El mundo se ahoga en basura electrónica porque las personas compran demasiado y no reciclan lo suficiente

Tim Paradis
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Guardar nuestros aparatos electrónicos demasiado tiempo, puede hacer que aumenten sus posibilidades de acabar en el vertedero.
Guardar nuestros aparatos electrónicos demasiado tiempo, puede hacer que aumenten sus posibilidades de acabar en el vertedero.

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Cambias tu viejo móvil por uno nuevo y brillante y directamente tiras el antiguo a la basura.

Probablemente, hayas hecho un par de cosas mal: has dado de lado a un teléfono al que seguramente le quedaba algo de vida y no lo has tirado a reciclar para que cuente con más posibilidades de ser reutilizado.

La prisa por adquirir nuevos dispositivos y la imprudencia a la hora de deshacerse de los antiguos ha provocado que los aparatos desechados sean la categoría de residuos domésticos que más crece en el mundo

En el año 2019, alrededor del 17% de los residuos electrónicos del mundo se recogieron y fueron reciclados, según Naciones Unidas. El resto, a menudo, se quema o acaba en vertederos, donde los componentes, como el plomo y el arsénico, pueden filtrarse en el agua subterránea en caso de producirse fugas.

"La electrónica no está realmente diseñada para ser reparada o reciclada fácilmente", ha asegurado la profesora de sostenibilidad en el Instituto de Tecnología de Rochester, Callie Babbitt.

Parte del problema radica en la cantidad de productos que se han transformado en electrónicos. "Existen peines inteligentes, cepillos de dientes inteligentes, persianas inteligentes, iluminación inteligente", ha señalado Babbitt. "Incluso los juguetes para mascotas se han vuelto inteligentes".

Una de las consecuencias de esta transformación es la basura electrónica. Este tipo de residuos alcanzó en 2019 la cifra de 53,6 millones de toneladas, un incremento del 21% en cinco años. La ONU proyecta que el número de productos desechados con batería o enchufe prácticamente se duplicará en el año 2030.

La electrónica no llega a disfrutar sus días de gloria

Una de las razones por las que encontramos en nuestros cargadores de ordenadores y consolas antiguas es porque, a menudo, sustituimos esos aparatos cuando todavía funcionan.

En otros casos, las reparaciones se vuelven complejas. Entre los defensores del "derecho a la reparación", como la empresa iFixit, se reclama una simplificación en la reparación. Ante la presión ejercida por organismos públicos, Apple, Google y otros gigantes de la electrónica han empezado a poner a disposición del consumidor piezas para que puedan hacer ellos mismos sus reparaciones.

El problema no solo afecta a los consumidores, muchas empresas, con el beneficio económico en mente, se deshacen de los dispositivos demasiado rápido. Una encuesta elaborada por la empresa de software Soti descubrió que casi 7 de cada 10 responsables de IT (Tecnologías de la Información) de empresas internacionales creían que sus empresas estaban desechando los dispositivos antes de tiempo. 

La encuesta, que se realizó en ocho países, entre ellos Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, puso de manifiesto que más de la mitad de estos directivos tenían objetivos específicos para reducir los residuos electrónicos y para gestionar de forma sostenible los dispositivos de sus empresas.

La EPA espera impulsar el reciclaje de residuos electrónicos

La directora de conservación de recursos y sostenibilidad de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU (EPA, por sus siglas en inglés), Nena Shaw, afirma que el porcentaje de reciclaje es difícil de precisar. 

Este tipo de reciclaje suele medirse en toneladas y los aparatos electrónicos son cada vez más ligeros, por lo que resulta todavía más difícil averiguar qué ocurre con esos aparatos tan pequeños.

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Shaw señala que, tras alcanzar un máximo de cerca del 40% en 2014, el porcentaje de reciclaje de residuos electrónicos en EEUU ha ido disminuyendo. Sin embargo, la EPA está trabajando en una estrategia focalizada en la electrónica y espera aumentar la tasa de reciclaje de estos residuos hasta el 50% en 2030.

La directiva de la EPA apunta que los retrasos en la cadena de suministro relacionados con la pandemia y la guerra de Ucrania están llamando la atención sobre la forma en que EEUU obtiene los materiales necesarios para la economía del futuro. Hoy en día, muchos de los minerales clave para las baterías de los vehículos eléctricos, los paneles solares y las turbinas eólicas son importados.

"Es muy importante que sigamos fomentando el reciclaje de dispositivos y que sigamos trabajando para garantizar esas cadenas de suministro de los minerales críticos para nuestros productos", afirma Shaw.

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Existen otras razones para reciclar los aparatos electrónicos, ya que, cuanto antes se recicle un aparato, mayor será la posibilidad de reutilizarlo. Portales como Earth911 indican los puntos de reciclaje locales en EEUU. Además, grandes minoristas, como Apple y Best Buy aceptan la devolución de aparatos electrónicos.

La profesora de sostenibilidad del Instituto de Tecnología de Rochester, señaló que es fácil conseguir un nuevo smartphone y guardar el viejo en caso de que el nuevo se rompa, pero ella aconseja no quedarse con el modelo antiguo.

"Cuando lo encuentro de nuevo en el fondo del cajón de mi escritorio y lo llevo a una empresa de reciclaje, ya no tiene ninguna posibilidad de ser reparado o reciclado porque es demasiado viejo. Lo único que pueden hacer es desguazarlo por los materiales que contiene", indica.

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