Kim Jong-un podría ser uno de los pocos dictadores a los que se ha visto llorar en público

Kim Jong Un, el líder norcoreano, ha aparecido llorando durante la reciente emisión de un discurso en los medios de comunicación estatales, en una de las numerosas ocasiones en las que el dictador ha llorado delante de sus ciudadanos.

El último momento emotivo de Kim se produjo el domingo durante la quinta Reunión Nacional de Madres del país (la primera vez que Corea del Norte celebró el evento en 11 años, según The Associated Press) en la que las madres son honradas por servir a sus maridos, hijos y al país. 

Este año, Kim abordó la disminución de la tasa de natalidad en Corea del Norte y pidió a las mujeres que den a luz a más hijos como una forma de deber patriótico. 

"Detener la disminución de las tasas de natalidad y proporcionar un buen cuidado y educación infantil son todos nuestros asuntos familiares que debemos resolver junto con nuestras madres", dijo el líder en su discurso, según la Agencia Central de Noticias de Corea, el medio estatal de Corea del Norte. 

La tasa total de fertilidad de Corea del Norte, o el número promedio de bebés que se espera que una mujer dé a luz durante su vida, disminuyó de 1,88 en 2014 a 1,79 en 2022, según Associated Press. 

No es la única vez que se ha visto llorar al dictador norcoreano. 

En 2011, Kim fue visto con lágrimas en su rostro durante el funeral de su padre, Kim Jong-Il, según Reuters. 

En 2018 se publicó un reportaje del Asahi Shinbun de Japón, que citaba a un desertor norcoreano con contactos dentro del país con conocimientos de la situación, sobre un vídeo de Kim llorando por su incapacidad para mejorar la débil economía del país. Aquella información sostenían que funcionarios de alto rango del sistema político norcoreano vieron aquel vídeo. 

De manera similar, en 2020, Kim se emocionó durante un discurso en un desfile militar que marcó el 75 aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores de Corea porque sintió que sus "esfuerzos" no eran suficientes para el país, según un vídeo de The Guardian. 

Se sabe de pocos dictadores que hayan llorado delante de sus súbditos. Incluso para los líderes de las democracias, llorar frente a sus electores es un momento digno de titulares. 

Se rumoreaba que Stalin era alguien que a menudo estaba al borde las lágrimas a puerta cerrada, según una criada del Kremlin. El presidente ruso Vladímir Putin también fue visto llorando durante su discurso de investidura cerca del Kremlin en 2012, según Reuters.