Estos narcosubmarinos transportan la mayor cantidad de cocaína de la historia de Colombia (y tienen en jaque a las autoridades)

• La marina de Colombia ha interceptado dos narcosubmarinos durante la primera mitad de agosto.
• Eso un total de 14 intercepciones este año, más del triple que los cuatro capturados el año pasado.
• Este aumento se produce en unos años de aumento de la producción de cocaína en Colombia, el mayor productor mundial de la droga.

La marina de Colombia ha interceptado 14 lanchas semisumergibles, conocidas como "narcosubmarinos", en el océano Pacífico este año, más del triple de las que se detectaron el año pasado; un repunte que se produce cuando el país lucha contra un aumento sostenido de la producción de cocaína.

Dos de las intercepciones se produjeron a principios de agosto, según Diálogo, la publicación oficial del Comando Sur de Estados Unidos. El 1 de agosto, una unidad de las Fuerzas Navales de Colombia en el Pacífico —ayudada por la inteligencia naval y una aeronave de reconocimiento aéreo— capturó una lancha a unos 37 kilómetros de la costa colombiana del Pacífico sur. La embarcación fue encontrada a la deriva por un fallo mecánico.

Otra intercepción se produjo dos semanas después.

Con la ayuda de un radar de largo alcance y un avión no tripulado de vigilancia ScanEagle, la armada colombiana encontró lo que el servicio describió como una nave "artesanal" hecha a mano de aproximadamente 11 metros de largo y 2,7 metros de ancho en dirección a Centroamérica. Las fuerzas colombianas interceptaron la embarcación y encontraron que tenía un fallo mecánico en sus motores y estaba hundiéndose. El personal de la marina sacó a la gente a bordo e intentó remolcar el barco de vuelta al puerto, pero se hundió.

Diálogo calificó las pérdidas como "un duro golpe para las arcas de las organizaciones del narcotráfico: más de un millón de dólares se destinan a la construcción de un semisumergible".

Las autoridades de Colombia también explicaron que el arresto de 115 personas relacionadas con el tráfico de drogas este año había debilitado las redes de distribución de los grupos criminales.

Un kilo de cocaína podría valer 5.000 dólares en la costa colombiana, pero alcanzaría los 15.000 dólares en Centroamérica y los 33.000 dólares en el mercado internacional, según el Contra Almirante colombiano Orlando Grisales, jefe de la fuerza especial antidrogas Poseidón.

"A medida que la droga abandona la costa y se acerca al puerto de destino, su precio aumenta", dijo Grisales a Diálogo.

Si bien cada buque perdido es un costo irrecuperable para la organización que lo posee, sus cargas a menudo son lo suficientemente valiosas como para compensar el gasto muchas veces.

Cada uno de los envíos documentados por Diálogo tenía valoraciones multimillonarias: se estimó que la carga del 1 de agosto valía 66 millones de dólares.

"Aplastando mosquitos"

El término "narcosubmarino" se aplica generalmente a varios tipos distintos de lancha.

La mayoría de las incautaciones son embarcaciones de bajo perfil, que se asemejan a las embarcaciones tradicionales go-fast.

Las embarcaciones de bajo perfil están diseñadas para navegar a nivel de superficie o cerca de ella, a menudo con el agua que se precipita sobre sus cubiertas, y están configuradas para que gran parte del interior pueda transportar narcóticos. (Los buques de bajo perfil a menudo se identifican erróneamente como semi-sumergibles.) Los dos buques incautados en agosto elevan el total a 14 interceptados en la costa del Pacífica colombiana en lo que va del año. (Los informes de la marina colombiana indican que al menos dos fueron interceptadas en los anteriores dos meses).

Los 14 buques incautados son más del triple que los cuatro que fueron interceptados durante el año pasado, según Diálogo, y son una parte considerable de los 111 que han sido interceptados desde 1993, cuando el primero se encontró en una isla frente a la costa caribeña de Colombia.

Ese aumento aparente apunta tanto al uso creciente de "narcosubmarinos" como a esfuerzos más concertados para atraparlos, ha explicado Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la Administración Antidrogas de EE. UU.

"A los traficantes colombianos les gusta usar los semisumergibles porque son difíciles de detectar" y más baratos que los submarinos de pleno derecho, ha señalado Vigil. Los buques semisumergibles y de bajo perfil están hechos principalmente de fibra de vidrio, y el componente más caro suele ser el motor, pero pueden transportar cargas significativas "y probablemente sean igual de efectivas".

Ha habido una "producción masiva" de semisumergibles en los últimos años, según Vigil.

En September de 2017, la guardia costera de EEUU anunciaba un "resurgimiento de los barcos de contrabando de bajo perfil", informando de que entre junio y septiembre de ese año se había apoderado de siete de esos buques en el Pacífico.

Esas capturas tuvieron lugar frente a las costas de América Central y del Sur, donde las lanchas son más activas, (Los barcos que salen de Colombia a veces van por las Islas Galápagos en lo que puede ser un esfuerzo para evitar la detección submarina).

"Cuando atraviesan la parte del Pacífico, usualmente hacen una parada corta en México. Uno de sus principales destinos en el Pacífico es Guatemala, desde donde los traficantes generalmente trasladan drogas a través de México", asegura Vigil. Honduras es un importante punto para parar en el lado Atlántico, agrega Vigil. A partir de ahí, los cargamentos de droga siguen una ruta similar a los EE. UU.

La noticia de Diálogo llegó la misma semana en que las Naciones Unidas anunciaron que la producción de cocaína y el cultivo de su ingrediente base, la coca, habían vuelto a alcanzar niveles récord en 2017.

Las estimaciones de la ONU publicadas el 19 de septiembre mostraron que la producción de cocaína en Colombia aumentó a 1,379 toneladas métricas en 2017, superando las 1,053 toneladas métricas producidas en 2016. El área cultivada también aumentó a 1,71 millones de kilómetros cuadrados en 2017, desde aproximadamente 1,45 millones de kilómetros cuadrados en 2016.

Los datos totales de la ONU difieren de los reportados por el gobierno de Estados Unidos a principios de este año, pero los números de Estados Unidos —2,08 millones de kilómetros cuadrados bajo cultivo y 921 toneladas métricas producidas— también fueron nuevos máximos.

2017 es el último en varios años de aumento en el cultivo de coca y la producción de cocaína. La producción próspera y las altas ganancias significan que los traficantes continuarán construyendo narcosubmarinos y las autoridades continuarán encontrándolos, mantiene Vigil.

Intentar atraparlos es como "golpear a los mosquitos. Vas a conseguir sólo un poco".