Fabbric, la startup española detrás de la marea de influencers convertidos en diseñadores, crea la primera marca de moda 100% digital

Alba Rocafort y Hugo Cuesta, fundadores de Fabbric

Fabbric

  • Fabbric nace de la mano de Alba Rocafort y Hugo Cuesta, amigos de toda la vida, que hacen posible lo imposible: crear colecciones de moda en tan solo unos clics.
  • Su método disruptivo ha convertido a la startup en la socia necesaria de la apuesta comercial de grandes generadores de contenido como Biyín.

¿Todo el mundo es diseñador de moda? No, pero una notable parte de la población crea contenidos y la otra parte lo consume en masa. La fórmula comercial es irreductible.

La cifra prevista de usuarios activos mensuales en Instagram para este año se eleva a más de 1.300 millones en todo el mundo. Por su parte, Twitch disponía en julio aproximadamente de 7,59 millones de streamers activos. 

La tremenda influencia de la que gozan ciertos perfiles en redes sociales ha impulsado a sus protagonistas al siguiente paso: su desembarco en la moda aprovechando así su tirón comercial, especialmente, entre la generación Z.

Pero a pesar de que las pantallas se han convertido en el mejor escaparate posible, detrás de todo ello hay un proceso y un nombre propio: Fabbric. La startup española que permite crear colecciones de moda con tan solo unos clics.

Pero si hasta el momento la startup había gestado tan solo colecciones, la empresa ha pasado al siguiente nivel: crear la primera firma de moda 100% de forma online y digital. Un movimiento empresarial que, sostienen sus fundadores, es solo una muestra de cuánto pueden hacer por transformar la moda. 

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Del colegio a la empresa 

"La intención es que todo sea escalable, que cualquiera pueda crear su propia colección de moda", resume Alba Rocafort, CEO y cofundadora de Fabbric. 

Un día, junto a Hugo Cuesta, amigos desde los 10 años, dieron el paso que llevaban años barruntando en la cabeza de ambos: "Siempre habíamos pensado en montar nuestra marca de ropa, pero nos resultaba muy complicado".

El escollo, insisten, radicaba en la dificultad para unificar todo el proceso, desde el diseño a la logística. Alba y Hugo hicieron del problema una oportunidad: "Nos dimos cuenta de que era una gran barrera de entrada y que si no tenías capital o un gran equipo era inviable desarrollar moda".

Fue entonces cuando él, dedicado al marketing y ella, a la consultoría, dejaron sus puestos para emprender y aterrizar su sueño: "Revolucionar la industria de la moda haciéndola accesible para todos". 

De ese primer paso han pasado 2 años, pero el camino, insisten, solo acaba de empezar.

Hola diseñadores gráficos, adiós diseñadores

A la pregunta de si con Fabbric se pierde el papel del diseñador, Rocafort explica que tal como lo conocemos hasta ahora sí: "Apostamos por patrones 3D. Dejamos de depender de que alguien lo esté haciendo a mano".

El equipo, detalla, se pone en contacto con el cliente para entender qué quiere crear, recibe un patrón en 3D para que lo vea sin la necesidad de producirlo —es más barato y sostenible—. Una vez validado, se produce una muestra y comienza todo el proceso.

En otras palabras, esto significa que cuando uno entra en la aplicación ya está visualizando patrones del diseño que directamente irán a parar a la fábrica para su posterior confección. 

Para todo este proceso se valen de 8 personas de diferentes perfiles y de tan solo un diseñador gráfico al menos de momento. Según defienden es la prueba evidente del cambio total con la industria tradicional: "Dejamos de diseñar en físico para hacerlo en clave tecnológica, al tiempo que unificamos todo el proceso que implica crear una colección de moda". 

Una nueva era de la moda

Mención aparte merece todo lo relacionado con la producción. Desde el inicio, la compañía se ha valido de fabricantes europeos, principalmente españoles, pero se quedaban cortos en la elaboración de ciertos artículos. 

Así, y sin dejar de priorizar la producción local, entró en juego Asia. Sostienen, eso sí, que hacerlo aquí o allí lo decide el tipo de producto o el número de unidades. E insisten en que la clave reside en "no perder de vista la trazabilidad del producto".

La otra particularidad que brinda Fabbric frente al mercado tradicional es romper con los mínimos de producción: "Por menos de 200 unidades un fabricante no te produce, nosotros hemos logrado llevarlo a cabo partiendo de 50 unidades".

Esta nueva forma de operar, además, sitúa el stock sobrante a cero y salva uno de los verdaderos quebraderos de cabeza del sector y frena uno de sus mayores problemas: la sobreproducción y su impacto en el medioambiente

"Con tiradas más cortas reducimos todo este riesgo", explican. Eso, por otra parte, no impide responder con diligencia si un producto se convierte en un éxito y repetir el modelo en cuestión de semanas. 

Socio estratégico de grandes generadores de contenido 

Nat Cebrián y su colección con Fabbric

Fabbric

La empresa cerró 2022 con una facturación de 70.000 euros, pero la intención es la de quintuplicar la cifra y lograr el medio millón de euros al término de este año. Un empuje que vendrá, en parte, con la financiación del proyecto. El pasado mes de julio cerraron una ronda de 400.000 euros y en septiembre abrieron otra esperando conseguir 1,5 millones.

Otro punto, y posiblemente el gran motor tractor de Fabbric, es la activación de la lista de espera de más de 1.600 clientes que quieren crear su propia marca de ropa. Entre ellos hay emprendedores, diseñadores, empresas y, por supuesto, generadores de contenido.

Tanto es así que la startup ha iniciado una colaboración activa con YouPlanet, una de las agencias con más recorrido y en la que se engloban más de 250 creadores de contenido, entre los que destaca la tiktoker Ángela Mármol, quien acumula más de 346 millones de me gusta en la plataforma propiedad de ByteDance

Una de las que ya ha materializado su colección ha sido Nat Cebrián que, con más de 300.000 seguidores en Instagram, ya usa la plataforma de Fabbric para diseñar y vender su propia línea de ropa.

Pero ahí no acaba todo porque el movimiento más trascendental acaba de llegar con Malavita: la primera marca de moda desarrollada de forma online 100%. Detrás de ella aparece Biyín, con 5,8 millones de seguidores entre Twitch e Instagram. Además, los modelos han sido generados por IA, lo que demuestra que la moda puede ser "completamente digital".

Con todo, la intención de la empresa no es solo postularse como un proveedor sino como un "socio estratégico", pero la irrupción de Fabbric implica mucho más: la de haber dado con la tecla capaz de agitar por completo una industria y, tal vez, de transformarla para siempre. 

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