo del dinero, alejado de aplicaciones y demás métodos modernos.

¿En qué Consiste el Cash Stuffing?

La premisa es simple pero efectiva: dejar de lado los pagos con tarjeta y móviles para adoptar el uso exclusivo de efectivo. Aunque pueda parecer un retroceso en la era digital, donde las tarjetas y pagos móviles han ganado terreno, el Cash Stuffing propone una vuelta a lo físico: el uso de sobres para planificar y controlar los gastos. 

Lógicamente, si se hace realidad el plan de muchos países, incluidos los que forman parte de la Unión Europa, las CBDC podría hacer desaparecer al dinero en efectivo, al menos parcialmente en una primera instancia. 

El proceso a seguir

Primero calcula la cantidad necesaria para cada categoría de gasto, como transporte, entretenimiento, citas, regalos y restaurantes, etiqueta sobres con cada categoría y distribuye el dinero asignado a cada categoría en los sobres correspondientes al recibir el salario. Las categorías más comunes son: 

  • Hogar: aparte de los fijos, como alquiler o hipoteca, seguro, etc., los suministros, Internet...
  • Transporte: cubre gastos de gasolina, aparcamiento, billetes de autobús y costes de taller.
  • Alimentación: incluye productos de supermercados, almacenes, mercados y tiendas locales, abarcando alimentos, artículos de limpieza y menaje del hogar.
  • Entretenimiento: engloba placeres de la vida, como ir al cine, al teatro o disfrutar de copas.

A continuación, gestiona los gastos tomando el dinero necesario de los sobres correspondientes durante las compras. Realiza un seguimiento de los gastos para tener un control efectivo.

Proceso de adaptación para los más digitales

Para aquellos habituados a la vida digital, el Cash Stuffing ofrece una adaptación, sobre todo si, como es cada vez más frecuente, ya apenas usas efectivo y pagas todo no ya con tu tarjeta, sino con la aplicación de tu smartphone. 

Si necesitas un paso intermedio, en lugar de colocar dinero físico en los sobres, puedes anotar la cantidad presupuestada en el exterior del sobre y no gastar más de lo anotado. Esto permite mantener el control financiero incluso para aquellos que prefieren pagos en línea.

El Cash Stuffing no solo rescata prácticas financieras tradicionales, sino que también proporciona un método tangible y visual para gestionar el dinero, con lo que logras una mayor conciencia de lo que tienes y gastas, tocándolo físicamente, viéndolo, como antaño, cuando nuestras abuelas y madres sacaban todo o parte de la nómina, la llevaban a casa y distribuían el gasto para el mes y si quedaba algo, ahorrarlo. 

Lo más tradicional: la hucha

La hucha es un símbolo clásico de ahorro que ha resistido la prueba del tiempo. Desde la infancia, muchos de nosotros hemos tenido una hucha para guardar nuestras pequeñas fortunas y aún hoy, con tanta tecnología de por medio. Este método físico impulsa al ahorrador a depositar dinero en un recipiente de difícil acceso, creando una barrera efectiva contra gastos innecesarios. Por qué no seguir sacándole partido

Establece metas específicas y sistematizar los depósitos, como guardar todos los billetes de cierto valor, e implementa el método de "multa", o comprometerse a ingresar en la hucha la misma cantidad gastada en ciertas actividades.

Fuera apps y vuelta al cuaderno de cuentas

Te vale un simple bloc de notas, ni siquiera una agenda de gastos o esos famosos cuadernos Kakebo, el método japonés de ahorro, tan en boga en librerías, pero que te valen lo que un libro. Elijas lo que elijas, la idea de llevar un registro manual de gastos puede sonar anacrónica en la era digital, pero la efectividad de esta práctica es innegable. Mantener un cuaderno de gastos diarios te permite tener una visión clara de hacia dónde se dirige el dinero y cuánto se está ahorrando.

Para una mayor eficacia, registra diariamente todos los gastos y actualizar el saldo disponible, además de modernizar el método utilizando hojas de cálculo para un seguimiento más eficiente y análisis detallado.

Método "falta de acceso"

Otro método tan usado por abuelas y madres se basa en la premisa de mantener el dinero destinado al ahorro lejos del alcance fácil. La idea es crear una conciencia clara del presupuesto mensual y evitar tocar los fondos asignados al ahorro bajo cualquier circunstancia. Para ello desarrolla disciplina y fuerza de voluntad para vivir dentro de un presupuesto más ajustado y establece claramente los fondos destinados al ahorro y evitar su uso en gastos cotidianos.

Estos métodos tradicionales ofrecen además flexibilidad para adaptarse a las necesidades individuales. Puedes adoptarlos en su totalidad o combinarlo según tus preferencias personales. Lo importante es mejorar tu capacidad de ahorro y gestionar tus finanzas de manera más efectiva, incluso en tiempos como ahora de inflación.

Otros trucos de ahorro tan de abuelas y madres

Nuestras abuelas y madres sabían y saben ahorrar dinero no gastando, pero también aprovechando lo que se tiene o sacándole todo el partido posible. No solo se comía siempre en casa, con recetas caseras y productos de temporada y del mercado, más baratos, sino que no se desperdiciaba nada, aprovechando sobras para unas croquetas, un cocido, un potaje... 

Pero no solo la comida. Incluso mucha ropa se hacía también en casa o bien algún familiar que se dedicaba a la confección o a coser. La ropa y calzado comprados en tiendas, siempre era de calidad. Mejor que salga más caro, pero que duraba años, que no como ahora que se tiende a comprar ropa low cost,  aunque dura unos meses o algún año como mucho, con lo que al final el gasto en ropa es mayor. 

En cuanto a la compra en el mercado comentado, seguro que recuerdas cuando ibas con tu madre, que se ceñía siempre a lo anotado en una libreta o papel. Tantos productos y la cantidad que se necesitaba para la semana o el mes, calculando que lo perecedero no sobrara y hubiera que tirarlo. Ingeniería de ahorro de verdad. 

Si se aprovechaba todo en la alimentación, lo mismo ocurría con cualquier utensilio de la casa. Ahora enseguida, sin estar estropeado, simplemente por renovar, se compra otro nuevo y se tira lo anterior, muchas veces en perfecto estado. Antes no solo se mantenía algo en uso mientras no se estropeara o rompiera, sino que incluso así, se buscaba la forma de repararlo. La caja de herramientas era imprescindible en cualquier casa, al igual que el costurero para remendar algo, poner botones o acortar bajos. Y si no se podía, se reutilizaba para otro uso, como un jarrón roto como tiesto, o una manta ya roída y gastada para que la disfrute el perro.  

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