Google tiene sed: el consumo de agua de la tecnológica se dispara y parece que la IA solo va a empeorar las cosas

| Traducido por: 
Thomas Kurian, CEO de Google Cloud.
Thomas Kurian, CEO de Google Cloud.

Getty

  • El último informe medioambiental de Google registra un incremento del 20% en el consumo de agua de sus centros de datos.
  • A medida que se acelere la carrera armamentística para desarrollar inteligencia artificial, esta situación puede empeorar.

Google acaba de publicar su informe medioambiental para 2023 y una cosa es segura: el consumo de agua de la compañía se está disparando.

El gigante tecnológico reconoce que en 2022 consumió cerca de 21.200 millones de litros de agua, el equivalente al volumen de agua que se necesita para regar 37 campos de golf. La mayor parte de esa cantidad, 19.700 millones, fue consumida en los centros de datos de la multinacional, lo que supone un incremento del 20% con respecto a la cantidad que Google declaró el año anterior.

Estas cifras son un recordatorio del coste medioambiental que conlleva el funcionamiento de los centros de datos, que a menudo necesitan ingentes cantidades de agua para mantenerse refrigerados. A medida que Google y el resto de empresas que desarrollan inteligencia artificial se pongan a construir más instalaciones similares, es muy probable que la cantidad de agua que consumen siga aumentando.

Shaolei Ren, profesor de Ingeniería Eléctrica e Informática de la Universidad de California en Riverside (Estados Unidos), sugiere que el incremento del 20% en el consumo de agua se corresponde proporcionalmente con el aumento de la capacidad de cálculo de Google, que ha sido impulsado en gran medida por la IA.

Botella de agua

Sin embargo, Ren se muestra escéptico ante la posibilidad de que este incremento sea sostenible a largo plazo, incluso con el compromiso de Google de reponer agua para compensar su consumo. "Solo consigue que su contabilidad del agua parezca más bonita, pero el agua se sigue consumiendo", declara el experto a Business Insider.

La firma de Mountain View ha fijado 2030 como fecha límite para reponer el 120% del agua dulce que consume en sus oficinas y centros de datos. Según su propio informe, ahora mismo solo repone el 6%. La mayor parte del agua que consume Google en estos momentos es "potable", es decir, lo suficientemente limpia como para ser utilizada para el consumo humano.

En su último informe, la tecnológica afirma que tiene en cuenta el "estrés hídrico local" —otra forma de decir escasez— y que el 82% de sus extracciones de agua dulce en 2022 proceden de regiones con bajo estrés hídrico. 

Con respecto al 18% restante, dice que está "explorando nuevas asociaciones y oportunidades" para mejorar la salud de las cuencas hidrográficas, pero puede encontrarse con una mayor resistencia conforme la sequía se agrave.

En 2019, Google planificó un centro de datos en Mesa, Arizona (EEUU), que obtuvo una garantía de consumo de más 15 millones de litros de agua al día. Sin embargo, como publicó recientemente Business Insider, Arizona se enfrenta a una escasez de agua que podría frenar algunos de estos acuerdos.

De hecho, un portavoz de Google aseguró a este medio de comunicación que, una vez terminado, el centro de datos de Arizona utilizará en su lugar "tecnología de refrigeración por aire".

Google no es la única compañía que tiene sed. 

Meta, la matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp que planea construir un centro de datos en Talavera de la Reina (Toledo), utilizó más de 2,6 millones de metros cúbicos —unos 2.600 millones de litros— de agua en 2022, principalmente para sus centros de datos. Además, su último gran modelo lingüístico de inteligencia artificial, el Llama 2, ha necesitado mucha agua para entrenarse.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.