Esto es lo que pasaría si intentaras llegar hasta China cavando un agujero y atravesando la Tierra

  • Para cavar hasta China, tendrías que empezar tu viaje en Chile o en Argentina, es el punto más opuesto a Estados Unidos.
  • Necesitarías un taladro súper potente para atravesar la roca y el metal que se encuentra dentro de las tres capas de la Tierra.
  • Primero, está la corteza terrestre, la más delgada de las tres capas principales, pero los humanos nunca la hemos perforado al completo.
  • Después, tendrías el manto, que constituye la friolera del 84% del volumen del planeta.
  • En el núcleo interno, tendrías que taladrar a través del hierro sólido. Esto sería especialmente difícil porque no hay casi gravedad en el núcleo. 

Esta es la transcripción del vídeo.

Narrador: Si quieres llegar al otro extremo del mundo, te espera una caminata. Unos 20.000 kilómetros. Pero, ¿y si no tuvieras que viajar por la superficie? ¿Y si pudieras cavar hasta llegar al otro lado?

Si estás trataras de excavar hasta China desde los Estados Unidos, hay algo que deberías saber primero: en el punto opuesto del planeta no está China. Está en algún lugar en medio del océano Índico. Así que, para llegar China tendrías que empezar a cavar en Argentina o en Chile. Tu primer desafío sería cavar a través de la corteza terrestre. Es la más delgada de las tres capas principales de la Tierra, pero los humanos nunca la han perforado por completo. A medida que desciendes, podrías llegar a alcanzar la profundidad de las catacumbas de París, la estación de metro más profundo y del gusano del diablo, el animal a más profundidad que jamás se haya descubierto bajo tierra.

Entonces, empezaría a hacer calor. A 4.000 metros de profundidad, pasarías por la mina más profunda del planeta, que se enfría con hielo para que los trabajadores se sientan cómodos, porque aquí la temperatura es de 60 grados centígrados. A 8.800 metros, estarás tan profundo como el Everest, pero todavía no estarás en el punto más profundo que los humanos han cavado jamás. Ese punto se encuentra en el fondo del pozo Kola Superdeep, a 12.260 metros bajo la superficie. Aquí abajo, hay 4.000 veces más presión que nivel del mar, y las temperaturas suben hasta los 180ºC, por lo que se necesitarías mucho más aislamiento para seguir adelante y evitar derretirte.

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A unos 40.000 metros, se llega a la segunda y más grande capa de la Tierra, el manto, que constituye el 84% del volumen del planeta. Cerca de los bordes, las temperaturas suben a unos 1.000ºC, lo suficientemente altas como para fundir muchos metales, como la plata, pero no un taladro de acero. Y es bueno porque lo necesitarás para perforar la primera parte del manto, que está hecho de sólida roca, hasta que llegues a los 100.000 metros, es decir, cuando necesites cambiar una de las hélices.

Aquí, la presión y la temperatura son tan altas que, en algunos lugares, la roca adquiere una consistencia “caramelizada”. De hecho, es esta roca la que finalmente sale a la superficie mediante erupciones en los volcanes. A 150.000 metros, mantén los ojos bien abiertos en busca de diamantes. Se forman cuando el calor y la presión reestructuran los átomos de carbono en esta región. Una vez que se alcanzan los 410.000 metros, la roca vuelve a ser sólida, por lo que puedes volver a perforar. Verás, mientras todavía hace tanto calor a esta profundidad como para derretir la roca, la presión es tan extrema que las moléculas del interior literalmente no pueden pasar a un estado líquido.

Luego, a 3 millones de metros de profundidad, llegarías a la tercera capa de la Tierra, el núcleo exterior. A diferencia de la corteza y el manto de la Tierra, el núcleo está hecho de hierro y níquel. Las temperaturas aquí son las mismas que en la superficie del sol, lo suficientemente calientes como para derretir todo ese metal, así que sí, de vuelta al taladro. Y tendría que estar hecho de algún tipo de supermaterial, porque ningún elemento conocido tiene un punto de fusión por encima de los 6.000ºC. Para empeorar las cosas, el núcleo exterior también tiene baja gravedad, porque, cuando estás así de profundo gran parte de la masa del planeta está ahora por encima de ti, lo que produce que una fuerza gravitatoria que se aleja del centro. Así que, para continuar, necesitarías un submarino a prueba de calor y presión que se mueva como los cohetes en el espacio, esos que disparan combustible por la tarde de atrás.

Pronto llegarías al núcleo interno, a unos 5 millones de metros bajo la superficie. El núcleo interno es una esfera gigante de hierro sólido, así que, definitivamente sería un reto pasarlo. Pero si encontraras una forma, pronto llegarías al punto medio, a unos 6,4 millones de metros de profundidad, también conocido como “el centro de la Tierra”. Ahora, hay casi la misma cantidad de masa a tu alrededor, tirando de ti en todas las direcciones por igual, así que hay gravedad cero.

Y es ahora cuando el viaje se pone realmente difícil. La segunda mitad. Porque al cavar más allá del núcleo interno, pronto volverás a sentir la atracción de la gravedad. Y esta vez, te estaría tirando desde arriba donde la mayoría de la masa de la Tierra está ahora. Así que, mientras estés cavando, en relación al lugar donde empezaste, sentirás como si estuvieses subiendo. Y si no tuvieras esos cohetes como propulsores, caerías hasta el centro. Pero 6,4 millones de metros más tarde, después de pasar a través del hierro impenetrable, aleación fundida y roca sólida y blanda, llegarías, por fin, al otro lado, a China.

Esto, ciertamente, sería un alivio, pero ni siquiera sería la mejor parte, Asumiendo que dejaste un túnel a través del centro de la Tierra detrás de ti, ahora podrías dar viajes de ida y vuelta entre China y Argentina en menos de una hora, simplemente con un salto. Para saber por qué, echa un vistazo a otro vídeo qué hicimos sobre saltar a través del centro de la Tierra.

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