"Si quiero ganar el mismo dinero que ganaba hace un tiempo, tengo que echar más horas": a los creadores no les salen las cuentas tras el cambio de precios de Twitch

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No les salen las cuentas. Cada ves que sacan la calculadora, revisan sus excels, comprueban sus daros de audiencia y los cotejan con sus ingresos bancarios, la conclusión de muchos creadores de contenido de Twitch es siempre la misma: están perdiendo dinero.

Al menos, pierden en comparación con lo que ganaban hace algo más de un año. El agujero se abrió en sus bolsillos en agosto de 2021, cuando Twitch decidió bajar el precio por suscripción en España y en Europa de 4,99 euros a 3,99 euros.

"Las medidas económicas que se han tomado de forma unilateral por parte de Amazon [dueña de Twitch] me han afectado negativamente a mí y creo que a la mayoría. Si quiero ganar el mismo dinero, tengo que echar más horas", ha contado a Business Insider España Jen Herranz, creadora con más de 30.000 seguidores.

No es la única preocupada por la evolución de la plataforma.

"Desde 2020, Twitch ha iniciado una deriva más encauzada al aumento de beneficios corporativos que al cuidado de los creadores de contenido", explica el creador Borja Pavón.

"Es cierto que, hasta ese momento, la plataforma se había tratado como una inversión y que hasta cierto punto tienen sentido los cambios desde un punto de vista empresarial. Pero la distancia con la comunidad cada vez es más patente", añade.

José Altozano, Dayoscript en redes sociales, vaticina además un futuro reservado solo a grandes creadores.

"Aparte del susodicho recorte salarial, que te afecta más o menos según la nacionalidad de tu audiencia, ahora se han anunciado cambios en los porcentajes. Normalmente te quedas con el 50% de las suscripciones y Twitch con la otra mitad. Los grandes reciben el 70%. Ahora ni eso, todos al 50%. Están creando un entorno donde solo pueden sobrevivir los más grandes".

Twitch tomó la decisión de bajar el precio de las suscripciones en tiempos de vacas gordas.

Tras una pandemia que había encerrado al mundo entero en casa y que había empujado a muchos a descubrir Twitch, la empresa se convenció de que era el momento de dar un paso más para dejar atrás definitivamente a YouTube. Lejos de caer en la relajación, había que ser aún más agresivos.

La teoría es que todos ganaban. Twitch había hecho sus simulaciones y sus cálculos y, sobre el papel, la bajada en el precio de la suscripción debía verse compensada por un aumento significativo en el número de suscriptores. Así lo han asegurado incluso hasta hace relativamente poco.

Y no solo eso. Como compensación, la plataforma se comprometió además a financiar la transición durante unos meses mediante un mecanismo sencillo. Era un plan sin fisuras.

Este tomaba como referencia la media de ingresos de los últimos tres meses antes de agosto de 2021 y, en caso de que el creador tuviese pérdidas, compensaba el 100% de las mismas durante los primeros 3 meses. Pasado este tiempo, el porcentaje se reduciría en un 25% cada trimestre.

Pasado un año, Twitch ya no financia pérdida alguna: en la práctica, entiende que los creadores han tenido tiempo de sobra para remontar y que si no lo han hecho ha sido debido a su mal hacer.

Los creadores recuerdan, sin embargo, que hay más factores. 

Entre ellos destaca una inflación disparada que hace que cada joven se piense cada vez más si gastarse esos 4 euros de suscripción y una plataforma que está cada vez más cerca de su techo, pues ya no queda casi nadie que no sepa lo que es Twitch.

Puedes leer el reportaje completo aquí: Bajo el pie de un gigante: 11 'streamers' revelan cómo el liderazgo de Twitch permite a la plataforma "ahorcar a los creadores y llevarlos al límite".

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