El desayuno que llevas tomando toda la vida no es tan sano como creías

El desayuno en el bar de la esquina antes de ir a trabajar sabe mejor que si te lo preparases en casa. Pero no es por lo que comes, sino por el momento y el ambiente, que tanto satisfacen a los españoles.

La realidad es que las opciones son muy parecidas vayas donde vayas: un café con leche y un sobrecito de azúcar, un zumo de naranja natural, algo de bollería para los más golosos o la clásica barrita con tomate. 

Pero si estás cuidando tu salud y tu alimentación, necesitas saber que este clásico combinado no es lo mejor para ti, especialmente si estás tratando de perder peso.  

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El desayuno en el bar suele tener muchas calorías y un alto índice glucémico, es decir, aumenta rápidamente el azúcar en la sangre y provoca una liberación inmediata de insulina, promoviendo la acumulación de grasa, como explica El Español. 

Aunque pueda ser mejor que tomar un tazón de leche con cacao y cereales ultraprocesados o unas magdalenas, la oferta del bar se encuentra lejos de ser saludable. 

El clásico combinado

El zumo de naranja natural (o de cualquier otra fruta, pero este es el clásico) no es saludable por mucho que sea natural. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), deberías reducir el consumo de bebidas azucaradas si quieres bajar de peso. Además, siempre es mejor tomar las piezas de fruta entera que su versión en zumo, ya que seguirás recibiendo la fibra que de lo contrario se perdería.

Según diferentes estudios científicos de los que informa el mismo medio, el consumo de bebidas azucaradas durante años puede estar relacionado con un número sustancial de casos de diabetes.

Las barritas o tostadas que se ofrecen en la mayoría de bares suelen ser, por lo general, de pan blanco. Acompañadas con tomate y un poco de aceite, podría parecer que son una opción muy saludable (el tomate y el aceite, sin duda, lo son), pero el problema radica en que el pan rara vez es integral. El pan de harina refinada se compone principalmente de almidón, un carbohidrato de absorción rápida que conviene evitar. 

Y si escoges la opción dulce, seguro que ya sabes que no es lo más saludable que puedes meterte al cuerpo: bollos rellenos de crema, palmeras, magdalenas, sobaos, croissants... Suelen ser alimentos altamente calóricos, poco nutritivos, que favorecen la obesidad y pueden ser adictivos por llevar cantidades importantes de azúcar y grasas. 

Por otro lado, el café tiene muchas propiedades, aunque siempre se le haya querido demonizar. Sin embargo, el problema del que te sirven en el bar no está en el café con leche en sí, sino en el sobrecito de azúcar que suele acompañarlo.

Poquito a poco se van sumando los gramos de azúcar de los distintos alimentos y el resultado es una ingesta en exceso. Sin darte cuenta, antes de las 8 de la mañana habrás consumido gran parte de los 25 gramos de azúcar que la OMS recomienda al día.