El secreto para que tus inversiones siempre sean rentables, según este experto de Banco Mediolanum: "Anclar tu dinero al crecimiento mundial"

Mario Rappanello, responsable de Tesorería y Allocation Advisory de Banco Mediolanum.
Mario Rappanello, responsable de Tesorería y Allocation Advisory de Banco Mediolanum.

Desde 1960, el PIB mundial nunca ha dejado de crecer. Ha habido crisis internas, guerras, hambrunas, conflictos entre países... Pero el PIB seguía subiendo porque, aunque algunas economías podían pararse, siempre había otras que tomaban el relevo del crecimiento.

Apenas se resintió un poco en 2020, y fue porque la pandemia ha golpeado de forma generalizada a todos los países, sin excepción. Un año después, sin embargo, las economías ya levantan cabeza: el PIB creció un 5,9% en 2021 y se espera que aumente otro 4,9% este año.

El sueño de todo inversor es precisamente este: conseguir una rentabilidad siempre creciente, a ser posible con rentabilidades elevadas. Pero, ¿y si fuera posible cumplirlo?

"Hace más de 30 años que trabajo en los mercados financieros, he sido siempre gestor y, te digo la verdad...No hay nadie que pueda adivinar lo que pasa en el mercado. Nadie puede prever un Lehman Brothers o un COVID-19", explica Mario Rappanello, responsable de Tesorería y Allocation en Banco Mediolanum, en una entrevista con Business Insider España.

"La única certeza que tenemos", añade, "y que forma una constante en el tiempo, ha sido el crecimiento mundial. El PIB ha tenido algunos años de pequeñas bajadas pero, si miras el crecimiento total, que al final define la evolución de la riqueza, siempre crece", apunta Rappanello.

Desde 1960, año en que comienzan los registros, el PIB global acumula una subida del 86,7%

Al final, es una cuestión filosófica: "Si lo piensas, hay 7.000 millones de personas en el mundo que se levantan cada día y que quieren mejorar su nivel de vida. Esto empuja a esta maquinaria enorme que es el mundo a mejorar".

El secreto, por tanto, está en anclar la cartera de inversiones al crecimiento mundial, de manera que la rentabilidad total que uno obtenga siempre sea positiva. 

¿En qué se traduce esto? Una forma muy sencilla de hacerlo, según Rappanello, es invertir cada porcentaje de la cartera en los países en función de su aportación al PIB mundial. 

"Si Estados Unidos aporta el 40% del PIB mundial, lo ideal, lo coherente sería por lo menos tener un 40% de la cartera invertida en Estados Unidos. Invertir menos probablemente sería arriesgado". En cambio, si Europa produce el 18%, no conviene invertir más de ese porcentaje en los mercados europeos. 

El sistema es parecido a la conocida como gestión pasiva, una estrategia de inversión que consiste en replicar la evolución de un determinado índice. Los fondos indexados imitan la evolución de índices como el S&P 500, de manera que el capital que uno invierte en el fondo está repartido de forma proporcional entre las empresas que lo forman.

10 claves para entender la gestión pasiva y por qué interesa al invertir.

De esta manera, si una empresa sufre una gran caída en bolsa, pero el resto se mantiene, el impacto sufrido por el índice y, por tanto, la pérdida de rentabilidad, se amortigua. Es una manera de minimizar riesgos sin renunciar a un retorno atractivo.

En este caso, el índice al que indexar la inversión sería el propio crecimiento mundial del PIB. "Si conseguimos anclar la rentabilidad de nuestros clientes, sea renta fija o variable, a lo que es el crecimiento mundial, aseguramos rentabilidades muy interesantes en un periodo de tiempo coherente", asegura Rappanello.

"Este es un criterio que nosotros hemos visto siempre ganador en el tiempo: anclar la venta del stock a lo que es el crecimiento mundial a través de esta diversificación", añade.

Es cierto que la rentabilidad obtenida no alcanzará los niveles de otros activos populares, como el bitcoin, pero también la volatilidad y la probabilidad de perderlo todo son mucho menores. 

Por ejemplo, entre 2010 y 2020 el bitcoin acumula una subida de más del 200%. Sin embargo, en cuestión de meses ha perdido un 40% de su valor

Pero también es posible maximizar la rentabilidad del crecimiento mundial, matiza Rappanello: "Una vez que conoces lo que está pasando en el mercado, cómo cambian los equilibrios mundiales, puedes conseguir una rentabilidad coherente".

Dependiendo del cliente, de su perfil de riesgo, del plazo de tiempo y los objetivos que tenga, Rappanello señala que "se pueden tunear estos componentes", precisamente para conseguir batir al mercado. 

Este gráfico desvela cómo se ha repartido el pastel de la economía mundial en 2021.

Por ejemplo, aunque ahora mismo EEUU es el mercado que más dinero aporta al PIB mundial, nadie es ajeno a la expansión de China y otras economías asiáticas. 

China, de hecho, ha sido una de las primeras economías en recuperarse del batacazo de la pandemia, y en 2021 su PIB creció un 8,1%, muy por encima del 6% esperado. Aumentar el porcentaje de inversiones de la cartera ancladas al gigante asiático, previendo su expansión, podría ser una forma de maximizar la rentabilidad de la inversión total.

Por ejemplo, un cliente que quiera tener un rendimiento anual del 5%. El mercado es volátil, por lo que es imposible determinar con exactitud un rendimiento fijo. "Pero lo que sí es posible es construir estructuras que en el tiempo sean capaces de producir esa rentabilidad", asegura.

De la misma forma que se hace esta diversificación geográfica ponderada en función de la aportación al PIB mundial, la inversión puede diversificarse siguiendo el mismo método pero con otros segmentos (grandes empresas versus pymes, sectores...) en función del peso de cada uno de sus componentes en la economía.

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