Evita las aglomeraciones de Santorini y súbete a un ferri para visitar la joya griega más infravalorada
- El otoño pasado, mi amiga y yo decidimos visitar Creta (Grecia) en lugar de otros destinos más populares.
- La isla, conocida en la mitología como el hogar del Minotauro, tenía muchas cosas que ver.
El otoño pasado, una buena amiga y yo decidimos que queríamos ir a Grecia. Pero en lugar de optar por Santorini o Mykonos, decidimos pasar una semana en Creta.
Lo único que sabía de la isla era lo que había aprendido de la mitología griega: era famosa por ser el hogar del laberinto que albergaba al poderoso Minotauro.
Pero enseguida me di cuenta de que tiene mucho más que ofrecer.
He aquí cómo fue mi viaje y por qué creo que es el lugar más infravalorado del país.
El comienzo del otoño parece ser un buen momento para visitarla.
Fuimos en octubre, lo que resultó ideal.
En cuanto al tiempo, aún hacía suficiente calor para bañarse, pero no hacía mucho calor.
Aunque había otros turistas, no parecía estar abarrotada. La temporada alta suele ser en verano.
Creta es la mayor de las islas griegas.
Aunque lugares como Santorini tienden a acaparar un poco más la atención de la industria turística, Creta es en realidad la mayor de las islas griegas.
También creo que es una de las más fáciles de visitar.
Está situada en el mar Egeo y cuenta con dos aeropuertos internacionales con vuelos directos desde París, Londres y Berlín. Si vuelas desde otro lugar, es probable que tengas que hacer escala en Atenas, como hice yo.
También hay ferris desde otras islas griegas. Pero es bueno saber que no circulan con tanta frecuencia en temporada baja.
Alquilar un coche nos permitió ver más de la isla.
Había transporte público en la isla, pero decidimos alquilar un coche para tener más libertad.
Solo algunas partes de la isla son accesibles en coche: hay varias montañas, lo que dificulta cruzar de este a oeste. En nuestro viaje de una semana, apenas tuvimos tiempo de explorar el lado oeste.
Acabamos alquilando un Toyota Rav4 equipado con una tienda de campaña a través de Lazy Snail Campers y nos alojamos en los numerosos campings de Creta.
El alquiler incluía sacos de dormir, almohadas, utensilios de cocina, toallas, mesas, sillas e incluso una ducha solar, así que no tuvimos que llevar nada más que ropa y artículos de aseo.
El desfiladero de Samaria fue sin duda lo mejor del viaje.
Una de las principales atracciones de la isla es la Garganta de Samaria, una caminata de 21 kilómetros entre las Montañas Blancas. Fue duro, pero había muchos paisajes hermosos e interesantes asentamientos históricos a lo largo del camino.
Para no tener que ocuparnos de toda la logística, decidimos reservar una excursión por unos 50 euros. Un operador turístico local nos recogió en nuestro camping muy temprano por la mañana y nos llevó hasta la entrada del desfiladero.
Por suerte, pudimos caminar a nuestro ritmo. El guía solo estaba allí para asegurarse de que nadie se perdía.
Al final de la excursión, llegamos a la solitaria playa de Agia Roumeli. No habíamos traído bañador, pero nos metimos en el mar para refrescarnos, lo que resultó una experiencia increíble.
Después de unas horas, un ferri nos llevó de vuelta a Chania, donde pudimos coger un autobús hasta nuestro campamento.
Al igual que otros lugares más populares, Creta está llena de playas preciosas.
Una de las playas más famosas de Creta es Elafonissi, famosa por su arena rosa. Pero cuando fuimos, estaba muy concurrida.
Evidentemente, ha habido problemas con gente que robaba arena de la playa, por lo que el color no era tan llamativo.
Mi playa favorita era Falasarna, a veces deletreada Falassarna.
Estaba muy concurrida, pero la mayoría parecían familias griegas y no turistas. Pasamos allí el día después de la excursión por el desfiladero para tener tiempo para sentarnos y relajarnos.
Muchos de los campings también estaban a orillas del agua, por lo que la experiencia en la playa era más recóndita.
Pero también había mucho que hacer en las ciudades.
Creta tiene varias ciudades importantes repartidas por toda la isla.
Empezamos y terminamos en la mayor, Heraklion, que tiene una bonita fortaleza junto a su antiguo puerto.
Antes de nuestra excursión por el desfiladero, pasamos un día en Chania, explorando su casco antiguo y el puerto veneciano. También visitamos el casco antiguo de Rethymno.
Paleochora, que era más un pueblo que una ciudad, tenía una iglesia griega tradicional realmente hermosa que me alegro de haber visto.
La comida era fantástica.
Esto se aplica a toda Grecia, pero la comida es increíble.
Probamos muchos platos tradicionales, pero me encantaron la moussaka, la ensalada griega y el spanakopita.
Además, la mayoría de los restaurantes ofrecían chupitos de raki, un licor anisado, y algún tipo de postre.
Como aficionadas a la mitología griega, no dejamos de visitar el Minotauro.
Cnosos es un palacio minoico en el que se cree que se encuentra el laberinto del Minotauro de la mitología griega.
Como era de esperar, estaba repleto de turistas; probablemente fue la atracción más concurrida que visitamos.
Estoy deseando volver a Creta.
Me sorprendió muy gratamente todo lo que Creta puede ofrecer. Y, en general, no hubo demasiada gente durante nuestro viaje de una semana.
Cuando viajé a Santorini justo después, ansiaba volver a la isla más tranquila.
Estoy deseando volver a Creta y explorar la parte oriental de la isla.
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