El aerogenerador gigante y el invisible para revolucionar la energía eólica

Las energías renovables continúan su camino hacia el aumento, lento pero seguro, de cuota dentro de mix energético y la eólica es una de las protagonistas. 

Lo es aún más en los últimos días por dos proyectos innovadores que llevarán a este tipo de generación de energía basada en el viento, a otro nivel: un aerogenerador gigante y mucho más eficiente y otro casi invisible que nada tiene que ver con esas torres con palas que forman parte de muchos paisajes. 

Así funciona la energía eólica

¿Alguna vez te has preguntado cómo esos enormes aerogeneradores en los campos o mar adentro producen energía? La energía eólica es producida por aerogeneradores que transforman la fuerza del viento en electricidad. Estos gigantes del viento, con palas de más de 100 metros de longitud, pueden generar energía suficiente para abastecer a miles de hogares. 

Es una fuente de energía limpia y sostenible, que reduce nuestra dependencia de combustibles fósiles y ayuda a combatir el cambio climático. Sin embargo, como la solar, tienen un problema: su dependencia que haya o no viento, con lo que no es una energía continua, aunque sí inagotable. Por eso se están buscando nuevas fórmulas para hacerlos más eficientes, ya sea en su diseño, ubicación o ambos. Hay dos proyectos fascinantes y espectaculares para lograrlo. 

Avances recientes en aerogeneradores

Recientemente, China Three Gorges, una incipiente empresa eléctrica, anunció la creación de aerogeneradores marinos de 13 y 16 megavatios de potencia, capaces de establecer nuevos récords en generación eléctrica. Estas turbinas, de más de 125 metros de altura (unos 50 pisos de un edificio), representan un avance significativo en la tecnología eólica. Su área de giro cubriría nada menos que 55.000 metros cúbicos. 

China contamina mucho, pero también, sea por su bien y/o el negocio exportador e inversor que supone, es el país del mundo donde más dinero está poniendo en las energías renovables, consciente también de sus limitaciones, sobre todo en combustibles fósiles.

Otro ejemplo de la evolución de la energía eólica es Siemens Gamesa, una empresa que ha enfrentado desafíos en el desarrollo de aerogeneradores y que resaltan la complejidad y la importancia de la innovación continua en el sector. Es una fuente de energía limpia y donde un solo generador puede dar electricidad a una población de 30.000 habitantes, pero que se queda muy corta con ciudades grandes, teniendo en cuenta que se van agotando los lugares donde colocar más, por no hablar del impacto visual y medioambiental, como señalan muchas asociaciones ecologistas respecto a las aves. 

Más allá de los molinos convencionales

El futuro de la energía eólica no solo se centra en los aerogeneradores tradicionales. Existen innovaciones como molinos sin aspas y sistemas que combinan la generación de energía con el almacenamiento. 

Estas nuevas tecnologías podrían transformar la forma en que capturamos y utilizamos la energía del viento, aparte del problema de su almacenamiento para no perder parte delo generado, otro de los problemas de la energía solar y eólica. 

El futuro de los aerogeneradores

A medida que los mejores sitios para instalar turbinas se agotan, la industria busca soluciones. Una posibilidad es reemplazar las turbinas antiguas con modelos más modernos y eficientes. Además, el enfoque se está desplazando hacia la generación de energía marina, donde hay menos restricciones visuales y más espacio disponible.

La integración de la energía eólica en la red eléctrica presenta desafíos. La variabilidad del viento significa que la generación de energía no siempre coincide con la demanda. Esto hace que sea esencial desarrollar redes eléctricas inteligentes y sistemas de almacenamiento eficaces. Es el principal problema de estas energías. 

El aerogenerador invisible sin palas que fascina a Bill Gates

No en vano ha recibido financiación del fondo de inversión que preside Bill Gates, el creador de Microsoft y que siempre está a la búsqueda de proyectos innovadores. La empresa se llama AirLoom y puede revolucionar el futuro de las energías renovables en general y de la eólica en particular. Y eso que, si ves el prototipo, te puede parecer una broma o algo más bien cutre: unos palos creando un circuito en forma de círculo extendido con unas palas pequeñas colocadas arriba. 

Muy estético no es, pero parece mucho más eficaz, por su sencillez, que un aerogenerador al uso, con menor instalación, casi a ras de tierra, más económico y que das más energía. Además, será más feo que un molino, pero no supone un impacto visual tan grande, aunque sí ocupa más espacio. 

Cómo funciona un aerogenerador sin palas

Como ves en la imagen, en lugar de grandes aspas, son pequeñas palas colocadas sobre un soporte y en perpendicular al viento. A más aspas, mayor acopio de energía. Puedes dimensionar al gusto el tamaño del óvalo, del número de palas, según necesidades y espacio disponible.

Al ser de baja altura, además, puedes acercarlos a cualquier zona con tendido eléctrico o construcciones, incluso colocarlos en tierra cultivable. Todo ello, con una décima parte de inversión de los materiales de lo que suponen los molinos convencionales y un tercio del coste de construcción. 

Como ves, la industria está explorando diseños innovadores para aerogeneradores, incluyendo turbinas de eje vertical y modelos que funcionan tanto con viento como con agua. Estos diseños ofrecen posibilidades para una generación de energía más eficiente y menos invasiva visualmente, pero también cara, porque para construir un molino como los actuales se usan nada menos que 50 camiones de cemento, solo para los cimientos. 

La energía eólica está en una etapa de madurez, enfrentando desafíos y aprovechando oportunidades de innovación. A medida que buscamos fuentes de energía más limpias y sostenibles, la energía eólica se posiciona como una solución clave para un futuro energético más verde, pero caminando hacia unos modelos que poco tienen que ver con los actuales, que aunarán probablemente prototipos con el de AirLoom, con la mayor apuesta por colocarlos en el mar.