Estos son los miniordenadores más fáciles de usar para que tus hijos aprendan programación

Alberto Iglesias Fraga
Qué es Arduino
  • Cada vez más padres se esmeren (ante la falta de una agenda pública que fomente estas enseñanzas en España, con la salvedad de Madrid) en acercar el aprendizaje de la programación a los jóvenes.
  • Os ofrecemos tres grandes alternativas de hardware y software para que los más pequeños de la casa puedan hacer sus pinitos en el mundo del código.
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Aprender a programar era antaño tarea reservada a informáticos y frikis varios pero, en el presente (y ya no hablemos en el futuro) dejará de ser una asignatura opcional para ser un conocimiento esencial en cualquier profesión que se precie.

Por ello no es baladí que cada vez más padres se esmeren (ante la falta de una agenda pública que fomente estas enseñanzas en España, con la salvedad de Madrid) en acercar el aprendizaje de la programación a los chavales.

Leer más: Educar en programación: así se enseña tecnología digital en los colegios españoles

A continuación, os ofrecemos tres grandes alternativas de hardware y software para que los más pequeños de la casa puedan hacer sus pinitos en el mundo del código.

Arduino

Cómo instalar Windows 10 en una placa Arduino.

La primera de las propuestas que os traemos para que los pequeños de la casa se aficionen a la programación es Arduino, unas pequeñas placas con todo lo necesario para hacer desarrollos que van desde sensores conectados para el hogar hasta robots bastante honorables y automatismos varios, incluso ecosistemas completos del Internet de las Cosas.

A favor de Arduino juega el hecho de su bajo coste y la existencia de una grandísima comunidad educativa generando contenidos y kits para convertir estas placas en el centro de proyectos de investigación muy fáciles de hacer y, al mismo tiempo, que permitan a los jóvenes hacer sus pinitos en esto del código de manera divertida.

No en vano, Arduino no es más que una simple placa de circuito impreso con un microcontrolador, puertos de entrada y salida y conexiones USB (a través de las cuales también se alimenta) que se lanzó por primera vez en 2005 y sobre el que se pueden desarrollar todo tipo de aplicaciones.

¿Qué pueden fabricar los pequeños con Arduino? Pues desde robots teledirigidos (e incluso autónomos, incorporando sensores de proximidad y rutas mediante beacons o GPS en exteriores) hasta ropa conectada. E incluso hay una startup llamada Flybrix que ha unido el mundo infantil de Lego con los drones para ofrecer diferentes kits con los que construir aeronaves de cuatro, seis u ocho hélices, desde apenas 150 dólares.

Raspberry Pi

Se estrena Raspberry Pi Compute Module 3 Plus, la Rapsberry Pi 3 B Plus plana

Muy similar a la anterior, aunque en este caso con una visión mucho más general, es la placa Raspberry Pi. Este dispositivo, el más económico del mercado por mucho tiempo, nació como una forma de democratizar la informática pero se ha ido consolidando como una alternativa muy útil (precisamente por su bajo coste) para que los niños puedan probar a programar, con una cierta complejidad pero con posibilidades iguales o superiores a las de Arduino.

Además, la Raspberry Pi tiene una gran baza a su favor: es una plataforma mucho más adaptable a las distintas morfologías, incluyendo la existencia de la Raspberry Pi Zero que es una de las preferidas para construir pequeños robots debido a su reducido tamaño. Pero aparte de robots también podremos programar servidores de entretenimiento para nuestra, sistemas domóticos de lo más completos y cosas tan básicas pero útiles como un servidor en el que construir nuestra página web.

Y no hace falta quedarse siquiera dentro de las alternativas oficiales de Raspberry Pi. En ese sentido, una alianza de entidades lideradas por la BBC y con la participación de empresas como Microsoft, ARM o Samsung, crearon una placa basada en este concepto que se ha ido regalando a niños británicos de entre 11 y 12 años. Se trata de un dispositivo similar al que todos conocemos pero mucho más pequeño (apenas 4x5 cm) y que cuenta con una pequeña pantalla LED, algunos sensores básicos como acelerómetro, magnetómetro (actúa como una brújula y como un detector de metales) y dos botones programables.

Scratch

Scratch

Pero si no buscamos fabricar ningún hardware y lo que queremos es que los más pequeños aprendan código puro, frente a la pantalla de su ordenador, existe una opción que está teniendo un enorme éxito en los últimos años: Scratch. Creado por el MIT y financiado por Google, Microsoft, Intel o Dell, esta plataforma consiste en un lenguaje de programación visual que enseña código a niños y adolescentes entre 8 y 16 años.

Está pensado para que los jóvenes aprendan a pensar de forma creativa, aplicando un razonamiento lógico y a trabajar en grupo. Y sus posibilidades son casi infinitas: desde crear pequeños videojuegos hasta usar su interfaz gráfica como método para hacer presentaciones y vídeos. La gran diferencia con otros lenguajes de programación es que es visual y modular, lo que lo hace especialmente sencillo de entender para los más jóvenes. Además, es interoperable con Arduino, por si queremos extender nuestros tentáculos al hardware.

Aunque si lo que queremos es usar nuestro código en algún dispositivo conectado, recomendamos usar Ardublock, un lenguaje de programación inspirado en Scratch pero más orientado a estos entornos. Y, como sucede con su original, en Internet podemos encontrar muchos recursos en texto y vídeo, así como ejemplos de proyectos para aprender a dominar este lenguaje propio (disponibles en inglés y chino).

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