Esta ballena de hace 39 millones de años es "un aspirante al título de animal más pesado" de la historia: podría pesar casi como un Boeing 747

Jenny McGrath
| Traducido por: 
Al faltarle el cráneo y las extremidades, gran parte del Perucetus colossus sigue siendo un misterio.
Al faltarle el cráneo y las extremidades, gran parte del Perucetus colossus sigue siendo un misterio.

Alberto Gennari

  • Han descubierto una nueva especie de ballena antigua, Perucetus colossus: un gigante del océano que habitaba hace millones de años.
  • Es posible que pesara el doble que una ballena azul, debido a la densidad de sus huesos: hasta 340 toneladas.
  • La hipótesis de los investigadores es que era un nadador lento que vivía en aguas costeras.

Hace unos 39 millones de años, un gigante de movimientos lentos se deslizaba por aguas costeras poco profundas, posiblemente alimentándose de moluscos y crustáceos.

En 2010, el paleontólogo Mario Urbina encontró restos fósiles de este antiguo animal, una nueva especie de ballena basilosaúrida llamada Perucetus colossus.

Los restos eran inusuales, huesos gigantescos en la cuenca de Pisco, en el suroeste de Perú. El esqueleto parcial incluía 13 vértebras, cuatro costillas y un hueso de la cadera.

Tras excavar los huesos, medirlos y compararlos con los de otras especies, los investigadores han calculado que el antiguo animal podría haber pesado hasta 340 toneladas. Casi tanto como un Boeing 747 o el doble que una ballena azul, que suele pesar entre 72 y 180 toneladas.

Su enorme peso se debe probablemente al grosor poco común de sus huesos. Los investigadores describen sus hallazgos en un nuevo artículo de la revista Nature.

El descubrimiento es importante porque demuestra que algunas ballenas primitivas evolucionaron hasta convertirse en gigantescas, millones de años antes y de forma muy distinta a los behemoths modernos. A modo de comparación, las ballenas barbadas, como la ballena azul, empezaron a adquirir proporciones gigantescas hace unos 5 millones de años, aproximadamente 34 millones de años después de P. colossus.

"Este basilosaurio gigante vivió mucho antes de la aparición de las ballenas barbadas gigantes y, si nuestra hipótesis ecológica es correcta, en un entorno completamente distinto", declara a Business Insider por correo electrónico Olivier Lambert, uno de los autores del trabajo.

Cómo pesar un esqueleto enorme

Una sola vértebra de Perucetus colossus pesa hasta unos 90 kg.
Una sola vértebra de Perucetus colossus pesa hasta unos 90 kg.

Giovanni Bianucci

Para averiguar cuánto pudo pesar P. colossus, los investigadores han escaneado la superficie de los huesos y examinado su estructura interior.

Sin embargo, al tratarse solo de un esqueleto parcial, han tenido que hacer varias estimaciones, como basarse en las proporciones de un pariente cercano, el Cynthiacetus peruvianus, para determinar el tamaño total.

También han utilizado la relación masa-cuerpo de manatíes, zifios y cetáceos para estimar la cantidad de grasa y tejido blando que habría tenido el antiguo animal para calcular su peso en vida.

 

Los valores resultantes sitúan las toneladas finales entre 85 y 340. Incluso en el extremo inferior, P. colossus estaría a la altura de algunas ballenas azules. Y en el extremo superior, destroza los registros de lo grande que creíamos que era el animal más grande de la Tierra. Sin embargo, los científicos tendrán que encontrar un esqueleto más completo antes de destronar a la ballena azul.

[Aun así, los autores ya sugieren en el estudio el nivel histórico de su tamaño y peso: "Muestra, hasta donde sabemos, el mayor grado de aumento de masa ósea conocido hasta la fecha. (...) La masa esquelética estimada de P. colossus supera la de cualquier mamífero o vertebrado acuático conocido. (...) Resulta ser un aspirante al título de animal más pesado registrado". Medios como El País lo describen como "el animal más pesado del planeta".]

Faltan otras características clave, como el cráneo y los dientes de P. colossus, por lo que los investigadores no pueden decir mucho sobre lo que comía. Pero, debido a su tamaño, probablemente no podía cazar presas rápidas.

Además, los investigadores creen que el cuerpo de la ballena fue arrastrado hasta su lugar de descanso final y puede que no viviera en el entorno donde quedó fosilizado. Esto significa que los demás fósiles hallados en la zona podrían no ofrecer pistas sobre cómo vivió P. colossus.

P. colossus tenía huesos grandes y probablemente extremidades diminutas

Los cetáceos son la familia de mamíferos acuáticos que incluye ballenas, delfines y marsopas. Hace unos 50 millones de años, sus antepasados se separaron de los ungulados terrestres, o mamíferos con pezuñas, y volvieron al agua.

La transición requirió adaptaciones. Cuando algunas especies se aclimataron al medio marino, desarrollaron huesos más densos y menos esponjosos que los de sus congéneres modernos. Cuando llegó el P. colossus, unos 11 millones de años después, ya era totalmente acuático. 

Con una longitud estimada de 65 pies (unos 19,8 metros), este P. colossus no es tan largo como algunos esqueletos de ballena azul, como el espécimen de 72 pies (21,9 m) del Museo de Historia Natural de Santa Bárbara (California, EEUU). Son los propios huesos del coloso los que añaden el supuesto tonelaje extra. 

El esqueleto de P. colossus muestra indicios de paquioesclerosis, una enfermedad en la que los huesos se engrosan con capas adicionales y se vuelven más densos con cavidades internas reducidas, lo que ayuda a regular la flotabilidad

"Además de ser muy grandes, estas vértebras son extremadamente gruesas, más que en cualquier otro mamífero marino, y están formadas por huesos muy compactos, lo que contribuye aún más al peso sorprendentemente elevado del esqueleto", explica Lambert. Cada vértebra pesa más de 220 libras (90,8 kg).

Un modelo en 3D muestra el aspecto que tendría un esqueleto completo de Perucetus colossus, sobre un esqueleto de ballena azul y otro más pequeño de Cynthiacetus peruvianus.
Un modelo en 3D muestra el aspecto que tendría un esqueleto completo de Perucetus colossus, sobre un esqueleto de ballena azul y otro más pequeño de Cynthiacetus peruvianus.

Florent Goussard; Imaging and Analysis Centre at the Natural History Museum London; Trustees of the Natural History Museum; Marco Merella

Su enorme peso habría dificultado su desplazamiento por tierra. Los investigadores proponen que el animal era totalmente acuático y vivía en aguas poco profundas. Al igual que algunos manatíes, el P. colossus nadaba ondulando el cuerpo. También podría haber utilizado las extremidades anteriores y la aleta caudal para impulsarse por el fondo marino, como hacen las vacas marinas. 

A lo largo de millones de años, los cetáceos han perdido por completo sus extremidades traseras y las delanteras se han convertido en aletas. No se han encontrado extremidades cerca del esqueleto de P. colossus, pero las pruebas fosilizadas sugieren que probablemente tenía patas delanteras y traseras.

El hueso innominado o de la cadera muestra evidencias de dónde estaba unido un fémur. "Podemos decir que aún existía una pequeña extremidad trasera, como en otros basilosaúridos como Basilosaurus y Cynthiacetus", apunta Lambert.

Los investigadores se han basado en estas otras especies para reconstruir las extremidades. La posibilidad de que este behemoth se desplazara por el fondo del mar, comiendo moluscos, es una hipótesis hasta que se encuentren más especímenes.

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