10 claves para entender la gestión pasiva y por qué interesa al invertir

Claves de la gestión pasiva
  • Contrapuesta a la activa, la gestión pasiva replica el comportamiento de un índice, sin que sea necesario elegir una empresa o un gestor para operar.
  • Dado que son a largo plazo, los fondos indexados son muy recomendables para jóvenes inversores.
  • Además de no necesitar conocimientos técnicos para invertir en gestión pasiva, ganas en diversificación, ahorro de costes y de tiempo, transparencia y rendimiento.
  • La rentabilidad de la gestión pasiva superó el 16% entre 2008 y 2018, frente al 2% en la industria de fondos de inversión en general.
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¿Qué acciones son más interesantes ahora mismo? ¿Cuándo debo entrar en un valor y en qué momento me conviene abandonarlo? ¿Qué gestor logra mejores resultados? ¿Cuál es el horizonte temporal más idóneo para esta operación? Los interrogantes son tantos en la inversión tradicional, en la llamada gestión activa, que puedan llegar a apabullar a cualquiera. ¿Y si hubiese una manera de invertir que dejase a un lado ésos y otros parámetros difíciles de determinar o de prever? Pues existe. Te contamos qué es la gestión pasiva y por qué te interesa al invertir.

Opciones de inversión

Existen multitud de posibilidades y de perfiles inversores según la aversión al riesgo, la capacidad financiera, el vehículo elegido o las expectativas de beneficios, entre otros factores. Pero antes incluso de plantearte cómo decidir sobre una inversión para acertar con ella, resulta aconsejable saber qué tipo de gestión deseas aplicar a tus operaciones.

¿Qué es la gestión pasiva?

El concepto de gestión pasiva es de lo más sencillo. Al revés que en la gestión activa, no hay que elegir forzosamente un valor o al gestor de un fondo que se encargue de invertir en tu nombre, sino que apuesta por un índice al completo. Sea el IBEX 35, el S&P 500, el Eurostoxx o cualquier otro. A gusto del consumidor. En otras palabras, los fondos indexados simplemente replican el comportamiento y la evolución del índice al que están ligados.

Para que no quede duda sobre el mecanismo de la gestión pasiva:

  • Si el índice de referencia sube, el fondo indexado también lo hace y tú sales ganando.
  • Si, por el contrario, el índice baja, el fondo replica su comportamiento y tu inversión se ve perjudicada.
Gestión pasiva o gestión activa

¿Gestión activa o gestión pasiva?

¿Cuál es mejor, la gestión activa o la gestión pasiva? ¿Cómo saber cuál de las dos me conviene más? Cada inversor es un mundo y opera del modo que considera. La expectativa de rentabilidad, por supuesto, siempre está presente, dado que la propia esencia de una inversión es obtener beneficios. Aunque existen diversas formas de hacerlo, cada una con sus riesgos, sus ventajas y sus particularidades. Con todo, para determinados perfiles, la gestión pasiva de las inversiones gana por goleada a la gestión activa, como veremos.

Dicho lo cual, ten en cuenta que, además de esas dos modalidades, existen otras que han llegado para quedarse de la mano de la tecnología. Aquí tienes, por ejemplo, una comparativa de costes entre carteras indexadas y roboadvisors.

10 ventajas de invertir en gestión pasiva

Para que compruebes por ti mismo que la superioridad de los fondos indexados no es baladí, aquí van hasta 10 ventajas de invertir en gestión pasiva.

  1. Uno de los errores más comunes entres los inversores es equivocarse al elegir la empresa o el sector que creen que mejor resultado va a dar. Lo cual es perfectamente comprensible, dado que es una tarea de enorme complejidad. Ni siquiera el experto más fiable puede garantizar una inversión al 100%. Con la gestión pasiva evitas ese posible fallo, ya que únicamente te tocará seleccionar el índice de referencia.
  2. ¿Cuándo comprar, en qué momento vender? También es una cuestión harto complicada. "Solemos comprar tarde, cuando ya ha pasado la mayoría de las subidas de precios, y vendemos pronto, a menudo antes de la recuperación. Junto al decantarse por un valor u otro, estos dos errores se cometen continuamente cuando alguien intenta gestionar de manera activa una inversión y, a largo plazo, tienen un impacto enorme en la rentabilidad", explican desde ING. Dado que la gestión pasiva implica un horizonte temporal amplio, no tienes que preocuparte de acertar sobre cuándo sales o entras de un valor.
  3. Al invertir en un índice al completo, no necesitas los servicios de un experto, con lo que no corres el riesgo de equivocarte al elegir gestor. Por cierto, los fondos españoles son menos rentables y más caros que los europeos.
  4. Como derivada del aspecto precedente, al no contar con un especialista, te ahorras el seguimiento de su labor. Si quieres saber el estado de tu inversión, basta con que eches un vistazo al índice de referencia.
  5. Uno de los grandes males que la gran recesión trajo consigo -aunque el mismo también fue impulso de la propia crisis- tomó forma en la variedad de productos complejos que se colocaron a inversores particulares carentes de experiencia. Las tristemente famosas hipotecas de bajo riesgo son el ejemplo paradigmático. Pues bien, los fondos indexados no tienen ni trampa ni cartón, no hay inversiones oscuras ni productos complejos. Ganas en transparencia: tu cartera es el índice.
  6. La fiabilidad de invertir siempre en grandes valores que difícilmente van a fallar todos a la vez y durante mucho tiempo. Con un fondo indexado accedes a los grupos más destacados de un país, un cierto tamaño o un sector. Por ejemplo, si eliges el IBEX, estás apostando por las 35 empresas más grandes de España.
  7. Diversificación. Un fondo indexado nace ya diversificado por incluir el conjunto de los valores de un índice, como su propia denominación señala.
  8. Menores costes. No hay que pagar a expertos o a equipos de análisis que tomen decisiones; tampoco las comisiones o impuestos por comprar o vender acciones, bonos, etc.
  9. Ahorro de tiempo. Tampoco hay que olvidar que no tendrás que ocuparte de buscar al mejor gestor ni de desarrollar estrategias complejas o de llevar a cabo un seguimiento exhaustivo de tus inversiones. Si quieres despreocuparte de éstas, la gestión pasiva puede cuadrarte. En ese sentido también puede interesarte saber cada cuánto deberías revisar tu cartera de fondos de inversión.
  10. Mayor rentabilidad asegurada. Con las cifras en la mano, ningún gestor vence al mercado a largo plazo.

¿Se gana más con la gestión activa o con la pasiva?

En un horizonte temporal amplio, no hay discusión posible, ya que los fondos indexados logran mayores beneficios. No hace falta escarbar con ahínco para comprobarlo: la rentabilidad de la gestión pasiva fue superior al 16% entre 2008 y 2018, frente al 2% de la industria de fondos de inversión en general.

Los fondos indexados, muy recomendables para jóvenes inversores

Dado que la gestión pasiva gana enteros cuanto mayor sea el plazo de la operación, como es lógico, esta modalidad será más recomendable para los inversores que están empezando o que acumulen un recorrido exiguo (aquí, por cierto, puedes descubrir cómo dar tus primeros pasos al invertir en materias primas). A los 25 o a los 30 años de edad sería un momento ideal para entrar en ella, aunque también puede encajarles a inversores de más edad. Además, recuerda que no necesitas conocimientos técnicos para invertir en un fondo indexado.

John Bogle, Warren Buffett y la gestión pasiva

Finalmente, al tratar sobre la gestión pasiva resulta difícil no mencionar tanto a John Bogle -considerado el padre de la misma- como a Warren Buffett. Este último lo tiene claro. "Mi consejo para mi mujer tras mi fallecimiento no puede ser más simple: poner el 10% del efectivo en bonos del estado a corto plazo y el 90% en un fondo indexado del S&P 500 de muy bajo coste”.

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