Salva del despido a un compañero que acusaban de jugar en horario laboral: “Su tarjeta gráfica no podía mover el juego”

Un hombre jugando a videojuegos
  • Un hombre acusado de jugar a videojuegos en su jornada laboral se libra de ser despedido porque un compañero demostró que la gráfica del PC "no era capaz de mover el juego". 
  • Lo que parece que realmente estaba haciendo era mirar un análisis del título en cuestión.

El mundo del videojuego cada vez capta más adeptos y más viendo todos los lanzamientos que se esperan para este año, por lo que es completamente normal que de vez en cuando te eches una partida a algo concreto, incluso en medio de tu jornada laboral o eso es lo que habían pensado los denunciantes de este curioso acto.

Un hombre fue acusado de jugar a videojuegos en medio de su jornada laboral y se libró del despido simplemente porque un compañero dejó bien claro que la tarjeta gráfica del PC "no era capaz de mover el juego" que se veía en el ordenador. 

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Así lo cuenta Erik Strobl en su cuenta de Twitter, un usuario experto en tarjetas gráficas y videojuegos de todo tipo.

Aquí el tuit en cuestión:

"Un trabajador fue acusado de jugar a videojuegos en el ordenador de su trabajo y logré absolverlo, demostrando de manera concluyente que la tarjeta gráfica no podía manejar el título que el supervisor había visto", escribe Strobl. 

Entonces, ¿Qué vio exactamente el supervisor en la pantalla del empleado para pensar que estaba jugando a videojuegos en su horario laboral? La respuesta es más simple de lo que parece: un análisis de un videojuego en alguna plataforma de vídeo

"El trabajador estaba mirando una crítica de un videojuego en su descanso (lo cual está bien), pero fue acusado de instalar software de terceros en un PC del gobierno (lo cual no hizo)", continúa Strobl en el hilo. 

Lo que no se sabe es el título en cuestión, pero lo lógico es pensar que era un juego bastante exigente, lo más probable un triple A, que consume muchos recursos del ordenador. 

Una historia sin duda curiosa con final feliz en donde el trabajador seguramente no pueda estar más agradecido de que los ordenadores de su empresa no tengan una gráfica potente, pero sobre todo por el conocimiento de Erik sobre videojuegos.

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