He pedido el mismo menú en un McDonald's de Moscú y uno de Nueva York y el local ruso va un paso por delante del americano
- McDonald's llegó por primera vez a la URSS en enero de 1990. En un viaje reciente a Rusia, visité el restaurante de comida rápida en Moscú.
- Descubrí que el local de la cadena de comida rápida en Moscú iba un paso por delante de su homólogo estadounidense.
- El proceso para pedir estaba simplificado, la comida era más fresca y sabrosa y el local estaba más limpio.
El 31 de enero de 1990, más de 30.000 personas esperaron en una cola al frío durante horas para comer en el primer McDonald's de la USSR.
Ahora, la cadena americana de comida rápida tiene por lo menos 650 locales a través del país. McDonald's prospera en Rusia,y el número de restaurantes creció un 6% durante el último año, en comparación con el ratio de crecimiento medio global de 1,5%, según informó The Wall Street Journal. La mayoría de los locales en Rusia cocinan con ingredientes de proveedores rusos, según el diario.
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En un reciente viaje a Rusia, comí en el primer McDonald's que abrió en Moscú y puedo asegurar que el restaurante va un paso por delante de los locales que he visitado en Estados Unidos.
Así era el local ruso de McDonald's:
El primer McDonald's abrió en la USSR en enero de 1990.
Más de 30.000 personas esperaron haciendo cola al frío durante horas para ser los primeros en comer en la cadena americana de comida rápida. Muchos de ellos, según informó The Wall Street Journal en 2007, nunca antes habían probado las hamburguesas y las patatas fritas.
Ahora, hay al menos 650 McDonald's en toda Rusia y la cadena de comida rápida prospera en el país.
En un viaje reciente a Rusia, comí en el primer McDonald's del país, que está ubicado en Moscú, para compararlo con su homólogo estadounidense.
El primer McDonald's de Rusia está ubicado en el centro de Moscú en la plaza Pushkin, justo al lado de la famosa Tverskaya Street y a unos pasos del metro.
Cuando entré, me quedé sorprendida por lo espacioso que era el restaurante de comida rápida.
También parecía muy limpio. No vi nada de basura en el suelo o menús a medio comer en mesas vacías.
El restaurante de McDonald's cuenta con varias plantas.
Con 2.500 metros cuadrados, el primer McDonald's de Moscú es uno de los mayores jamás construidos cuando abrió en 1990.
Algunos clientes pedían personalmente en los mostradores.
Pero el local también cuenta con, por lo menos, ocho kioskos para autopedido.
Muchos de los clientes parecían jóvenes o adolescentes.
No soy capaz de leer en cirílico, así que la carta que se encuentra detrás del mostrador no fue de mucha ayuda.
Vi algunos productos ilustrados, como el café, el té, los smoothies, McFlurries y donuts.
Fui hasta uno de los kioskos de autopedido y me sentí aliviada cuando vi que funcionaba en inglés y en otros idiomas.
No sé leer ni hablar nada de ruso.
Navegué a través del menú para ver qué podía pedir en un McDonald's ruso que no hubiera en uno estadounidense.
Para mis adentros esperaba ver algunos productos en el menú hechos con típicos productos gastronómicos rusos, como una hamburguesa de caviar o McFlurries de Vodka.
En su lugar, me sorprendió ver una sección de "Gusto de Italia" que nunca vi en Estados Unidos y que incluía un panini de la Toscana, una empanada italiana y algo llamado Mojito italiano. McDonald's en Rusia no vende alcohol como sí hace en otros países como Francia, Alemania o Corea del Sur.
El McDonald's de Moscú tenía más oferta de pescado y productos del mar de lo que esperaba.
Además de la clásica hamburguesa de pescado, el menú incluía gambas fritas, un rollito de gambas y un rollito de pescado.
Cuando volví a Estados Unidos, me encontré con un McDonalds en la calle donde está mi oficina en Nueva York y comprobé que sólo ofrecía la hamburguesa de pescado; ni las gambas ni el rollito de pescado .
Al final, me decidí por un clásico: el Big Mac.
Con patatas fritas y coca cola, claro.
Revisé mi pedido: un menú Big Mac, con patatas fritas y salsa dulce (no soy fan del Ketchup), y Coca-Cola. El precio fue de 204 rublos, o 2,9 euros.
En el McDonald's de la calle que va a mi oficina, en Nueva York, el mismo menú cuesta 9,79 dólares, 8,7 euros.
Tras pagar con tarjeta de crédito en el kiosko, la máquina imprimió mi recibo con el número 857.
Fui a mirar el panel del punto de recogida.
Vi una pantalla al final del mostrador en el que se mostraban los números de los pedidos.
Caminé hacia el mostrador y vi que mi pedido estaba listo antes de que me hubieran dado el número, menos de un minuto después de que hubiera pagado.
Estaba impresionada por la rapidez y la eficiencia de todo el proceso y eso que estoy acostumbrada a una escena agitada en el McDonald's estadounidense. El contraste era más claro después de visitar el McDonald's de al lado de mi oficina, donde no hay kioskos para autopedido y un empleado tiene que dirigir a los clientes al siguiente mostrador disponible.
Me dirigí al segundo piso del restaurante, donde había un montón de sitios para escoger.
La primera cosa que comí fueron las Frech fry, que estaban quemando y en el punto de sal perfecto.
Me quedé muy impresionada con la apariencia del Big Mac cuando lo vi por primera vez.
Pero al morderlo, me sorprendió gratamente ver que estaba caliente, sabroso y sabía más fresco que un Big Mac típico. En los locales de McDonald's en Estados Unidos, disfruto de las patatas fritas, pero me suele parecer que las hamburguesas están un poco faltas de sabor.
El Big Mac ruso parecía tener los mismos ingredientes que su homólogo estadounidense, dos hamburguesas de carne, queso americano, lechuga, cebolla, pepinillos y la firma de la salsa del Big Mac, pero sencillamente sabía mejor.
Igual que en Estados Unidos, el McDonalds de Moscú ofrecía WiFi gratis.
En Rusia, te conectas a internet pidiendo un código que se envía por mensaje de texto a tu móvil y que luego tienes que introducir para entrar en la red.
Mientras comía miré a mi alrededor y me quedé, de nuevo, sorprendida por lo limpio que estaba el local de McDonald's pese al elevado número de clientes.
En muchos locales de McDonald's en Estados Unidos en los que he estado, especialmente los más grandes, a menudo tienes que apartar las bandejas con restos de comida de las mesas y limpiar las manchas de Ketchup antes de sentarte.
Pero en Moscú, vi que un empleado venía a limpiar la bandeja de un hombre unos segundos después de que terminara de comer.
No saqué una foto de los baños, pero tengo que decir que también estaban notablemente limpios y no requerían de un código para entrar como en algunos locales estadounidenses.
Al lado del McDonald's se encuentra el McCafé con su entrada propia y separada.
Era un día caluroso y mucha gente estaba comprando helados. El café de McDonald's vende bebidas de café así como otros productos de panadería.
En el exterior del primer McDonald's de Moscú hay un sitio espacioso para sentarse
Este también estaba limpio y bien mantenido.
El espacio exterior para sentarse da a un hermoso parque en la calle con árboles, flores y una fuente.
Desde este McDonalds, hay un paseo de 30 minutos o 15 minutos en metro hasta la Plaza Roja.
En Estados Unidos, suelo evitar comer en McDonald's porque normalmente está muy concurrido, no muy limpio y la comida no es particularmente sabrosa
Pero en Moscú, la comida, el proceso para pedir y el espacio en general estaba a un nivel más alto del que me suelo encontrar en un McDonald's en Estados Unidos. En resumen, definitivamente comería aquí otra vez.
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