La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera (NTHSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos dejará de obliga a los fabricantes de coches autónomos a que instalen elementos de conducción manual.
Hasta el momento, la legislación americana obligaba a que este tipo de vehículos contasen con un volante, así como una columna de dirección (los pedales) para posibilidad la intervención humana en caso de algún tipo de fallo.
Hasta el momento, según la NTHSA ,se especificaba que los coches "siempre tendrán un asiento para el conductor, un volante y una columna de dirección que lo acompañe, o solo una posición de asiento para el pasajero delantero".
Ahora, el organismo americano ha cambiado las reglas: "En los coches diseñados para ser operados únicamente por un sistema de conducción autónoma, los controles de manejo operados manualmente son lógicamente innecesarios".
Es decir, los fabricantes serán los que tengan la última palabra y serán ellos los que decidan si instalar o no elementos de conducción manual.
La decisión se produce después de que General Motors, a través de su filial de coches autónomos Cruise, pidiera permiso el mes pasado para construir y desplegar vehículos autónomos sin controles humanos, según Reuters.
Eso sí, el escrito ha hecho hincapié en que la seguridad de los ocupantes en este tipo de vehículos debe ser la misma que en los coches de control manual.
El regulador indica, además, que los niños no deben ocupar el asiento delantero, ya que no es seguro para ellos.
"Esto se debe a que la posición del asiento del conductor no ha sido diseñada para protegerles ante en un choque", explica el texto de la NHTSA.
"Por ejemplo, el límite requerido en el desplazamiento hacia atrás de la columna de dirección y la contundencia con la que se despliega la bolsa de aire se ha optimizado para adultos y podría representar un riesgo para la seguridad de los niños", añade.