El Parlamento Europeo aprueba el Reglamento de la IA: estos son los plazos para su "implementación progresiva"

Dos militares prueban un 'script' de reconocimiento facial durante un curso de ciberseguridad.
Dos militares prueban un 'script' de reconocimiento facial durante un curso de ciberseguridad.

REUTERS/Amir Cohen

  • El Parlamento Europeo adopta en primera lectura el Reglamento de la IA, después de que el Consejo de la UE hiciera lo propio en febrero.
  • Los ponentes de la norma en la Cámara celebran la votación pero recuerdan que no termina ningún camino: queda mucho por regular en el ámbito de la IA.

El Parlamento Europeo acaba de dar la luz verde al Reglamento de la Inteligencia Artificial. El texto obtuvo ya la aprobación de los dos colegisladores en las negociaciones conocidas como trílogos en diciembre del año pasado, pero había que esperar a que ambos organismos adoptaran formalmente el texto.

Ha salido adelante con 523 votos a favor, 46 en contra y 49 abstenciones. Es la primera lectura que la Eurocámara hace del texto final, con lo que habrá que esperar unas semanas para que vuelva a votarse con algunas cuestiones —relacionadas con la traducción del texto a los idiomas de los 27— antes de que pase al Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) y entre en vigor.

El Consejo de la Unión Europea ya dio su luz verde en febrero y este miércoles era el turno de la Eurocámara, que se reúne en pleno esta semana en Estrasburgo, Francia.

Los dos coponentes de la norma, el socialdemócrata Brando Benifei y el liberal Dragoș Tudorache, se han felicitado por el desbloqueo de la nueva ley, que en sus propias palabras "manda una señal a todo el mundo". Pero el trabajo no cesa aquí. Según Tudorache, ahora comienza una etapa en la que la Unión Europea tendrá que dialogar con el resto de jurisdicciones del mundo.

"Hay que dialogar y promocionar nuestro modelo regulatorio en otras jurisdicciones que puedan interesarse". "Hay que pensar en los saltos cuánticos: esta tecnología nos sorprenderá. Los científicos ya predicen que habrá un momento en el que exista un tipo de inteligencia generada artificialmente", ha advertido.

"Tendremos que responder a cuestiones morales y éticas como consecuencia de esa evolución. Este Reglamento es un punto de partida. Su implementación es clave".

El Consejo de la Unión Europea, el colegislador que aglutina a los Veintisiete, ya dio el visto bueno al texto a principios de febrero. Las negociaciones fueron de infarto, incluso después del entendimiento logrado en diciembre a través de los trílogos. Berlín, París y Roma amenazaron con descolgarse el año pasado de la propuesta.

La principal diferencia, que finalmente fue superada: la existencia de un régimen sancionador.

Sam Altman, CEO de OpenAI, en un congreso sobre seguridad e IA celebrado en noviembre de 2023.

Sin embargo, la Eurocámara ha adoptado este miércoles ya el texto definitivo después de que el Consejo hiciera lo propio semanas atrás. Los eurodiputados ponentes de la norma han defendido que las negociaciones han sido arduas y han acabado satisfechos con el resultado, a pesar de que la ley no prohíba absolutamente la vigilancia masiva mediante sistemas biométricos.

El Reglamento de la IA fue una propuesta de la Comisión Europea que nacía mucho antes de que las IA generativas y los modelos fundacionales se pusieran de moda en la industria tecnológica. Antes de que el mundo supiera quién es Sam Altman u OpenAI, Bruselas y Estrasburgo ya estaban trabajando en esta regulación.

Por ese motivo, la norma se detiene precisamente en los casos de uso que puedan ser perniciosos para los ciudadanos, sin detenerse exhaustivamente en los desafíos y riesgos que implica la IA generativa y su auge.

Benifei ha reconocido en una rueda de prensa previa a la votación que el Parlamento quería prohibir esas cámaras biométricas, pero "estamos en un proceso legislativo". "Estamos convencidos de que con este texto no existe el riesgo de vigilancia masiva porque hay ciertas garantías: ha sido una negociación muy dura y el Consejo no estaba muy contento con las disposiciones acordadas".

Algunas de ellas es que solo se podrán usar dispositivos de vigilancia biométrica "de forma temporal y en casos específicos, con una autorización judicial y con una supervisión de la autoridad competente en protección de datos". "Es una modificación de la propuesta original de la Comisión".

El eurodiputado de Renew, Tudorache, ha puesto el énfasis en esa misma rueda de prensa que aquí no termina ningún camino, sino que dicho camino continúa. Benifei, por ejemplo, ha destacado la necesidad de desarrollar una directiva europea que se centre más en los usos e impactos de la inteligencia artificial en los centros de trabajo.

Días atrás salió adelante la esperada ley rider europea, descafeinada con respecto a su propuesta original, pero sobre la que también ha habido un intenso debate. Sin embargo, esa norma se centra más en la posible laboralidad por parte de trabajadores de plataformas en servicios como Uber o Glovo, aunque también contempla cómo se usa esta tecnología en el ámbito profesional.

Una vez la norma esté plenamente en vigor, lo que se espera que suceda en mayo, los Estados miembros tendrán 12 meses para nombrar a sus autoridades nacionales competentes. España fue la primera en hacerlo, constituyendo la Agencia Española de Supervisión de la IA (AESIA) en A Coruña el año pasado.

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