El plan de Madrid contra los pisos turísticos: suspende la concesión de licencias y multiplica las multas

Fachada de edificio de viviendas y pisos

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  • El Ayuntamiento de Madrid ha suspendido las licencias de pisos turísticos y aumentado las multas para evitar que el centro de la capital se vacíe de vecinos. 
  • El alcalde de la ciudad, José Luis Martínez Almeida, ha dicho que su objetivo es "equilibrar el mercado del hospedaje en la ciudad". 

Madrid se ha puesto en marcha para frenar los pies al exceso de pisos turísticos que encarecen el centro de la ciudad y echan a los locales hacia la periferia. El Ayuntamiento ha tomado cuatro medidas: suspender temporalmente las nuevas licencias, aumentar la sanción para los pisos ilegales, reforzar un 15% la plantilla de inspectores y publicar las direcciones de los pisos legales. 

El objeto es parar los pies a la "lacra" —así la ha calificado José Luis Martínez Almeida, el alcalde, durante la Junta de Gobierno de este jueves— de los alojamientos turísticos que están vaciando de vecinos el centro de Madrid. El objetivo es "equilibrar el mercado del hospedaje en la ciudad". Las medidas entran en efecto de forma inmediata y permanecerán vigentes hasta que se aprueben definitivamente. 

La modificación gira en torno a cuatro ejes. El primero consiste en suspender la emisión de licencias municipales para pisos turísticos. Esta medida puede no ser la más efectiva: solo 277 de los 24.000 pisos turísticos que hay en la capital tienen licencia del Ayuntamiento, según elDiario.es. Por eso es tan importante la segunda medida, la que multa con sanciones de decenas de miles de euros a esos pisos que los propietarios alquilen para un fin turístico sin licencia. 

El Ayuntamiento, además, va a reforzar un 15% la plantilla de inspectores que buscan y detectan este tipo de arrendamientos sin permiso, y pretende publicar, para conocimiento de los ciudadanos, cuáles son aquellos inmuebles que sí tienen permitido alquilar vivienda turística. 

La intención de estas medidas es reducir el volumen de gente de fuera que se concentra en el centro de la ciudad, y que llegan a suponer un incordio para la vida normal y tranquila de los vecinos. 

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