La UE tira el plástico a la basura

Virginia Sarabia,
Susana Ye,
Contenedor con plástico y restos de basura
Contenedor con plástico y restos de basura

La Comisión Europea apuesta por las tres erres: reducir, reutilizar y re-producir. Y ha fijado un ambicioso objetivo: que todo el material que tienes en casa o que está en el supermercado sea reutilizable en 2030.

Una meta que parece imposible a día de hoy pero que se justifica en el daño al medioambiente: tendrá un coste de 230.000 millones en 2030 y emitirá niveles altos de CO2 por los 3,4 millones de toneladas de este producto.

Un reto que complica aún más el que Europa sea el segundo productor de plástico después de China: unas 50.000 empresas y 1,6 millones de europeos viven de esta industria, lo que en 2016 generó un volumen de negocio de 350.000 millones.

Infografía de Greenpeace
Infografía de Greenpeace

En España, unas 4.000 compañías generan 80.000 puestos de trabajo y 26.000 millones en volumen de negocio.

Una riqueza que tiene una cara B. Cada año, los Estados miembros de la UE generan 25 millones de toneladas de desechos de plástico, de los que apenas se reciclan el 30%.

El 40% acaba incinerado y el 30%, en vertederos. Así lo recogen datos de la Comisión Europea difundidos en enero de este año.

Lo más preocupante, especialmente para una economía turística como la nuestra, es que el 84% de la basura en las playas es de este componente, según el mismo informe. Números que respalda Greenpeace: el 96% de la basura hallada en el fondo del Mediterráneo es de plástico.

Los expertos de la UE dieron otro impactante dato: "En el mar del Norte, el 94% de las aves tiene plástico en sus estómagos".

Con estas cifras en la mano, el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, ha sido rotundo: "Si no hacemos nada, en 50 años habrá más plástico que peces".

La previsión de Greenpeace: en 2020 habrá un 900% más de restos de plástico que 40 años antes, más de 500 millones de toneladas al año.

China, el cubo de basura que dijo "basta"

Si todo esto no es suficiente para un remedio a largo plazo, la negativa de China a aceptar más sobrantes apura los tiempos de la UE.

En los últimos treinta años, el gigante asiático alimentaba su producción comprando papel, plástico y residuos metálicos cuya vida útil había acabado. Pero a partir del pasado 1 de marzo restringió la entrada de estos productos.

En 2017, España ingresaba 35 millones de euros al año por exportar plástico a los chinos. En concreto, colocó 115.000 toneladas, según Aduanas.

El director técnico de la Asociación Española de Plásticos Biodegradables y Compostables, Jordi Simón, matiza lo siguiente sobre los materiales biodegradables: "Reducen el consumo de agua, evitan las malas hierbas, protegen de la erosión… Pero no tiene sentido utilizarlos en un invernadero, la solución para eso la aporta el plástico tradicional. No todo tiene que ser biodegradable".

A pesar de estos casos concretos, el futuro se encamina cada vez más a la llamada economía circular. En este vídeo te lo explican:

¿Y cómo me afectará a mí, en España?

No solo la UE está actuando: España ya ha comenzado su guerra contra los utensilios de plástico de un solo uso.

Una propuesta de Equo-Podemos establece que en 2020 se prohibirá la venta, importación y exportación de platos, cubiertos, vasos y pajitas desechables de este material.

Desde ese año estos objetos tendrán un mínimo de un 50% de sustancias biodegradables, que deberá llegar al 60% en 2025.

Por si quieres saber más sobre las críticas al uso de lo ‘biodegradable’, aquí una pieza muy interesante para leer con calma.

 

Este artículo ha sido publicado originalmente por upday España
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