El misterio de las zapatillas Nike en un cuadro del siglo XVII y otros descubrimientos sorprendentes
- El cuadro del siglo XVII donde se ven lo que recuerdan a unas zapatillas Nike es solo uno de los ejemplos de objetos y signos que parecen de otro tiempo.
- Hay cuadros, fotografías o hallazgos arqueológicos que han arrastrado un halo de misterio que siempre encuentra una explicación lógica.
El calzado de la imagen que recuerdan a unas Nike pertenece a un niño que vivió hace casi 400 años. El cuadro se tituló Retrato de un niño y fue pintado en 1642 por el artista neerlandés y discípulo de Rembrandt, Ferdinand Bol. Estos retratos suponen un auténtico túnel del tiempo donde, como si fueran fotografías, puedes ver cómo vestían y vivían estas personas. Y a veces te llevas sorpresas.
Sea una mera casualidad o anécdota, lo cierto es que en la National Gallery de Londres están encantados, porque la viralidad actual hace que aumenten las visitas: “Estamos encantados de que esta imagen haya tenido tanto éxito entre nuestros visitantes”, expresó su portavoz.
Una anécdota para la mayoría, una prueba para conspiradores
Como siempre ocurre cuando ves algo que no debería de estar ahí porque no cuadra con la época, ya sea en una pintura o un hallazgo arqueológico, se pasa de la anécdota curiosa a teorías sobre viajes en el tiempo o desarrollo tecnológico adelantado siglos, fruto normalmente de elucubraciones sobre visitas de civilizaciones superiores que dejaron esas enseñanzas y huella.
En este caso, simplemente Frederick Sluysken, hijo de un importante comerciante de vinos holandés protagonista del cuadro, lleva un calzado en la época con un detalle casual, una marca o símbolo oculto del pintor que tanto recuerda al logo de Nike, creado más de 300 años después, en 1964. El orgulloso padre quiso inmortalizar a su hijo y desde luego lo ha conseguido.
No es el primero ni el último
Continuamente expertos y aficionados están escudriñando obras fotográficas, pictóricas, escultóricas y arquitectónicas, en busca de símbolos extraños u objetos curiosos. Lo mismo pasa cuando se descubre un hallazgo arqueológico. Se tiende a ver cosas que recuerda a objetos actuales y así hacerse preguntas y abrazar el misterio.
Lo mismo que con las zapatillas Nike del siglo XVII, en otro cuadro de 1860 muchos creían ver un móvil en las manos de la mujer central del cuadro, cuando probablemente es un pequeño libro o relicario. Se cogía así en ocasiones mientras se paseaba, que casualmente es como cogemos hoy en día un smartphone. Pero hay un detalle que sí te puede "rayar" bastante.
¿Un libro con luz?
El cuadro se titula La esperada y lo pintó Ferdinand Georg Waldmüller. Como puedes observar, la mujer sujeta algo y debajo parece caer lo que es un rosario, algo muy de la época. El menos crédulo puede decirte que si es un librito o relicario, ¿por qué proyecta luz?
La respuesta de los expertos es que lo que lleva en la mano es un libro de oraciones, apreciándose incluso con el zoom las páginas blancas, y esa iluminación no es, sino una forma metafórica de decirte eso, que es un texto sagrado para orar, y así saber qué librito lleva y qué contenido tiene, de ahí esa luz que no es de una pantalla, si no digamos celestial, mística o espiritual.
Los famosos Ooparts
Wikipedia
Se denominan Ooparts a los objetos fuera de lugar en el tiempo y en la historia. Estos enigmáticos artefactos parecen contradecir lo que sabemos sobre la evolución de la humanidad y nuestra comprensión de la historia. Hay ejemplos famosos de Ooparts, como las Figuras de Acámbaro, el Penique de Maine y las Piedras Esféricas de Costa Rica.
Las Figuras de Acámbaro, por ejemplo, fueron descubiertas en México por el arqueólogo alemán Waldemar Julsrud en 1945. Este conjunto de aproximadamente 32.000 objetos de arcilla parecía representar dinosaurios y seres humanos coexistiendo, lo que desafiaba nuestra comprensión de la historia pero tras realizar dataciones en 1972 se confirmó que eran un fraude.
El Penique de Maine
El Penique de Maine es un Oopart que despierta la especulación sobre un posible contacto temprano entre los vikingos y América. Esta moneda escandinava, que data del período de 1065 a 1080 d.C., se encontró en el norte de los Estados Unidos. Históricamente, esta época coincide con el reinado de Olaf III de Noruega.
El Museo Estatal de Maine y el Instituto Smithsoniano autenticaron la moneda, lo que lleva a algunos a argumentar que los vikingos podrían haber llegado a América antes que Cristóbal Colón. Sin embargo, la falta de otros objetos noruegos en la región ha llevado a la sospecha de que el Penique de Maine podría haber sido plantado como prueba.
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