Por qué 'Wonder Woman' merece optar a mejor película en los Oscar

• Muchas personas habían predicho que Wonder Woman obtendría una nominación al Oscar a la mejor película, pero no fue así.
• El impacto de la película en industria cinematográfica y la cultura la hacía merecedora de una nominación que le han robado.
• Wonder Woman es una película de acción de superhéroes pero también fue un momento único en la cultura durante un año en el que las mujeres encontraron muchas formas de empoderarse.

Las películas ganadoras del Oscar a la mejor película más emblemáticas suelen marcar su año e incluso su generación. El resto de nominadas en la categoría, también. Wonder Woman ha definido lo que recordaremos de 2017 de muchas maneras. La película se merecía, por muchas razones, ser una de las nominadas a mejor película, pero no ha sido así.

 En los Oscar de 2017, Moonlight, que venció a la previsible ganadora La La Land, marcó el inicio de un gran cambio en la industria de Hollywood. La película, que narra la vida de un negro homosexual criado en un barrio pobre de Miami, es un claro ejemplo de una narrativa sobre la diversidad que muchos directores y guionistas infrarrepresentados llevan años peleando por visibilizar.

Moonlight, como ahora Wonder Woman, demostró que las historias sobre minorías pueden funcionar para todo el mundo y ser apreciadas de forma universal.

Incluso sin Wonder Woman entre las candidatas a mejor película en los Oscar 2018, otras cintas nominadas como Llámame por tu nombre, la historia sobre el paso a la vida adulta de un homosexual, demuestran que la ola de cambio en el cine continúa. Déjame salir, escrita y dirigida por Jordan Peele (el quinto afroamericano nominado como mejor director en la historia de los Oscar) es una sátira de terror sobre el racismo entre las élites liberales blancas. Lady Bird, escrita y dirigida por una mujer, se centra en la complicada relación de una madre y su hija. Al igual que Wonder Woman, existe un romance en la trama, pero ni la película ni sus personajes giran en torno a él.

Aun así, Wonder Woman también merecía estar entre ellas por su gran impacto en Hollywood.

Descubre las razones por las que Wonder Woman merecía estar entre las candidatas a mejor película en los Oscar 2018:

Empoderó y empujó a las mujeres en Hollywood a hacerse oír

2017 comenzó con la histórica Marcha de las Mujeres en Estados Unidos. En los últimos meses del año, el conocido productor de cine Harvey Weinstein fue acusado de acoso y abuso sexual por decenas de mujeres, tanto de detrás como de delante de las cámaras. El productor de Wonder Woman Brett Ratner también fue acusado de acoso sexual y no participará en más películas de la franquicia. Las continuas informaciones sobre el comportamiento de hombres poderosos en diferentes industrias inspiraron el movimiento #MeToo que está protagonizando la actual temporada de premios. ·

Por supuesto, Wonder Woman no desencadenó en sí misma el momento y mentalidad actual, pero sí espoleó un debate en toda la industria sobre el rol de de las mujeres en las películas gracias a su directora Patty Jenkins y la protagonista Gal Gadot. En las fechas próximas al estreno, Jessica Chastain se refirió a la representación e interpretación de las mujeres en las películas del Festival de Cannes como "bastante inquietante". Wonder Woman, en cambio, fue alabada por su representación de una superhéroe mujer empoderada y apoyada por otras mujeres.

La actriz y productora Elizabeth Banks llegó incluso a referirse a la película como un buen ejemplo para los más pequeños, especialmente para los niños, sobre cómo las mujeres pueden y deben ser representadas.

Por primera vez, una superproducción de Hollywood ofreció una perspectiva femenina en vez de una mirada masculina

Wonder Woman supuso un punto de inflexión en la forma de grabar las películas de superhéroes

Poner a una mujer detrás de la cámara como directora marcó la diferencia. Basta con comparar las escenas de Wonder Woman/Diana Prince de Batman contra Superman y La liga de la justicia con las de la propia película de Wonder Woman. En las películas de Zack Snyder, todo se centra en Gal Gadot, en ella, desde la posición de la cámara (por lo general a poca altura y detrás de ella, para grabar su trasero) hasta los largos primeros planos de su cara.

La forma de filmar a las mujeres en La liga de la justicia, estrenada meses después de Wonder Woman, se ve especialmente gratuita después de haber visto un trabajo tan bueno. En Wonder Woman, la armadura de las amazonas cubre el torso, de forma que parece razonable para entrar en batalla. En La liga de la justicia las amazonas usan piezas de tela que no cubren más de lo necesario para que la película consiga una calificación de "no recomendada para menores de 13 años".

Esto no se cumple, sin embargo, con los hombres en las películas de Snyder. Ben Affleck, Henry Cavill, Ray Fisher, Jason Momoa y Ezra Miller son todos ellos hombres atractivos con cuerpos esculpidos y geniales. Pero más allá de los trajes ceñidos, la cámara no merodea en torno a ellos ni les filma el trasero.

Gal Gadot corta la respiración. Se puede decir y también es aceptable enfatizar la belleza de una mujer (o de cualquiera). Pero Jenkins, a diferencia de Snyder y de tantos hombres que han dirigido a mujeres en sus películas, no lo usa como herramienta, no lo usa para vender la historia. El personaje ya es grande de por sí y la historia bastante convincente. 

Por eso, lo que Jenkins muestra para reflejar la belleza de Diana es su fuerza, optimismo y valentía.

Rompió los récords de las mujeres directoras, que necesitan ser tomadas más en serio de lo que han sido en la historia del cine

La directora Patty Jenkins rompió varios récords con Wonder Woman. No solo fue la primera mujer en dirigir una superproducción de superhéroes –lo cual, después de tantos años, es bastante triste–, sino que la película se convirtió además en la cinta dirigida por una mujer que más ha recaudado en la historia, superando Frozen, codirigida en 2013 por Jennifer Lee y Chris Buck. Wonder Woman es también la película más taquillera de la historia sobre el origen de un superhéroe.

Si Hollywood continúa dando a las mujeres y a las minorías más oportunidades de dirigir, las historias contadas mejorarán de forma natural: las perspectivas únicas estimulan historias más interesantes.   

Como Logan, nominada al mejor guión adaptado, Wonder Woman ha redefinido su género

Logan y Wonder Woman –e incluso El caballero oscuro de 2008, que es probablemente la razón por la que la lista de nominadas a mejor película subió hasta diez títulos en 2010– demuestran que las películas de acción también tienen la capacidad de ofrecer puntos de vista progresistas, con personajes bien construidos y complejos, igual que los dramas de prestigio que suelen ser nominados a los Oscar.

Wonder Woman también redefinió la tendencia del género de películas de superhéroes a representar a las pocas heroínas mujeres como objetos sexuales estereotipados, sin ningún esfuerzo por humanizarlas o darles la profundidad de la que se dota a sus homólogos masculinos.

En Catwoman, protagonizada por Halle Berry tras su victoria histórica como mejor actriz gracias a Monster's Ball, los gatos de la película tienen más sustancia que la propia protagonista. En Batman y Robin de 1997, el traje de George Clooney tiene más profundidad que la batgirl interpretada por Alicia Silverstone. Incluso en la franquicia de Los Vengadores, la Viuda negra no consigue ni de lejos el mismo tiempo en pantalla que sus compañeros de reparto masculinos. Los intentos de darle más protagonismo durante las secuelas tampoco funcionaron porque se limitaron a una historia de amor predecible con Bruce Banner/Hulk que no aportó nada nuevo a la complejidad de los personajes.

Wonder Woman supuso por tanto un punto de inflexión importante en el género que esperamos siga adelante con su secuela y otras películas de superhéroes de próximo estreno como Pantera Negra y Capitán Marvel.

Es una película de palomitas y para el gran público que trataba el debate sobre la representación de las mujeres y las minorías en el cine

El relato del hombre blanco no es el único relato. Ni siquiera cuando se trata de películas de superhéroes. Wonder Woman llevó esta cuestión al gran público.

Al trasladar el debate más allá de un nicho de audiencia particular, Wonder Woman demostró que una película dirigida y protagonizada por mujeres podría atraer grandes audiencias, lo que tumbaba uno de los principales argumentos por los que los estudios habían pospuesto tanto tiempo una producción como Wonder Woman: pensaban que no vendería. Durante las últimas décadas, Batman ha tenido dos franquicias y Spiderman acaba de conseguir su tercer reboot o nueva versión en 15 años.

Lynda Carter protagonizó entre 1975 y 1979 la conocida serie de televisión con el personaje de Wonder Woman, pero nunca llegó a la gran pantalla. En 2011, se llegó producir un piloto de Wonder Woman para la NBC como Adrianne Palicki, famosa por la serie Friday Night Lights, como protagonista justiciera. Escrito y creado por el productor de Big Little Lies David E. Kelley, el piloto nunca se llegó a emitir.

No obstante, Wonder Woman demostró a todo el mundo que no había creído en ella que estaba equivocado. El debate que la película provocó así como su impacto inmediato y futuro en Hollywood, la hacen más que merecedora de una nominación como mejor película.

También fue una de las mejores películas del año, y en las próximas décadas se hablará más de ellas que de otros estrenos (sí nominados) buenos pero olvidadizos como Los archivos del Pentágono, Tres anuncios a las afueras y La forma del agua.