Empezó como un goteo. Ford adoptaría el conector de carga de Tesla y sus clientes tendrían acceso a la red de Supercargadores.

Luego se convirtió en una avalancha. General Motors, Rivian y otros se unirían a ella. A finales de 2023, prácticamente todos los grandes fabricantes de automóviles habían anunciado planes para adoptar el estándar de carga norteamericano. Fue una gran victoria para Tesla y otro enorme voto de confianza para lo que los conductores sabían desde hacía mucho tiempo: Los cargadores de Elon Musk son sencillamente los mejores, y ayudará a todo el sector de los vehículos eléctricos, no solo a Tesla, a expandirse.

Todo eso quedó en entredicho esta semana, cuando Tesla despidió a la mayor parte de su equipo de cargadores, lo que afectó a unos 500 empleados. El aparente cambio de rumbo dejó a clientes, contratistas e incluso a los fabricantes de automóviles recién asociados rascándose la cabeza sobre el futuro.

Mientras que cientos de empleados se vieron sorprendidos por los correos electrónicos de despido a principios de esta semana, los que hacen negocios con ellos se quedaron estupefactos.

Así despidió Tesla a uno de sus trabajadores que dormía en un coche para trabajar más

"Recibí un rebote de todas las direcciones de correo electrónico", afirma Andres Pinter, codirector ejecutivo de Bullet EV Charging Solutions, que tiene en marcha una docena de proyectos para Tesla. Otras subcontratas, añade, pueden verse en apuros si no tienen proyectos que no sean de Tesla a los que recurrir.

En la mañana del miércoles, todavía no se había oído ni pío de nadie en Tesla. La compañía no ha respondido a comentarios sobre sus planes de Supercargadores.

Tesla cuenta con cerca del 65% de los enchufes de carga rápida de Estados Unidos, según datos del Departamento de Energía, y un analista ha señalado que la red de Supercargadores podría llegar a valer 100.000 millones de dólares. Después de que las acciones de Tesla cayeran tras la noticia de los despidos, Musk declaró en X que Tesla haría crecer su red de Supercargadores, pero "a un ritmo más lento para las nuevas ubicaciones", centrándose más en la fiabilidad.

Los conductores de Tesla, por su parte, ya estaban preocupados por las mayores colas en los ya saturados Supercargadores después de que otros modelos de coche recibieran las llaves del reino.

"Es algo que desafía la lógica", comenta Pinter. "Creo que Elon Musk está jugando al ajedrez tridimensional, y tal vez todo esto tendrá sentido para nosotros en, como, unos pocos meses".

Hasta entonces, no está claro cómo cumplirá Tesla su compromiso para 2023 de duplicar el tamaño de la red de Supercargadores a finales de este año (en parte con 17 millones de dólares en subvenciones del gobierno).

Tesla ha estado ampliando rápidamente su red de Supercargadores en los últimos meses. Los enchufes en EE.UU. sumaban unos 20.000 en agosto, una cifra que ha crecido alrededor de un 8% cada trimestre desde entonces, según el Departamento de Energía. Solo en los tres primeros meses de 2024, construyó unas 297 estaciones en todo el mundo.

Los fabricantes de automóviles con los que Tesla se asoció pueden acceder a los enchufes existentes, pero los recientes despidos plantean dudas sobre el crecimiento de la red. Antes de los despidos, una estimación decía que Tesla podría ganar hasta 12.000 millones de dólares al año en ingresos por recarga para 2030 abriendo sus estaciones de recarga a los que no son Tesla. 

Tal vez eso no sea suficiente para compensar los costes de construir rápidamente nuevas estaciones de Supercargadores que, en última instancia, beneficiarán a otros fabricantes de automóviles, además de a Tesla.

Para los fabricantes de automóviles y los propietarios de vehículos eléctricos, que pensaban que sus problemas de recarga ya estaban resueltos, este momento no debe ser nada agradable.