3 razones para no "comprar ahora y pagar después", según una asesora financiera

Los planes "compra ahora, paga después" —préstamos a plazos que te permiten distribuir los pagos a lo largo del tiempo— no son exactamente nuevos, pero han experimentado un explosivo auge en los últimos años.

Según la Oficina de Protección Financiera del Consumidor de Estados Unidos, los préstamos de este tipo totalizaron 24.400 millones de dólares —22.500 millones de euros— en 2021, lo que supone un aumento del 1.000% desde 2019, donde los préstamos BNPL —Buy Now, Pay Later— representaron 2.000 millones de dólares —1.850 millones de euros—.

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Una de las razones de este crecimiento es la facilidad de acceso; probablemente hayas visto la opción de financiar compras en numerosos comercios electrónicos, e incluso PayPal brinda esta posibilidad. Además, la modalidad permite al consumidor fraccionar los pagos en varias semanas sin comisiones ni intereses, siempre que no se salte ningún pago.

Pero Chloe Moore, planificadora financiera certificada con sede en Atlanta (Georgia), afirma que comprar ahora y pagar después sigue siendo una deuda y que la mayoría de la gente debería evitarla.

A continuación podrás consultar sus tres razones por las que desaconseja a sus clientes la compra inmediata y el pago aplazado:

1. La deuda puede aparecer de forma sigilosa

"Debido a lo fácil que es utilizar estos planes de pago a plazos —se trata de un tirón de crédito suave y no es necesario tener un alto puntaje crediticio—, la gente no ve estos planes de la misma manera que la factura de su tarjeta de crédito o un préstamo personal de un banco", dice Moore. "Y por eso, no son conscientes del impacto financiero tan real que pueden tener".

Como comprar ahora, pagar después es tan fácil de usar, algunos consumidores tienen varios planes de pago a plazos que van abonando cada mes. Pero con demasiada frecuencia los consumidores acaban sufriendo tensiones financieras por hacer malabarismos con estos pagos junto con sus otros gastos.

"Puede que una persona solamente tenga en cuenta un pago, pero si tiene varios de estos y añade sus gastos habituales, en realidad está desembolsando más dinero y eso puede pasarle factura", según Moore.

2. Puede que subestimes tus gastos

"Les digo esto a mis clientes, ya sea que estén comprando una casa, un coche o cualquier otra cosa: solo porque lo dividas en pagos no significa que puedas pagarlo", señala Moore a Business Insider. "500 dólares siguen siendo 500 dólares y si no puedes permitirte añadir una compra de 500 dólares a tu presupuesto, seguirá siendo problemático tanto si lo pagas a plazos como si no".

Si tienes varias cuotas que estás pagando con un plan de compra ahora y paga después, puedes estar eliminando cualquier respiro en tu presupuesto. Aunque pueda parecer que puedes permitirte abonar un pago mensual más pequeño, todavía estás poniendo tus finanzas en peligro, porque ese dinero podría tener un mejor fin, como pagar deudas o construir tu fondo de emergencia.

3. Compras cosas que no necesitas o que no puedes permitirte

De niña, a menudo oía a mi padre decir: "Si no puedo pagar en efectivo, no puedo permitírmelo". Eso fue hace mucho tiempo, y hoy en día algunos artículos grandes como una casa o un coche pueden necesitar financiación, pero deberías pensártelo bien antes de lanzarte a planes de compra ahora, paga después para compras más pequeñas.

"Si te encuentra en un plan de pago a plazos para el maquillaje de Sephora o para llenar la cesta de la compra de comestibles, esto es una red flag", puntualiza esta asesora financiera, subrayando que sería el momento de echar un vistazo a sus gastos y ver dónde va tu dinero.

"A menudo el compra ahora, paga más tarde lleva a la gente a comprar cosas que no pueden permitirse o que no necesitan". Considera la posibilidad de utilizar una aplicación de presupuesto para ayudarte a encarrilar tus gastos de nuevo.