Apalancamiento financiero

1. Qué es el apalancamiento financiero
2. Para qué sirve el apalancamiento financiero
3. Ventajas del apalancamiento financiero
4. Riesgos del apalancamiento financiero
5. Cómo se calcula el apalancamiento financiero
6. Caso práctico

Qué es el apalancamiento financiero

Cuando llevas a cabo cualquier operación financiera, puedes hacerlo empleando tus propios fondos o endeudándote para ello. 

El apalancamiento financiero consiste en lautilización de mecanismos como la deuda para incrementar la cantidad de dinero que puede destinarse a una determinada inversión. Esta alternativa permite que una persona o empresa invierta más capital del que tiene en ese momento con el objetivo de que los beneficios de la inversión también sean mayores.

Es decir, el apalancamiento suele definirse como la diferencia entre la aportación de capital propio y los fondos prestados. En particular, puede realizarse por medio de deuda o a través de derivados financieros. Cuanto más elevado sea el nivel de deuda empleado, mayor se considera que es el grado de apalancamiento financiero.

A diferencia de un crédito normal, la principal finalidad del endeudamiento en el caso del apalancamiento financiero siempre es obtener una rentabilidad, mientras que los créditos ordinarios no buscan necesariamente sacar un rendimiento del préstamo.

Para qué sirve el apalancamiento financiero

Puesto que el apalancamiento financiero hace posible invertir más dinero del que se tiene, esto se traducirá de forma irremediable en un mayor beneficio o en una mayor pérdida. Para las compañías, esta fórmula facilita una mayor exposición al mercado utilizando un capital propio relativamente bajo.

Si la inversión resulta acertada, el aumento en la rentabilidad de los fondos generará beneficios adicionales. Por el contrario, si los resultados son negativos, se incurrirá en unas pérdidas por encima de las que se hubiesen producido en caso de no recurrir al apalancamiento.

A grandes rasgos, resulta conveniente recurrir al apalancamiento siempre que el rendimiento obtenido de las inversiones financiadas a partir de la deuda sea superior al coste financiero de la misma.

Ventajas del apalancamiento financiero

No exento de riesgos, el apalancamiento financiero reúne una serie de beneficios que pueden hacer que merezca la pena para ti. Estos son los más destacados:

• La principal ventaja es que permite elevar la rentabilidad de una inversión incrementando los fondos, aunque no se disponga de la cantidad necesaria para ello.
• Además, el inversor no se ve obligado a aportar el 100% de capital propio, sino que puede utilizar una parte o incluso emplear sólo deuda.
• Para las empresas, el apalancamiento es una opción para sortear escenarios de crisis.

Riesgos del apalancamiento financiero

En cualquier caso, esta alternativa también conlleva algunos riesgos vinculados a la deuda contraída y a los intereses que se generan. Estos son los peligros del apalancamiento que debes tener en cuenta:

• El riesgo de base es la pérdida del capital por una inversión fallida, que será más grande cuanto mayor sea el apalancamiento.
• La deuda genera intereses, que deben pagarse al margen de cuál sea el desenlace de la operación.
• En el peor de los casos, el riesgo ligado a la operación puede conducir al inversor a una situación de insolvencia.

Cómo se calcula el apalancamiento financiero

El grado de apalancamiento financiero suele medirse en unidades fraccionadas. Para calcularlo, se divide 1 entre el cociente del valor de la inversión total dividido a su vez entre el capital propio utilizado en la inversión. La fórmula sería la siguiente:

Apalancamiento financiero = 1: (Valor de la inversión/Recursos propios invertidos)

Por lo tanto, un apalancamiento de 1:3 significaría que cada euro invertido de capital propio se traduce en una inversión total de 3 euros (entre fondos propios y prestados). De este modo, la deuda ascendería a 2 euros.

Caso práctico

Pongamos que quieres realizar una inversión y ahora mismo dispones de 5.000 euros. Aunque es imposible saberlo de antemano, supongamos que el activo por el que quieres apostar va a crecer un 16% el próximo año.

Si invirtieses esos 5.000 euros, ganarías 800 euros en ese periodo de tiempo. En cambio, si te concediesen un crédito de 25.000 euros y sumases esa cantidad a tus fondos propios, alcanzarías unas ganancias de 4.800 euros en un solo año. Si los intereses del crédito fuesen del 7%, tendrías que devolver 1.750 euros, pero aún así la rentabilidad se elevaría hasta los 3.250 euros gracias al apalancamiento.

No obstante, también cabe la posibilidad de que el activo pierda valor. Por ejemplo, si su cotización baja a la mitad, invirtiendo 5.000 euros simplemente habrías perdido 2.500. Sin embargo, utilizando el apalancamiento, la inversión de 30.000 euros se quedaría en 15.000, teniendo en cuenta que sigues teniendo que devolver el crédito y los intereses. Entonces, no sólo terminarías sin dinero, sino que además tendrías que afrontar una deuda de 11.750 euros.