Era cuestión de tiempo, la inteligencia artificial llega a la moda con intención de transformarla y la catalana Mango ha dado el primer paso dando forma a su propia plataforma de IA generativa conversacional, según ha comunicado la propia compañía.

La herramienta será utilizada en sus procesos internos de diseño de colecciones y gestión de la posventa. El objetivo del proceso, que no es nuevo en la industria retail y que ha llevado 9 meses, es el de permitir crear diseños y también preguntar si estos tienen éxito.

De esta forma, el grupo se ha valido de las tecnologías ya existentes como el propio ChatGPT, BARD, de Google, o la open-AI de Microsoft, pero con la salvedad de integrarlas en su propia plataforma interna.

Jordi Álex, director de sistemas de información y tecnología de Mango, avanzaba a Cinco Días algunas claves: “El proyecto se centra en enriquecer la respuesta con datos externos e internos y también entrenar los grandes modelos de lenguaje con el ADN Mango”. 

Con Lisa ahora todo avanza al siguiente estadio. La empresa explica que serán 2 los focos de acción. Por un lado, ayudará a lo relacionado con la producción, lo que incluye desde el análisis de las tendencias a abordar la etapa creativa de ideación y diseño de producto o texturas. 

En otro segundo escalón aparece su aplicación en los servicios de posventa: “Queremos pasar de un asistente conversacional para casos de uso cerrados a un asistente conversacional interactivo que atienda múltiples casos de uso en diferentes canales con nuestros consumidores”, apunta el ejecutivo.

Sobre su utilidad a la hora de atajar uno de los quebraderos de la industria, la gestión de inventarios, Jordi Álex reconoce su capacidad pero solo en ciertos procesos. La parte central, sostiene, continuará basándose en la tecnología RFID para tener un “control y trazabilidad en tiempo real”.

La ofensiva online de Mango tiene un gran escollo por delante: cumplir con sus propias expectativas

Un copiloto para los empleados y nunca un sustituto 

De todo lo anterior emana que Lisa está enfocada para su uso interno. Se trata, por tanto, de una plataforma digital que centraliza las peticiones que estos pueden realizar, tanto en texto como en audio.

Para todo este proceso la empresa catalana ha organizado 2 equipos de trabajo. Uno de ellos, de corte tecnológico —especializados, en su mayoría, en arquitectura web, tanto la que ve un usuario de la web como la que da forma a la infraestructura que hay detrás de la misma—. El otro grupo es conocedor directo de las plataformas de IA. 

Sobre la inversión que se ha destinado a Lisa, el grupo no revela cifra, pero Jordi Álex sostiene que esta se ha podido desarrollar “con relativamente poco esfuerzo a nivel de inversión y tiempo”. 

Sí busca el directivo de Mango desterrar esa idea, al menos en el seno de Mango, de plantear la inteligencia artificial como sustitutiva de la capacidades de los profesionales: "Se trata de una tecnología que será un copiloto para nuestros empleados y stakeholders y que nos ayudará a extender sus capacidades, porque la tecnología nos hará más humanos o no será”.

No es un camino nuevo para Mango

El camino que ahora parece nuevo lo comenzó a andar Mango en 2018, cuando comenzó a construir plataformas de machine learning (MLE). 

Con todo y hasta la fecha, ha desarrollado más de quince plataformas distintas que aplican la inteligencia artificial en diferentes puntos de su cadena de valor, como pricing o personalización.

Entre ellas, destacan varios ejemplos como Midas, utilizada para su política de precios en mango.com y en su cadena de tiendas de retail o Gaudí, para la recomendación de productos a sus clientes.

Asimismo, Mango desarrolló hace ya un año una plataforma de IA generativa de imágenes, denominada Inspire para ayudar al equipo de diseño y producto de la compañía a inspirarse viendo diferentes conceptos para poder cocrear estampados, tejidos o prendas. 

Así, la compañía cuenta ya con más de 20 prendas en el mercado que han sido cocreadas con inteligencia artificial y el camino solo acaba de empezar.