El cerebro humano percibe las imágenes con 15 segundos de retraso, de lo contrario "sentiríamos que alucinamos todo el tiempo"

Imagen de Big Bang Theory
Imagen de Big Bang Theory

Al igual que tu feed de Instagram, tu cerebro no para de  cargar nuevos estímulos visuales. Pero en lugar de mandarte a la última novedad, lo que ves es una imagen del pasado más reciente. Esto te  permite tener una percepción bastante estable a lo largo de tiempo, a pesar de moverte en un mundo visualmente en constante cambio.

Así lo han evidenciado investigadores de la Universidad de California en Berkeley (EEUU) tras descubrir que en lugar de intentar actualizarse en tiempo real, la mente humana percibe las imágenes que ve con 15 segundos de retraso.

Los hallazgos publicados recientemente en la revista ScienceAdvances se suman así a un creciente cuerpo de investigación tras el mecanismo conocido como "campo de continuidad", —una función de percepción en la que el cerebro de una persona fusiona lo que ve de manera constante para dar una sensación de estabilidad visual—.

"Si nuestros cerebros estuvieran siempre actualizándose en tiempo real, el mundo sería un lugar agitado con constantes fluctuaciones de sombras, luz y movimiento, y sentiríamos que alucinamos todo el tiempo", asegura en nota de prensa uno de los autores principales del estudio, David Whitney, profesor de psicología, neurociencia y ciencias de la visión de UC Berkeley.

A pesar de que tu entorno te parezca estable, todo lo que ves a tu alrededor experimenta constantes cambios visuales. Esto se debe a que las  imágenes de la retina fluctúan continuamente por factores que van desde el movimiento de la imagen de la retina, oclusiones a cambios de iluminación o  de perspectiva.

Tu cerebro es una máquina del tiempo enviándote constantemente al pasado (inmediato)

Para evitar el "mareo" que esto supondría,  tu cerebro es como "una máquina del tiempo". Sigue enviándote atrás en el tiempo. 

"Es como si tuviéramos una aplicación que consolida nuestra entrada visual cada 15 segundos en una impresión para que podamos gestionar la vida cotidiana”, evidencia otro de los autores del estudio Mauro Manassi, profesor asistente de psicología en la Universidad de Aberdeen en Escocia y ex becario postdoctoral en el laboratorio de Whitney en UC Berkeley.

Así es un cerebro enganchado al teléfono móvil y otras nuevas tecnologías

Para dar con este hallazgo, el equipo reclutó a 100 participantes a quienes pidieron ver primeros planos de rostros que se transformaban según la edad o el género, en videos de lapso de tiempo de 30 segundos.

Las imágenes solo incluían ojos, cejas, nariz, boca, mentón y mejillas, eliminando pistas sobre la edad, como la disminución de la línea del cabello.

El objetivo era observar el mecanismo detrás de la "ceguera al cambio", por el cual pasan imperceptibles cambios sutiles que ocurren con el tiempo, como la diferencia entre un actor y su doble, o los errores de las películas.

Cuando se le pidió a los participantes que identificaran la cara que vieron después de ver el vídeo, los participantes eligieron casi constantemente un frame de la mitad en lugar del último, la imagen más actualizada.

“Se podría decir que nuestro cerebro está procrastinando”, opina Whitney. “Es demasiado trabajo actualizar constantemente las imágenes, por lo que se apega al pasado porque el pasado es un buen predictor del presente. Reciclamos información del pasado porque es más rápido, más eficiente y requiere menos trabajo”.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.