Elon Musk podría acceder si compra Twitter a una cantidad de datos que "no puede compararse con nada", según expertos

Ilustración con la cuenta de Twitter de Elon Musk (en 2009) y el logo de la compañía de fondo.

Reuters

Uno de los terremotos más grandes que sacuden al sector de la tecnología en la actualidad es la decisión de Elon Musk, el CEO de Tesla, de convertirse en accionista de Twitter. Aunque su participación es minoritaria, del 9%, el empresario llegó incluso la semana pasada a plantear la compra de la totalidad de la compañía por casi 40.000 millones de euros.

De llegar a gestionar Twitter de forma privada, los expertos han alertado sobre las consecuencias para el debate público en Internet y, de manera más general, sobre los efectos negativos sobre libertad de expresión y la democracia que este movimiento empresarial podría suponer.

Así lo ha señalado la profesora retirada de la escuela de negocio de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) Shoshana Zuboff, autora del libro El capitalismo de vigilancia, en declaraciones al diario The Washington Post

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"Es un desastre, y no trata solo sobre Elon Musk, pero él hace que se magnifique", ha asegurado Zuboff. La experta pone el foco en aspectos concretos como los datos de los usuarios que obtienen las plataformas de Internet, con los que buscan que las personas pasen el mayor tiempo posible en sus sitios.

Sin embargo, la experta alerta de que las plataformas no son neutrales, y que estas no solo alteran las discusiones en Internet sino que pueden llegar a tener efectos en las opiniones e incluso en las acciones físicas de los usuarios, animando a que se sumen a protestas en el mundo real. 

Aunque ya es negativo que unas pocas empresas gestionen esto sin control, que lo haga una sola persona como Elon Musk podría ser negativo para la democracia, según Zuboff. Musk, por su parte, declaró tras ofrecerse a comprar Twitter que invirtió en ella por "el potencial de ser la mayor plataforma para la libertad de expresión en todo el mundo".

"Simplemente no hay controles y equilibrios de ningún equipo interno o externo", afirma la profesora retirada de Harvard. La cantidad de datos a los que podría acceder Musk de hacerse con el 100% de Twitter "no puede compararse a nada que haya existido, y permite la intervención en la integridad del comportamiento individual y también del comportamiento colectivo", ha añadido.

Una compra de Twitter sería similar a la situación de Meta, la matriz de Facebook, controlada por su fundador y CEO, Mark Zuckerberg. "Zuckerberg se sienta tras su teclado celestial, y puede decidir cada día y cada hora si las personas van a estar más enfadadas o menos, si las publicaciones viven o mueren", defiende la experta.

La exprofesora de Harvard apuesta como mecanismo de regulación para las redes sociales y plataformas de Internet por la creación en Estados Unidos durante la próxima década de instituciones reguladoras supervisadas por los Gobiernos.

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