Los rituales más peculiares para tener suerte en la Lotería de Navidad

Lotería de Navidad

Getty Images

El ser humano tiene una dimensión supersticiosa de la que no siempre puede o quiere librarse. Echando mano del diccionario, una superstición es una creencia contraria a la razón, una acción destinada a eliminar la incertidumbre vital de las personas y a evitar consecuencias negativas o generar efectos positivos, como ganar un premio de azar.

Desde Evolma Psicólogos explican que las personas son supersticiosas por tres motivos: pretender ganar control sobre situaciones inciertas, suavizar el sentimiento de indefensión o no enfrentarse a sus miedos con sus propias habilidades.

Restregar boletos en gatos y embarazadas, quemar los décimos viejos o invocar a los santos

A la hora de jugar a la lotería de Navidad, existen toda clase de rituales supersticiosos con los que los españoles, bien sea por creencia, por tradición o por la costumbre, intentan invocar a la suerte. Una de las más conocidas es frotar el décimo en la barriga de una embarazada o pasar el boleto por el lomo de un gato negro, aunque en otros contextos los pobres felinos se hayan vinculado al mal fario.

No solo mininos y mujeres encintas sirven como imanes para la buena suerte: la creencia popular atribuye estas propiedades mágicas a la cabeza de los calvos o a la espalda de los jorobados, lugares por los que también se "debe" restregar el décimo.

Encomendándote a las supersticiones más generalistas, puedes pedir el deseo de ganar la lotería si ves una estrella fugaz, cruzar los dedos antes del sorteo, tocar madera para no perder tu décimo, no comprar lotería en martes 13, arrojar monedas a una fuente de tu ciudad o pedir que toque un pellizco la próxima vez que se te caiga una pestaña. 

 

Como ritual, muchas personas optan por comprar todos los años el mismo número —ese que coincide con el aniversario de bodas, un cumpleaños, el nacimiento de un hijo o el día favorito del año— o acudir a la misma administración de lotería —son sonadas, por ejemplo, las inmensas colas en Doña Manolita en Madrid, o en La Bruixa d´Or, en un pueblito del pirineo catalán llamado Sort—.

También se produce un fenómeno ciertamente inquietante: muchas personas eligen fechas de catástrofes o desastres naturales por la creencia de que las tragedias deben ser compensadas con un golpe de suerte. Por ello, fue muy vendida el 80121, en alusión al comienzo de la borrasca Filomena que tiñó de blanco y bloqueó Madrid, o el 19921, cuando el volcán de La Palma entró en erupción.

¿Y al entrar en la administración de lotería? También hay rituales para ello: acceder con el pie izquierdo y que el lotero te lo entregue con la mano derecha, o ponerte en la fila de la izquierda para adquirir tu boleto si es día par o en la derecha si es día impar. 

El día del sorteo, hay objetos vinculados a la buena suerte: los alfileres en la chaqueta, una moneda de oro en la cartera o guardar el boleto en un sobre de color rojo.

Por otra parte los más supersticiosos consideran importante quemar los décimos del año anterior. No te apresures a hacerlo con un mechero o una caja de cerillas: la tradición dicta que debe hacerse con la llama de una vela naranja, recitando mentalmente "que tus cenizas vuelvan a mí en forma de premio".

Hablando de quemar, hay quien se inclina por los sahumerios o inciensos para atraer la suerte: se suele emplear con este fin la canela y la mirra, escribiendo en un papel el número de lotería que se desea que salga ganador, y encendiendo estos inciensos dentro de una maleta. Para completar el ritual, se lee el deseo escrito en voz alta. 

¡Y no hay que olvidarse de los santos! Los que más se veneran son San Pancracio y San Onofre: quienes los tienen en casa los ponen cerca de estas figuras religiosas o de una virgen. En zonas como Galicia, el décimo se cuelga de una herradura, un símbolo vinculado a la buena fortuna. 

San Pancracio, de hecho, es el santo que aparece en los premios: fieles —y no tan fieles— le rezan con la esperanza de que este año sea El Año por fin en el que la cuenta del banco engorde con un golpe de suerte.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.