Timeboxing: así puedes centrar tus objetivos para aprovechar más el día

Hay ocasiones en las que la sociedad actual parece dificultar mucho la formación de objetivos. Hoy en día, la tecnología (WhatsApp, redes sociales), el exceso de información que llega de Internet, el teletrabajo, etcétera, pueden ayudar en muchos sentidos, pero también provocar que te despistes por cualquier cosa a cada instante. 

Además, también es muy habitual que la gente aspire a ocupar el tiempo al máximo, ya sea por asuntos laborales o por la llamada cultura del ocio: viajar, salir con amigos, ir al gimnasio, acudir a conciertos… y un larguísimo etcétera. ¿El resultado? Que centrarse en tareas concretas puede ser complicado. Es ahí donde entra el llamado “timeboxing”.

¿Qué es el timeboxing?

El timeboxing es la estrategia de concentrarse en un único objetivo, con el fin de aprovechar mejor el día a día y ser más productivo. Por lo general, es un método enfocado principalmente al mundo profesional, pero que igualmente puede aplicarse a la rutina cotidiana, en otros asuntos más personales. 

Como el mundo actual tiene tendencia a ofrecer un sinfín de distracciones de todo tipo, tiene mucha lógica que cada vez más personas apuesten por el timeboxing. Simplificando todo lo posible esta estrategia, vendría ser algo así como decir: concéntrate en algo hasta que lo hayas terminado. O lo que es lo mismo: las cosas, mejor una por una.

El timeboxing ayuda a mejoras la productividad por razones obvias: al ser consciente de que solo tienes un período limitado de tiempo para completar una tarea, sea la que sea, es menos probable que la pospongas, ya que te enfrentas a una fecha límite clara. Además cumple con una función imprescindible hoy en día: ayuda anteponer las tareas importantes a las que no lo son.

Mediante los bloques de tiempo” se puede desarrollar una capacidad mayor de organización. Para lo cual, eso sí, resulta imprescindible llevar a cabo una agenda que permita desglosar en cierta manera las horas del día, o al menos aquellas durante las que pretendes ser más efectivo. 

La importancia de vigilar el estrés

Puede dar la sensación de que poner en práctica el timeboxing aumenta considerablemente los niveles de estrés. Al fin y al cabo, una rutina más “robotizada” puede generar también mayor ansiedad. Sin embargo, quienes confían en esta estrategia terminan por pensar que en la práctica sucede todo lo contrario.

¿Por qué razón el timeboxing ayudaría a reducir el estrés o la ansiedad? La respuesta es muy sencilla. Al tener una estructura clara y una sensación de control sobre tu tiempo, es menos probable que te sientas abrumado o estresado por la cantidad de trabajo que tienes por hacer. 

Así pues, si le sumas las ventajas en materia de productividad, y las supuestas ventajas que el timeboxing tendría para el bienestar, es positivo pensar en darle una oportunidad. Al final, el tiempo es limitado, así que, ¿por qué no administrarlo de la manera más precisa posible?