Farmacia de Guardia fue una de las series de comedia más queridas de la historia de la televisión. En los años 90 Antena 3 dio en el clavo con una serie para toda la familia, fresca, divertida y que marcó muchas pautas para futuras comedias televisivas. Y es que detrás de la cámara estaba un grande como Antonio Mercero, ganador de un Emmy en 1973 por el corto La cabina.

Ahora la plataforma de streaming Netflix la recupera para que las nuevas generaciones rían con los argumentos y para los que ya la vieron, recuperen a personajes que seguro te marcaron, como la farmacéutica Lourdes Cano y su exmarido, Adolfo Segura. 

Una serie que no bajó el listón

Ni en calidad ni en audiencia, puesto que cada capítulo fue todo un fenómeno televisivo en la época, con seguidores muy fieles. El acierto es que no solo era comedia, sino que lo mezclaba con drama y con problemas con los que todos se identificaban. 

Por si no la has visto y lo harás en Netflix, la serie cuenta las aventuras y desventuras de Lourdes, una farmacéutica que, mientras atiende a una variedad de clientes excéntricos, se enfrenta a situaciones humorísticas y emocionales en su vida personal y profesional.

Qué fue de la protagonista

Concha Cuetos era la gran protagonista de la serie, la que regenta la farmacia. Fue tal el éxito que la actriz quedó bastante encasillada posteriormente. 

Tras cuatro años muy intensos pasó una temporada alejada de los focos. Posteriormente, participó en varios capítulos de la serie Hospital Central y actuó en la serie Rabia. Entre sus últimos proyectos profesionales se encuentra el capítulo Luchadoras, de la serie documental España en serie, en el que junto a otras mujeres reivindicaba el gran papel de la mujer en la ficción.

El otro gran pilar de Farmacia de Guardia

Aunque la serie era muy coral, todo giraba sobre todo a la farmacia, pero también a la relación entre la farmacéutica y su exmarido, un truhan que la sacaba de quicio, pero del que no podía desvincularse. 

El personaje lo interpretaba Carlos Larrañaga, una auténtica estrella del cine y de la televisión, pero que, sin embargo, se le recordará sobre todo por este papel. Falleció en el año 2012 por un problema de corazón. Su carrera profesional se extendió hasta el último momento, como su papel en Los muertos no se tocan, nene, su última película.

Qué fue de los hijos

La ex pareja tenía dos hijos en común, muy diferentes pero igual de divertidos e interesantes. Eran desconocidos y rezumaban espontaneidad. Miguel Ángel Garzón hacía del hijo mayor, ya adolescente. No ha dejado la profesión, aunque sobre todo ejerce el doblaje. Lo hace, por ejemplo, con Neil Patrick Harris, el famoso Barney de Cómo conocí a vuestra madre. 

Y el hijo pequeño, Quique, interpretado por Julián González. No dejó tampoco la interpretación y fue un habitual en series como Menudo es mi padre, El Fary o Compañeros. Tras años de estar inmerso en el mundo de la interpretación, Julián González se alejó de la pantalla.

Los entrañables secundarios

Cesáreo Estébanez interpretaba al famoso Romerales, pero ya era un veterano del oficio, como actor en diversas obras de teatro, series de televisión y películas de cine hasta que falleció en el año 2018.

Y qué decir de su compañera policía de patrullaje, María de la Encarnación, que ya era un mito televisivo por su papel de Julia en Verano Azul. Hablamos de María Garralón. Parecía imposible, pero alcanzó tanto o más fama con este papel. Posteriormente, ha sido una de las actrices del reparto de las series Compañeros, Gran reserva, Con el culo al aire o Las chicas del cable. 

Los 90 fueron históricos para la ficción española

El mérito de Farmacia de Guardia es que triunfó en medio de una competencia caracterizada por la cantidad y calidad. Los años 90 fueron una época dorada para las series españolas. Títulos como Médico de Familia, A las 11 en casa y Pepa y Pepe juntaban a toda la familia frente al televisor. 

Como ocurre hoy, la lucha era encarnizada por la audiencia, con lo que Antena 3 y Telecinco ponían toda la carne en el asador para atraer a más televidentes y engancharles, tirando afortunadamente de ingenio, buenos actores y mucha comedia.