Putin puede cortar el gas a Alemania en 11 días: la primera consecuencia sería la subida del precio de la gasolina, pero no la única

Vladímir Putin, presidente de Rusia.
Vladímir Putin, presidente de Rusia.

Sputnik/Alexei Danichev/Kremlin vía REUTERS

  • El principal gasoducto de Rusia a Europa dejará de funcionar este lunes para un mantenimiento que debería durar 10 días. 
  • El escenario da a Putin una oportunidad única para cortar los flujos de gas para siempre, mientras Europa se desespera en busca de una alternativa al suministro ruso para el próximo otoño e invierno. 
  • La escalada del precio del gas, muy cerca de los récords de 200 euros registrados poco después de la invasión de Ucrania, no va a ser la única consecuencia.
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Alemania está en el segundo de tres niveles de alerta por riesgo de escasez de gasa largo plazo, tras la reducción por parte de Rusia de un 60% del suministro a través del principal gasoducto aún operativo Nord Stream 1.

Este lunes, el conducto dejará de funcionar por un mantenimiento que debería durar 10 días. Pero que se considera una oportunidad única para que Putin corte para siempre los flujos de gas con Europa

En este escenario, cuanto antes actúe Moscú para perturbar aún más los mercados del gas, mayores serán los precios y peores las consecuencias —que empezará con una recesión en la economía más grande de Europa, que luego se propagará por todo el continente—, advierten los analistas a Bloomberg

No obstante, Canadá ha asegurado que exportaría la turbina de gas natural —vara por las sanciones impuestas a la industria del petróleo y el gas de Rusia por la invasión de Ucrania— para su uso en el oleoducto Nord Stream "por tiempo limitado". El principal objetivo es permitir a Alemania y al resto de vecinos europeos desesperados por llenar el almacenamiento para mantener los hogares calientes y las fábricas funcionando durante el otoño y el invierno. 

La Agencia Federal de Redes alemana ya había advertido que difícilmente se podría lograr un nivel de almacenamiento del 90% para diciembre sin medidas adicionales, informa El País. Entonces, sólo faltaba un 60% del suministro por el canal.

Dado que la maniobra va en contra del régimen de sanciones impuestas a Rusia, el país también ampliará sus penalidades al Kremlin para incluir la fabricación industrial, según Bloomberg.

Putin ha amenazado con "consecuencias catastróficas" si siguen las sanciones de occidente

Moscú niega estar utilizando la energía como un arma, pero Rusia tiene un límite de oportunidades que aprovechar, según ha explicitado a Bloomberg Olga Khakova, subdirectora del Centro de Energía Global del Atlantic Council.

Este viernes, en un discurso televisado, el presidente ruso advirtió que "el uso adicional de sanciones podría tener consecuencias aún más graves, incluso, sin exagerar, consecuencias catastróficas en el mercado energético mundial", según recoge Financial Times.

"Ya hemos visto a Rusia cortar los flujos de gas a Europa y amenazar las exportaciones de petróleo de Kazajstán. Sería una tontería descartar más acciones rusas si Occidente aumenta las sanciones", ha dicho también al medio Amrita Sen de los analistas Energy Aspects.

Un corte total antes de encontrar una vía para sustituir las importaciones del gas ruso podría llevar al Gobierno del canciller Olaf Scholz a activar medidas de emergencias, entre las que se contemplan el racionamiento de la energía por el regulador de redes alemán, Bundesnetzagentur, y el rescate de empresas.

"El gas es a partir de ahora un bien escaso", sentenciaba el ministro alemán de Economía y Clima, Robert Habeck tras el paso al segundo nivel de alarma en Alemania por la posible interrupción del suministro. 

"No debemos engañarnos. El corte en el suministro de gas es un ataque económico contra nosotros por parte de Putin". 

Las tímidas maniobras ya se notan en el precio del combustible, que será la primera gran consecuencia de un corte total de suministro por parte del Kremlin. 

No obstante, a finales de junio, se prometió a los alemanes que el suministro estaría garantizado. Berlín proporcionará una línea de crédito de 15.000 millones de euros para llenar las instalaciones e incentivará a la industria que prescinda del combustible para destinar lo que no utilizan al almacenamiento. Pero, de llegar al tercero de los tres niveles, grandes clientes industriales podrían incluso no recibir ninguna entrega. 

España podría sentir la "situación de máxima tensión" en los mercados tras el cierre del conducto

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha advertido públicamente que corte definitivo del suministro ruso no es algo que "se pueda descartar al 100%, porque puede producirse una situación de máxima tensión, no ya en otoño, sino en las próximas semanas".

Las reservas españolas están ya al 72% de su capacidad y la exposición al conducto ruso es limitada, pero la recesión de la economía alemana —y el parón que podrían sufrir industrias claves del segundo socio comercial de España— podría hacer estragos también en la economía nacional. 

Según Ribera, esto seguramente primero se refleje en un incremento de los precios —muy cerca de los récords de 200 euros registrados poco después de la invasión de Ucrania— y debería empujar hacia una compra conjunta de la materia prima por parte de Europa, informa Cinco Días

Financial Times también se ha hecho eco de las previsiones de los analistas de JPMorgan que han advertido que los precios del petróleo podrían dispararse hasta los 380 dólares el barril si Moscú recortaba las exportaciones como "una forma de infligir dolor a Occidente".

Europa le ha pagado a Rusia 44.000 millones de euros desde que comenzó la guerra: Repsol y Bahía Bizkaia Gas son las empresas españolas que siguen comprando energía rusa

En Alemania ya se ha pedido a la población que haga un consumo responsable y que lo reduzca en la medida de lo posible. Múnich ha bajado la temperatura de las piscinas públicas y Colonia ha atenuado las luces de las calles. 

Pero los analistas creen que lo implementado hasta ahora no es suficiente.

La situación está empujando también a la vuelta al combustible que habían prometido abandonar antes de 2030: el carbón. Otros europeos siguen la misma estrategia: Austria se ha asegurado tener disponible una central actualmente cerrada para que vuelva a producir electricidad a partir de carbón y Holanda ha eliminado el límite de producción de energía de las plantas que usan carbón.

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