¿Se puede ganar un millón de euros en un día? Así es como lo ha logrado esta emprendedora en serie

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  • Empezó vendiendo tés detox, siendo pionera en el sector. Cuando el negocio apenas llevaba medio año ya había ingresado seis millones de dólares.
  • Desde entonces ha ido replicando la fórmula en sus diferentes empresas.

Leer sobre Gretta van Riel es observar rápidamente su actitud emprendedora. Suele contar que compitió durante años en un equipo de natación en el que era la capitana. Algo a priori anecdótico, pero que asegura que le cambió la vida.

Quizás nunca hayas escuchado el nombre de Gretta van Riel es una australiana de unos 30 años que empezó montando la primera empresa de tés detox, SkinnyMe Tea, con la que consiguió escalar el negocio e ingresos a seis millones de dólares en tan solo de seis meses. Ahora cuenta con una red de diferentes empresas, todas exitosas, y ella ya es una marca en sí.

Con su marca de relojes, The Fifth Watches llegó a ingresar un millón de euros en un solo día en 2015. También ha creado una plataforma para conectar a marcas con influencers o una empresa que vende máquinas para hacer zumos prensados en frío. No hay un único nicho y parece que nada se le resiste.

Los perfiles de sus diferentes cuentas en redes sociales superan los 16 millones de seguidores. Casi podría decirse que convierte en oro todo lo que toca. Ahora ha sacado un programa de mentoría para otros emprendedores, pero asegura que, hasta este punto, se había centrado solo en sus negocios.

"Mi motivación viene de dentro", afirma en el portal especializado Influencive, donde da varios consejos aquellos que quieran emprender.

Ahora el nicho de los teatox o tés detox se han hecho bastante populares, pero cuando Gretta empezó no existía nada de eso. Se basó en las redes sociales, siguiendo a potenciales clientes y un día, un perfil que tenía mil seguidores enseñó su producto. 

Ahí se dio cuenta del potencial de Instagram y empezó a regalar producto a quienes tenían varios miles de seguidores, algo que en 2012 no era muy común. Su éxito le hizo ganar el concurso de Shopify "construye un negocio", donde pudo aprender de otros empresarios y mentores, creando una red de contacto.

Ese mismo éxito hizo que en un nicho tan pequeño apareciera mucha competencia de empresas que buscaban replicar el modelo. Al principio esto le molestaba, pero luego entendió que eso no hacía más que ampliar el mercado y que cada vez más gente conociera el producto.

En 2015 lanzó su marca de relojes con una premisa bastante especial: solo venderían cinco días al mes. Esta sensación de exclusividad hizo que la web colapsara y el 5 de diciembre llegó a ingresar un millón de dólares. "Ver 4.000 compradores en el sitio al mismo tiempo tratando de comprar un producto es una locura", reconoce.

Gretta van Riel.
Gretta van Riel.

Instagram Gretta van Riel

Prueba y error

La emprendedora explica que tiene muchas ideas en mente, tantas que no podría llevarlas a cabo. De las que sí ha ejecutado ha aprendido mucho a lo largo de los años. "Cuando has cometido un error no puedes tener ego", apunta. 

Gretta opina que lo mejor que puedes hacer es admitirlo e intentar reducir las pérdidas rápidamente. Según su punto de vista, puedes permitirte un día de duelo, pero luego tendrás que levantarte rápidamente para superarlo y seguir funcionando.

Evidentemente, emprender siempre conlleva un riesgo y hay que medirlo. Gretta lo deja claro, depende de tus circunstancias. Por ejemplo, no es lo mismo tener 100.000 euros y perder 25.000, que  arriesgar 25.000 euros cuando solo tienes un fondo de 10.000 euros. Una vez más, tener un colchón de emergencia es la clave.

"El riesgo es relativo a la persona que lo toma" y siempre hay que calcularlo. ¿Qué es lo peor que te puede pasar?

Cuando la gente le pregunta sobre emprender lo tiene claro: solo debes hacerlo si te nace de dentro. Por lo demás, opina que lo ideal es empezar por algo pequeño. Si arriesgas 200 euros y los pierdes habrás perdido dinero, pero también has aprendido.

Tampoco hace falta renunciar a tu trabajo de primeras. Empieza por algo pequeño, invierte poco, ve probando y creciendo. Aprende de los errores y evoluciona, no hay más secretos.

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