Acabo de volver de mi primer MWC: así ha sido el evento para mí y estos son los 20 consejos que yo le daría a alguien que vaya a ir por primera vez

Casi desde que tengo memoria, mis padres me acostumbraron a que, acabado el curso escolar, como premio, me regalaban un libro. Una vez agotadas las sagas de Harry Potter y Manolito Gafotas, les dio por los libros sobre deportes, especialmente sobre fútbol.

Esto quiere decir que crecí leyendo las historias que contaban sobre el Mundial tipos como Julio Maldonado y Jorge Valdano. Como lo de ser periodista nunca estuvo en duda, ir a escribir sobre un Mundial de fútbol o, en su defecto, sobre unos Juegos Olímpicos, se convirtió durante años en mi máxima aspiración. En cierta manera, aún lo es.

Pero como los sueños se ajustan con el tiempo, ya de adolescente descubrí el E3, un evento que se celebraba en Los Ángeles, EEUU, y que básicamente congregaba a lo más granado de la industria del videojuego.

Si cubrir unos Juegos Olímpicos o un Mundial tenía que ser glorioso, me decía a mí mismo, viajar a un E3 tampoco tenía que estar mal: probar antes que nadie los videojuegos que estaban a punto de salir y entrevistar a sus desarrolladores para, después, volver al hotel y contarlo. Me parecía increíble que alguien pudiera recibir dinero por eso.

Pero pasó el tiempo y se me hizo tarde para cubrir un E3, que se canceló de manera definitiva en 2023. Sin embargo, desde que hace un par de años empecé a trabajar para Business Insider España, otro evento ha llamado mi atención poderosamente: el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona.

Desde que llegué, no he parado de oír hablar a los compañeros expertos de tecnología sobre el MWC: que si el Mobile esto, que si el Mobile aquello, que si ya verás este año en el Mobile, que si qué fuerte lo del Mobile del año pasado, que si se trabaja mucho, que si se dan muchos pasos, que si cenas, que si contactos, que si van, que si vienen.

Con tanto Mobile, consiguieron que me picara la curiosidad, la verdad, y eso que siempre he presumido de tecnófobo: que los móviles se abrieran allá por principios de los 2000 ya me parecía el culmen del desarrollo, y no sé si los smartphones de verdad están mejorando nuestras vidas.

Y en esas andaba, convencido de que las últimas novedades tecnológicas no iban conmigo, cuando mi jefe, escueto él, me escribió: "Te vas al MWC". El motivo es que este año había, como poco, unas cuentas entrevistas que hacer, un buen puñado de personas a las que dar el contacto y unas buenas charlas que cubrir sobre el mundo del emprendimiento, mi área en Business Insider España.

Así que, justo cuando creía que moriría sin cubrir un gran evento, para allá que me he ido. Si te digo la verdad, aunque sigo teniendo dudas de que la humanidad esté yendo en la dirección correcta, estos cuatro días han disipado algunos de mis temores. 

He trabajado mucho (y lo que me queda: tengo una veintena de charlas y entrevistas que volver a escuchar para escribir sobre ellas), pero también he aprendido mucho y he conocido a gente interesante, que son los dos motivos principales por los que ejerzo este oficio. 

Y sí, también me lo he pasado muy bien.

Así ha sido mi primer MWC, resumido en estos consejos para quienes, como yo este año, se dispongan próximamente a debutar en estos lares:

1. No le cojas cariño a tu habitación de hotel: la pisarás poco

¿Ves esa cama tan grande y mullida y esa televisión tan grande y con tantos canales? Pues no te encariñes: disfrutarás poco de ellos. En el MWC los periodistas dormimos, con suerte, una media de cuatro o cinco horas al día.

El motivo es que, aunque el recinto cierra a eso de las 20.00, después muchas marcas suelen ofrecer cenas y fiestas a las que conviene asistir porque es allí donde se consiguen los contactos. Eso, sin contar que tengamos que escribir o montar alguna pieza audiovisual de última hora con las novedades del día.

Esto quiere decir que uno no suele acostarse hasta la una o las dos de la mañana como pronto. Considerando que hay que estar de pie a eso de las 7 para desayunar y poder llegar al MWC sin sufrir mucho atasco, el resto es echar cuentas.

2. Come siempre que puedas: no sabes cuándo podrás volver a hacerlo

Los desayunos de los hoteles son una ocasión ideal para coger fuerzas. Lo son, entre otras cosas, porque es posible que luego, una vez metido en batalla, no puedas volver a comer hasta que salgas de MWC. 

3. El desayuno de los campeones

Mamá, ya te dije que estaba desayunando fruta.

4. Las armas del guerrero

Al MWC de este año han acudido más de 1.200 startups. Si me hubiese tenido que parar a decidir en el momento con cuáles quiero hablar y con cuáles no, me hubiese vuelto loco. Ir al evento con una buena planificación es clave para no perderse. 

El MWC empieza unas semanas antes del MWC.

Esto que ves es mi Google Calendar de la semana. En azul, las entrevistas, y en blanco, las charlas.

Además, fui al MWC con un reloj para contar los pasos para la competición de nuestra newsletter, un móvil para las fotos (iPhone) y otro para grabar las entrevistas (Realme), portátil, cargador del portátil y cargador portátil (que no es lo mismo) para los móviles.

5. Las (muchas) armas del guerrero

Esta la tomé por si pensabas que yo había llevado demasiados aparatos.

6. Ármate de paciencia con los atascos: al fin y al cabo, eres el culpable

Un clásico del MWC: los atascos. Barcelona se congestiona especialmente durante estos días. No es para menos: este año, según los organizadores, hemos sido más de 100.000 los asistentes al evento.

Conviene ser paciente. Al fin y al cabo, la culpa la tenemos nosotros.

7. Emplea el primer día en aprender a moverte

La Fira de Barcelona, el recinto ferial en el que se celebra el MWC, es muy grande, lo que significa que es fácil perderse en él. 

Este año, por ejemplo, el espacio estaba distribuido en ocho halls, pero estos no aparecían ante el andante de manera lineal, sino que, por ejemplo, uno podía ir del tres al ocho dejando a los lados el cuatro y el cinco.

Eso, sin contar los que uno puede dejarse si no está pendiente de subir y bajar escaleras. El espacio dedicado al emprendimiento, por ejemplo, estaba dividido en el hall 8.1, piso principal, y 8.0, un piso inferior al que se accedía bajando unas escaleras mecánicas.

Una vez se le coge el truco al lugar, no es difícil moverse, pero al principio conviene que dediques unos cuantos ratos a ubicarte, a aprender dónde están las cosas. 

Hazme caso: te ahorrarás unos cuantos paseos.

8. Todo rincón es bueno para trabajar

Otra estampa clásica del MWC: personas aprovechando cada rincón del recinto para sentarse con sus portátiles y dedicar un rato a ponerse al día con el trabajo. 

Además, hay que contar con que en el evento suceden cosas, y muchas veces viene muy bien sentarse cinco minutos en un sitio para recapitular y pensar en lo que hemos visto.

Sin embargo, no siempre tenemos cerca una confortable sala donde hacerlo, con lo que tendrás que apañarte con lo que tengas más a mano. 

9. El MWC es muchas veces un trabajo en equipo

Aunque vayas solo, no deberías dejar que la obsesión tecnológica te aísle. En cada rincón de la feria hay siempre gente a la que puedes preguntar tus dudas. Ni digamos si vas acompañado: apóyate en la experiencia de los compañeros que han ido más años, como hice yo.

Este es el equipo de periodistas que fuimos de Axel Springer. Detrás de mí, izquierda a derecha: Roberto Corrales, experto en tecnología y telecomunicaciones; Alberto Aguiar, experto en ciberseguridad, política y telecomunicaciones; Manuel Contreras, experto en producto, y Abraham Andreu, también experto en producto y jefe de vídeo. 

En primer plano, la editora de Tecnología de todo Axel Springer, Ana Muñoz.

10. Acude a los tumultos

Por norma general, el público del MWC está compuesto de hombres y mujeres bastante tecnológicos. Esto quiere decir que la mayoría está curada de espanto y que no se los impresiona con cualquier tontería.

Por eso, siempre que veas un tumulto, saca codos y arrímate. Suele estar ocurriendo algo interesante.

11. Al filo de la noticia

¿A qué respondía la aglomeración anterior? A que estos magníficos perros policía tuvieron a bien jugar un rato y luego sentarse con un compañero robótico que también camina a cuatro patas. 

¿Me darán el Pulitzer de fotografía por esto? No necesariamente, pero no me digas que no tienen su gracia.

12. Recuerda que el público suele tener razón

Una extensión del consejo de acudir a los tumultos. Como te decía, el público del MWC es experimentado y sabio, con lo que, si acuden en masa a una charla o a un concurso (en este caso, la competición de startups), es conveniente que, como poco, te acerques. Suele haber algo interesante.

13. Disfruta de la tecnología

En el MWC hay un montón de stands que permiten probar las últimas novedades tecnológicas. Si puedes, no te prives de dedicarles un rato y probar las cosas por ti mismo. Al fin y al cabo, a estas cosas uno también viene a divertirse.

14. Disfruta de la tecnología (segunda parte)

Esta la tomé solo para insistir en la idea. Bueno, para eso y porque me hizo gracia que una batería se toque sola a sí misma.

15. Disfruta de la tecnología (tercera parte)

16. Que no te lo cuenten

Siempre hay unas marcas que hacen más ruido que otras. Este año, una de las grandes protagonistas ha sido Xiaomi, que, no contenta con desarrollar algunos de los smartphones más potentes, parece ahora también dispuesta a entrar en el mercado del automóvil.

Por más que te hayan hablado del stand de moda, anímate siempre a acercarte y verlo por ti mismo. Nunca se sabe si podrás captar algún detalle que se le haya pasado al resto. 

17. Pon los cinco sentidos en el MWC

Sé que hay muchas leyendas circulando por ahí que hablan de las fiestas que se pegan los empresarios y periodistas que acuden al MWC después de esas cenas para estrechar lazos de las que ya te he hablado. Son todas mentira, salvo alguna cosa.

Lo son porque no hay necesidad: muchos espacios del MWC ya son en sí mismos una discoteca. Pocas cosas me han llamado más la atención que ver a gente yendo y viniendo de los distintos hall con sus AirPods o sus auriculares puestos para escuchar su propia música. 

Creo sinceramente que se han perdido parte de la experiencia del MWC, una feria que sobre todo se ve, pero que también se escucha y se toca. Pon tus cinco sentidos en la feria: nunca sabes a través de qué sentido van a intentar sorprenderte la próxima vez.

18. Una feria de precios no muy populares

No te voy a mentir: si tu idea es comer dentro del propio recinto ferial, prepárate para sacar la billetera. Comer dentro del MWC no es nada barato. 

19. Recuerda que el metro es una buena opción

Como te comentaba antes, a la salida y a la entrada del MWC se arman unos atascos importantes. Por eso, una buena alternativa es el metro. Ya ves que no soy el único que lo piensa.

El motivo es que en la propia Fira de Barcelona hay acceso directo a él. Además, a los periodistas nos dan un billete que nos sirve durante estos días para movernos gratis en transporte público. Nosotros lo agradecemos, y el medioambiente también.

20. Empieza a reservar las fechas del año que viene

Créeme, no vas a poder evitar salir del MWC pensando ya en cómo será el del año que viene.