Así funciona por dentro la fascinante red de cables submarinos que te conectan a internet

Cada segundo, millones de correos electrónicos, clics y búsquedas suceden a través de la red mundial con tanta fluidez que internet parece casi omnipresente. Como tal, las personas a menudo asumen erróneamente que el tráfico de internet ocurre por aire; nuestros dispositivos móviles, después de todo, no están conectados a nada.
Pero los satélites asumen menos del 1% de las interacciones humanas, y en cierta manera, la verdad es mucho más impresionante que los mensajes enviados a través esta señal.
Internet, posiblemente el recurso más importante en el mundo moderno, es muy tangible y bastante vulnerable. Existe en gran parte bajo nuestros pies, a través de un intrincado sistema de delgados cables submarinos y subterráneos enganchados a gigantescas unidades de almacenamiento de datos tan poderosas que son capaces de recordar cualquier información en cualquier momento.
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Así es como se ve la infraestructura de internet en la actualidad:
En el sentido más básico, el trabajo de internet es llevar información del punto A al punto B

Esos puntos son direcciones IP, los códigos únicos que identifican ubicaciones en todo el mundo, y son a lo que están vinculados sus dispositivos cuando está conectado a internet.
Si se escribe "Mi dirección IP" en Google, el motor de búsqueda lo mostrará.
A medida que viaja, cualquier información transferida a través de la web llega a los servidores de datos de internet, alojados en centros de datos de todo el mundo.

En 2008, aproximadamente 9.500 millones de gigabytes pasaron dentro y fuera de los servidores del mundo, una cifra que se ha ido superando progresivamente con los años.
Mover información hacia y desde servidores a menudo implica cruzar océanos

Dependemos casi por completo de los cables para el tráfico de internet porque son más rápidos y más baratos que los satélites, pero colocarlos sobre los cuerpos de agua es un proceso tedioso que se lleva a cabo.
Para hacer que internet sea lo que es hoy en día, los humanos han tendido poco a poco más de 300 cables submarinos que recorren un total de más de 800.000 Km.

Alrededor del 97% de todos los datos intercontinentales se transfiere a través de estos cables, según el foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico.
Si los cables submarinos del mundo estuvieran tendidos de extremo a extremo, los cables podrían extenderse de aquí a la luna, volver, y rodear el punto más ancho de la tierra hasta casi tres veces

El cable más largo tiene aproximadamente uno 38.624 Km. de largo. Se extiende desde Alemania hasta Corea y aún más al sur hasta Australia, alcanzando 39 puntos de aterrizaje diferentes en el camino

El primer cable transcontinental se estableció en 1858, y se extendió desde Irlanda hasta Terranova.
Hay diferentes tipos de cables utilizados bajo el agua, que varían en grosor: desde el ancho de una manguera de jardín a cerca de tres pulgadas de diámetro

Los más ligeros (extremo derecho) se colocan principalmente en el fondo del océano profundo. En el corazón de los cables se encuentran los cables de fibra óptica que transmiten información, protegidos por vaselina resistente al agua y capas de metal trenzado.
Colocar cada cable bajo el mar requiere varios meses, millones de dólares y una nave muy grande con kilómetros de cable enrollados a bordo

Algunos cables se colocan a una profundidad de 7,2 kilómetros debajo de la superficie del océano, lo que significa que están sujetos a daños por desastres naturales, corrosión, pescadores e incluso mordeduras de tiburones

Las reparaciones de rotura son manejadas por barcos especiales con pequeños ganchos que tiran del cable hacia arriba o lo cortan en dos y traen ambas mitades para repararlas. Al menos 50 cortes de cable al año ocurren solo en el Atlántico, de acuerdo con Technology Review
Los cables vuelven a la orilla en los puntos de aterrizaje por cable y se dirigen a los centros de datos al viajar bajo tierra

En los EE. UU. hay 542 cables (representados por las líneas amarillas) que se conectan en 273 puntos diferentes (representados por los cuadrados azules)

En nuestro país el cableado hace escala en puntos como Rota, Chipiona, Cádiz, Estepona, Valencia, Palma, Ses Covetes, Barcelona, Gavá o Bilbao, siendo las Canarias un punto clave de unión entre Europa y África.
Para los cables en tierra firme la construcción es una gran preocupación. Para evitar que los cables sean desenterrados, se colocan junto a tuberías de gas o dentro de tuberías viejas, con marcadores sobre el suelo a lo largo del camino

De manera similar a los cables submarinos, los cables en suelo seco están sujetos a daños por desastres naturales, como los terremotos.
Los cables finalmente llegan a los centros de datos mencionados anteriormente y navegan hasta los servidores de la máquina

Estos suelen ser edificios sin identificación o marca ubicados en áreas rurales, muy lejos de los límites de la ciudad...

... y en edificios dentro de ciudades muy pobladas, ocultos a plena vista

De hecho, uno de los centros más concentrados del mundo en términos de conectividad a internet se encuentra en el bajo Manhattan en el 60 de Hudson Street

Una empresa llamada Telx opera desde el noveno piso, donde los canales locales, nacionales y globales se unen para transmitir datos.
Hay otros dos centros principales en Nueva York, ubicados en 111 Octava Avenida, —el antiguo edificio de la Autoridad Portuaria que Google compraba por 1.900 millones de dólares—, y el edificio 32 de Avenida de las Américas

Cada centro de datos consume grandes cantidades de energía. Apple recientemente construía dos para ayudar a potenciar su centro de datos de Carolina del Norte

Estos centros están llenos de "salas ensordecedoramente ruidosas que engullen bastidores de servidores y routers", donde te "azota el aire caliente y frío que brama por todos lados", según las propias palabras del diseñador y artista Timo Arnall, autor del vídeoInternet machine, sobre las infraestructuras invisibles de la red en nuestro país

En estos centros, los techos deben tener entre 3 y 4 metros de altura para soportar el aumento del calor de los servidores

Los techos del Philadelphia Internet Exchange, por ejemplo, tienen una altura de entorno los tres metros y medio de alto.
Los centros de datos son edificios a los que resulta muy difícil acceder. Uno de los más grandes, el de Telefónica en Alcalá, tienen una "seguridad mucho más elevada que cualquier aeropuerto", declaraba Arnall

Desde el exterior, estos edificios sin pretensiones son la prueba más evidente que tenemos de que internet es más físico de lo que pensamos

Un constante recordatorio de todo lo que se necesita para mantener a flote la red mundial
