Se llama fentanilo, y es un opioide sintético que la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala como 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina, se ha convertido en una de las drogas más peligrosas y adictivas del mundo. 

Con efectos secundarios que incluyen pérdida de conocimiento, náuseas y depresión respiratoria, su proliferación está generando serios problemas de salud pública. Además, es una droga que igual consume la persona con menos medios que un famoso o millonario. De hecho, algunos han fallecido a causa de su consumo. 

Alarma en Estados Unidos y España

En Estados Unidos, las muertes por sobredosis de fentanilo han aumentado drásticamente, multiplicándose por 50. En España, el consumo de esta sustancia entre personas de 15 a 64 años se ha incrementado ocho veces en comparación con 2018. 

Es importante destacar que gran parte del consumo en España es legal y regulado, prescrito bajo supervisión médica, principalmente para aliviar dolores crónicos y en pacientes con cáncer terminal.

El riesgo de la adicción con fentanilo

A pesar de su uso legítimo como analgésico y sedante, el fentanilo puede ser altamente adictivo. Algunos formatos de fentanilo de liberación rápida, como pastillas o vía intranasal, pueden causar efectos inmediatos, incluyendo episodios potencialmente mortales de sobredosis si no se controlan las cantidades. 

Este riesgo se suma al hecho de que el fentanilo también se comercia como droga de contrabando debido a su capacidad para proporcionar alivio inmediato y además es ultra adictivio, siendo casi imposible desengancharse. 

Cifras alarmantes

Según la última encuesta de EDADES sobre alcohol y otras drogas en España, el consumo de fentanilo ha aumentado del 1.9% en 2018, equivalente a 84.000 personas, al 14% en 2022, afectando a un total de 695.000 personas, ocho veces más que en 2018. 

Desde 2018, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha expresado su preocupación por el riesgo de abuso y dependencia de los medicamentos que contienen fentanilo. Una preocupación que es ya casi global. 

Un opiáceo en auge

Debido a su creciente consumo, el fentanilo se ha convertido en el tercer opioide más utilizado en España, después de la codeína y el tramadol. Aunque su uso es necesario y beneficioso en pacientes con dolor crónico, oncológico y en etapas terminales, es crucial aplicar un estricto control con dosis individualizadas y medidas para mitigar los riesgos asociados a esta potente sustancia.

La proliferación del fentanilo es una amenaza creciente para la salud pública que requiere una atención inmediata y un mayor esfuerzo en educación y control de su uso para evitar tragedias y adicciones devastadoras.

El nuevo verdugo para los artistas

En los 70 y 80 fue la heroína. 50 años después es algo más químico y además más si cabe adictivo y peligroso. Bien es cierto que en muchos casos la causa ha sido la mezcla de fentanilo con otras drogas, como la cocaína. 

Lo que está claro, aparte del ruido mediático que provocan las muertes de famosos, en muchos países como Estados Unidos o México han dado la voz de alarma ante lo que consideran una nueva lacra. 

Famosos que cayeron

Es probable que la primera vez que oíste hablar del fentanilo fue a raíz de la inesperada muerte de Prince, uno de los genios de la historia de la música. No daba el perfil de artista enganchado y de vida caótica, debido a su incansable trabajo e imagen zen, pero la realidad era otra. En abril de 2006 fallecía y en su cuerpo se encontraron altas cantidades de fentanilo. 

Lo mismo ocurrió con el rapero de 21 años Lil Peep, fallecido en 2017, Bobby Brown Jr. en 2020 o, de nuevo otro rapero, Mac Miller. También murió repentinamente por fentanilo el actor conocido por The Wire, Michael Kenneth Williams. Y por último, un caso que al final por poco no acabó en muerte, el de Demi Lovato, que ha vuelto a nacer tras una sobredosis de fentanilo mezclado con otras drogas.