Me gasté más de 1.100 dólares en Giraffe Manor, donde los animales se acercan a tu ventana y las reservas se hacen con años de antelación

Me gusta viajar para celebrar mis cumpleaños.

En el pasado, visité el Partenón de Atenas y asistí a un baile tradicional en Bali. Este año, me he superado con una noche en Giraffe Manor, en Nairobi (Kenia).

La habitación costaba 2.336 dólares (2.170 euros) para dos personas, y creo que mereció la pena.

Solo hay seis habitaciones en Giraffe Manor.

Giraffe Manor solo tiene seis habitaciones, y la propiedad original se construyó en 1932.

Cada habitación lleva el nombre de una persona, de una jirafa o de ambas.

Los precios varían y solo están disponibles en ofertas individualizadas.

No hay precios en la web, y hay que enviar un correo electrónico para obtener un presupuesto. Los precios varían en función de la habitación, el número de ocupantes, la temporada y otros factores.

Me ofrecieron 1.168 dólares (1.085 euros) por persona y noche por la habitación Betty para un jueves de enero.

Acabé yendo sola y avisé al personal de este cambio con varios meses de antelación. Me dieron un crédito de 500 dólares (464 euros) para utilizar en la propiedad como cortesía.

Las habitaciones se agotan con meses, si no años, de antelación.

Yo reservé mi estancia de una noche para enero de 2024 en agosto de 2022.

Esperé casi dos años para mi reserva, pero las personas que quieran visitar el lugar también pueden enviar un correo electrónico solicitando que se les incluya en la lista de espera en caso de que alguien no pague su tarifa a tiempo o se produzca una cancelación.

Reservé mi habitación con un depósito.

Para reservar la habitación, pagué un depósito del 30%, reembolsable hasta 120 días antes de la visita, menos el 5% del valor de la reserva y los gastos adicionales.

Las comidas y bebidas están incluidas en el precio de la estancia.

Aunque el precio pueda parecer elevado, la estancia en Giraffe Manor incluye todas las comidas y bebidas, incluidas las alcohólicas (salvo algunos licores selectos).

Esto incluye un almuerzo de tres platos a la llegada, la hora del té con aperitivos y bollería, una cena de tres platos y un menú de desayuno a la carta servido con fruta variada y productos horneados para cada noche de estancia.

También se incluye el transporte de ida y vuelta a la mansión, wifi, servicio de tintorería y otras ventajas.

El hotel es también un centro de cría y conservación.

Giraffe Manor no es solo un hotel: el espacio es también un centro que trabaja para repoblar las jirafas de Rothschild, en peligro de extinción.

En coordinación con el Giraffe Centre, Giraffe Manor educa al público sobre las jirafas, vela por la salud y la seguridad de las que viven en la propiedad y ayuda a que nazcan y se liberen en su hábitat natural.

En el momento de mi visita, las tres hembras adultas estaban embarazadas.

Hay varias oportunidades de interactuar con las jirafas.

Los visitantes alimentan primero a las jirafas durante la hora del té, a las cinco de la tarde de cada día. A esa hora, el Centro de Jirafas cierra para que las jirafas acudan a nuestra mansión a comer más.

Las jirafas se retiran por la noche antes de volver por la mañana, a veces tan temprano como a las cinco de la mañana. Los huéspedes pueden despertarse para dar de comer a las jirafas desde sus balcones o las ventanas de sus habitaciones.

Las jirafas también interactúan con los huéspedes durante el desayuno a través de las ventanas del comedor.

Un mayordomo privado también hizo fotos y se aseguró de que aprovechara al máximo mi estancia.

Cuando llegué a The Manor, me asignaron un mayordomo privado que me tomó nota a la hora de comer, me ayudó a hacer las reservas que quise y me acompañó en las comidas.

El mío me dio consejos de experto sobre cómo interactuar con las jirafas y tomó fotos y vídeos fenomenales. Me alegró que, aun viajando sola, pudiera hacer fotos.

La mansión tenía muchos detalles especiales que la hacían sentir íntima y acogedora.

Me encantaron los detalles especiales y bonitos de la mansión: mi habitación tenía una chimenea y una bañera de estilo art-decó.

Todos los días me daban agua filtrada para beber y lavarme los dientes. Incluso recibí bombones especiales y una tarta con motivos de jirafas por mi cumpleaños.

La propiedad también cuenta con servicios especiales, como un bar de ginebra, un invernadero privado donde se pueden reservar cenas a la luz de las velas y una hoguera exterior forjada a medida para parecerse a la mansión.

Durante mi estancia aprendí mucho sobre las jirafas.

Durante el servicio de cobertura nocturno, recibí una tarjeta con un dato sobre la jirafa en mi cama.

La tarjeta me decía que las jirafas son los mamíferos que menos duermen, y que los adultos duermen una media de media hora al día en segmentos de cinco minutos.

Era imposible irse sin un recuerdo de la jirafa.

La mansión tenía muchos artículos con temática de jirafas por todo el hotel y a la venta, desde puertas hasta percheros.

Era difícil no sentirme inspirada para decorar mi propia casa con ellos. Utilicé parte de mi crédito para comprar una jarra de jirafa plateada, servilleteros de jirafa y una jirafa de abalorios decorativa. No me arrepiento.

En mi opinión, una noche es suficiente para hacerlo todo.

El check-in es a mediodía y el check-out a las diez de la mañana. Entre medias hay comida, merienda, cena y desayuno.

Me pareció que una noche era suficiente para ver y hacer todo en el lugar, aunque no dormí mucho de la emoción.

La estancia merece la pena por las jirafas.

La propiedad es preciosa y tiene personalidad. Me gustó ver fotos y noticias enmarcadas en la pared que contaban la historia de la mansión.

Sin embargo, lo mejor del viaje fue interactuar tan de cerca con las jirafas. Fue absolutamente mágico dar de comer a las jirafas desde mi balcón por la mañana o acariciarlas después de comer.

Parecía un cuento de hadas de la vida real y fue el lugar perfecto para celebrar mi 36 cumpleaños.