He visitado el primer estudio musical con Dolby Atmos de España: así es producir música desde cualquier parte con la misma tecnología con la que han grabado sus canciones artistas como Alejandro Sanz o Miguel Bosé

Hace unos años ser un audiófilo era un lujo al alcance de unos pocos, por el coste tanto del equipo de reproducción como de los contenidos. No obstante, en la actualidad la llegada de las nuevas tecnologías está democratizando el acceso a la música en alta calidad. 

Frente al generalizado uso del formato estéreo, han ido surgiendo estándares como Dolby Atmos, más inmersivo. Aunque nació para el cine, esta tecnología ya está disponible en varias plataformas de música en streaming, como es el caso de Tidal, Apple Music y Amazon Music.

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Para que la música en Dolby Atmos llegue a los usuarios en las plataformas de sus móviles y las oigan desde su auriculares, antes es necesario que la industria musical adapte sus creaciones a este formato, tanto en la grabación como en la producción.

He podido visitar este miércoles Comeback Studios, en el estudio musical PKO, en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, que cuenta con la primera cabina portátil con capacidad de hacer streaming en calidad Dolby Atmos.

Una cabina con Dolby Atmos que está escondida en una mansión donde han grabado artistas de la talla de Alejandro Sanz.

Ubicado en un barrio repleto de lujosas mansiones en la periferia de Madrid, el estudio PKO no es una excepción. Esta enorme casa está repleta de cuadros de artistas contemporáneos, pero el arte que más se cultiva es la música, con intérpretes destacados que han pasado por allí como Alejandro Sanz, Miguel Bosé o Raphael.

Alberga en su interior una sala profesional con una instalación de 7.1.4, para que los productores puedan trabajar al máximo detalle. Esto supone 12 altavoces: 7, a la altura de los oídos; uno para los graves; y 4, en el techo.

Pero a veces, los artistas necesitan grabar sesiones de música en directo, desde un Tiny Desk hasta un concierto de una orquesta sinfónica. Y obviamente, para ello no pueden desplazarse a un estudio remoto, aunque tampoco quieran descuidar la calidad.

Para estas situaciones, PKO dispone de Studio Bricks, una sala portátil dentro de un contenedor equipada de una instalación 5.1.4, mesa de control y que puede hacer las veces de sala de grabación en apenas unos metros cuadrados de espacio.

Gracias a este cubo transportable, orientado también a eventos deportivos, los artistas pueden llevar un estudio profesional de alta calidad a cualquier parte. Y, por supuesto, está insonorizado.

Además, como han demostrado Dolby y PKO en su evento de este miércoles, he podido ver cómo la pequeña cabina se utiliza para llevar a cabo el streaming en directo. En esta ocasión ha actuado en directo la banda Moanday con Roy Borland, pero también se puede grabar o emitir en estéreo, si se prefiere.

Dolby Atmos funciona por coordenadas 3D. Con ellas el sonido suena por todas partes, no solo por los lados como estamos acostumbrados con el estéreo.

Dolby Atmos es, básicamente, un formato de metadatos que se añade a las pistas de audio. Con él, los objetos de sonido, que pueden llegar hasta 118 independientes, tienen una información posicional con coordenadas de 3 ejes: X, Y y Z.

Gracias a esta variedad de procedencias, el resultado es un efecto inmersivo. Requiere de varios altavoces, como sucede en los estudios, pero los usuarios pueden conseguirlo con dispositivos como barras de sonido –que juegan con el rebote del sonido en una habitación.

Pero lo más común es el uso de auriculares con binauralización, que generan un efecto que hace creer al cerebro que los sonidos que escucha desde los oídos proceden de lugares diferentes.

Además, Dolby trabaja para expandir el catálogo de dispositivos compatibles con Atmos, por ejemplo entre los coches, y ha llegado a un acuerdo para que los vehículos de gama alta del fabricante alemán Mercedes Benz tengan soporte para el estándar.

La música con Dolby Atmos define el posicionamiento de cada sonido, voz o instrumento en el proceso de producción. Los expertos de Dolby y PKO me han explicado que esto no supone necesariamente más trabajo de producción, pero sí que permite más opciones creativas.

Normalmente, los productores musicales tienen que poner el foco en que todos los sonidos e instrumentos de un tema se compriman correctamente en los 2 canales del formato estéreo. Dolby Atmos, por su parte, les permite crear efectos sin preocuparse por si se oirán claramente.

La diferencia entre el Dolby Atmos y el estéreo es enorme. Cualquiera puede notarla, e incluso la música que no te guste sonará mejor.

Debo reconocer que no soy la persona con mejor oído del mundo, pero incluso para mí ha sido más que evidente la comparativa entre el sonido estéreo, aunque estuviera reproducido por los altavoces profesionales del estudio PKO, y la música en Dolby Atmos.

Sobre todo he notado la facilidad con la que se distinguen los instrumentos entre ellos cuando suenan al mismo tiempo, o cómo la voz del cantante se separa claramente de la de los coros.

Dolby y PKO han querido complacer a quienes hemos acudido con la posibilidad de escuchar Rocket Man de Elton John en Dolby Atmos. Y tengo que admitir que nunca había escuchando tan bien. 

Ahora bien, incluso los grupos que no me gustaban tanto me han sonado bien en este formato, por lo que no me sorprende nada que cada vez se generalice más en la música, en plataformas y dispositivos.