Las medidas de ahorro energético para afrontar los meses más fríos

Una persona pone la calefacción.

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  • Aquí tienes todas las medidas para ahorrar lo más posible en tu factura y afrontar los meses más fríos. 
  • Con una mínima inversión o al menos con unas medidas sencillas, puedes ahorrarte hasta un 30% en la factura eléctrica. 

El frío ha llegado para quedarse y te esperan aún las semanas y meses más duros, es decir, diciembre y sobre todo enero y febrero. Es hora de poner todos los medios para ahorrar lo más posible en la factura energética, más aún cuando se vislumbran nuevas subidas. Aquí tienes las medidas de ahorro energético imprescindibles si quieres afrontar los meses más fríos sin que tirites tú y tu bolsillo. 

Las medidas que recomienda el Gobierno

Recordarás las medidas del Gobierno del año pasado, a raíz de la guerra en Ucrania, para limitar la temperatura de la calefacción a 19 grados, mientras que en verano también se impuso no poner el aire acondicionado a menos de 27 grados. Las medidas eran para edificios administrativos, espacios comerciales y culturales, cines, estaciones de autobús y tren y aeropuertos, pero si lo aplicas en tu casa, verás cómo mengua tu factura.

No se trata de estar en casa con abrigo y bufanda. A 19 grados, lógicamente no es necesario, salvo estar con ropa de entretiempo, y en el sofá siempre puedes tener una colcha o mantita a mano. Es una temperatura más que suficiente para tener la casa caldeada y de paso ahorrar mucho en la factura. Por las noches también lo agradecerás, ya que lo mejor para la salud es dormir a una temperatura más bien fresca, y siempre recuerda que con un buen edredón, por la noche no pasarás frío, salvo ese golpe por las mañana al levantarte, algo que también es más sano de lo que piensas. 

De todas formas, si eres demasiado friolero, hasta 21 grados ya supone un buen ahorro. De todas formas, siempre es más eficiente programarlo y calentar poco a poco, que andes todo el tiempo apagando y encendiendo, muy habitual para esas casas donde lo ponen a tope, se caliente mucho la estancia, y lo apagan, y así cuando se enfría algo vuelta a empezar. Es un gasto enorme y poco efectivo. Cada grado que bajes supone un buen ahorro en tu factura. 

Compras inteligentes para ahorrar en tu factura

No solo de calefacción vivimos en invierno, sino que puede tener aliados que harán que la casa esté más caldeada y de paso quitarla trabajo. Es el caso de las llamadas cortinas térmicas, que controlan las corrientes de aire y reducen la pérdida de calor hasta en un 25% en invierno. Pero además te valen para todo el año, puesto que en verano reducen la ganancia solar en un 33% en verano. Doble servicio.

El sistema radica en su elaboración con capas de materiales de resistencia térmica. La parte visible suele ser de algodón, poliéster, lino, lana o seda, mientras que la intermedia de espuma, fieltro, algodón grueso, franela u otro material resistente a la temperatura; por último, la tercera capa es de revestimiento. 

Lo que te rodea contribuye al calor

Igual que en verano quitas alfombras, cortinas... todo lo que dé calor, en invierno pon alfombras, si son de lana en vez de algodón mejor, en salón y dormitorio. Ni que decir tiene el tema de fundas de sofá y cojines, que les puedes cubrir con texturas de pelo y polares, que mantienen el calor corporal. 

También es muy importante en tema de las paredes, sobre todo las que dan al norte y no están protegidas por otro piso o edificio. Mejor que estén lo más cubiertas posible de muebles y cuadros. Sin embargo, todo ello mantenlo lejos de los radiadores, para que extiendan el calor de manera uniforme, sin acercar ropa mojada, que da humedad al ambiente. Opta por tenderlo aunque tarde en secarse, salvo que tengas secadora. 

Si puedes mover radiadores, la colocación más eficiente es bajo una ventana, aumentando en un 30% la eficacia. Si además quieres aún más, coloca detrás una lámina reflectante, ya que ahorras entre un 10 y un 20% de energía, según la OCU. El coste es de entre 10 a 50 euros, con lo que te va a compensar el gasto. 

El aislamiento es la clave

Si una casa está bien aislada, el ahorro en calefacción es inmenso, pero casi todos los hogares no tiene esa ventaja. Están muy mal aislados y se va el calor a pasos agigantados, con el continuo coste que supone mantener la temperatura. Si no puedes afrontar un aislamiento térmico, sobre todo con nuevas ventanas, o vives en alquiler y no puedes, al menos tienes formas de minimizar esa pérdida en ventanas y puertas. 

Por ejemplo, colocando burletes en todas las ventanas, pero, ya que gastas en ello y es una inversión, compra unos de calidad, porque son los que te van a aislar de verdad. En cuanto a puertas, obviamente sobre todo en la de entrada de la casa, con todo el frío que entra del portal. Instala otro burlete con lengüeta de goma, PVC o cepillo que hace de barrera también contra el ruido o el polvo. 

Otras medidas

Errores que cometes al poner la calefacción y que debes parar de hacer para ahorrar en tu factura.

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Hay otras medidas que te parecerá que poco hacen para tener la casa menos fría, pero todo va sumando (o restando en tu factura): baja las persianas de todo por la noche y echa las cortinas, logrando de paso un sueño más reparador en total oscuridad. 

Y por supuesto, no derroches innecesariamente. Si no tienes calefacción central, no pongas la calefacción en zonas de la casa que nunca hay nadie, ni de día ni de noche, como habitaciones de invitados, manteniéndola con la puerta cerrada. 

Por el contrario, aprovecha el calor generado en baño y cocina, en el primero con el agua caliente y en el segundo caso, con los fuegos y el horno, suficiente para tener la estancia caliente durante un buen tiempo. 

También es importante para su eficiencia y menor gasto el mantenimiento. Los radiadores de agua hay que purgarlos antes del invierno, y si no lo has hecho aún, debe ser la primera prioridad. 

Si tu calefacción es eléctrica, revisa bien qué tarifa es la que más te conviene o si hay planes de ahorro. Y por qué no, busca en comparadores si te compensa cambiar de compañía. De todas formas, la tarifa de discriminación horaria es la que más te hace ahorrar, hasta un 30% en tu factura. Ten en cuenta que en horas tan frías como de 10 a 12 horas, la electricidad te cuesta la mitad, con lo que puedes calentar la casa a 20-21 grados en este tramo, para por la tarde, que es más cara, solo mantener el calor con mucha menos energía. Por eso los termostatos y programaciones son tan importantes, también en el caso de que quieras al llegar a casa tenerla ya caliente, programando una hora antes el encendido. 

Para los que quieren o pueden invertir

Si te puedes permitir, como antes ocurría con el aislamiento de la casa, cambiar el sistema de calefacción, que sepas que las calderas de condensación son las que tienen mayor rendimiento, consumiendo entre un 15 y un 30% menos. Imagina lo que ahorras con el mix aislamiento y este tipo de calefacción. Otra inversión que la amortizarías en 5 años. 

Si sigues echando números, en el tema de ventanas aislantes, para evitar el 40% del calor que se escapa a través de ellas, supone un ahorro de unos 600 euros en electricidad y 300 en gas en un año. Calcula también lo rápido que amortizarías el gasto. 

No digamos ya si domotizas tu hogar, con termostatos programables desde tu móvil por wifi, sensores de presencia o válvulas inteligentes en los radiadores, ideal para pisos con calefacción central. Se ahorra un 37% de energía. 

Por último, la inversión definitiva en eficiencia energética y además ecológica: la aerotermia, que aprovecha la energía calorífica del aire exterior también a temperaturas bajo cero y la lleva al interior de tu casa, lo mismo que te da aire acondicionado en verano, además de agua caliente todo el año. Te saldrá la factura a mitad de precio, puesto que solo usa un 25% de electricidad y el resto lo saca del aire exterior. Es un modelo seguro, sin gas ni combustión, que se puede usar con suelo radiante y que apenas requiere espacio ni instalación. 

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