Las 3 cualidades que busca Warren Buffett en los empleados: la más importante depende solo de ti

Piensa en tus compañeros y compañeras de clase (de la universidad, del máster...), o en los del trabajo; cada uno con su personalidad, su forma de ser, sus aptitudes y actitudes. ¿Los tienes en mente? Pues ya puedes participar en el juego de Warren Buffett.

En un discurso en 2001 en la Universidad de Georgia (EEUU), Warren Buffett, uno de los más ricos del mundo desde hace años —el quinto, con 110.000 millones de dólares (unos 100.900 millones de euros), en el momento de la redacción de este artículo—, anima a su joven público a jugar con él a una especie de "juego", a seguirle la corriente e imaginar. 

El desafío se resume así: ¿a qué persona elegirías para ganar dinero? ¿A quién descartarías para que no te haga perderlo?

"Imaginemos que os he hecho una gran oferta y os he dicho que podíais elegir a cualquiera de vuestros compañeros —ahora os conocéis probablemente bastante bien, al llevar aquí un tiempo— y os lleváis el 10% de sus ganancias para el resto de su vida", comienza explicando Buffett.

Entonces, "te pregunto qué se te pasa por la cabeza para determinar a cuál de ellos elegirías. No puedes elegir al que tenga el padre más rico, eso no cuenta; tienes que hacerlo por méritos", plantea como condiciones del 'juego'. Se trata, en definitiva, de determinar cuál "va a ser la cualidad que distinga a un gran ganador del resto de la manada"; a quién seleccionas, y por qué, añade.

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Probablemente no elegirías a la persona con las notas más altas de la clase, a la persona más alta o más guapa ni a la mejor en deportes. Además, de los allí y entonces presentes (jóvenes estadounidenses en la universidad más grande del estado), se da por hecho que todos tienen la capacidad, la iniciativa, la energía, la inteligencia, prosigue.

"Pero algunos de vosotros vais a ser más ganadores que otros, y todo se reduce a un puñado de cualidades. (...) Es integridad, es honestidad, es generosidad, es estar dispuesto a hacer más de lo que te corresponde... Son todas esas cualidades que selecciona cada persona por sí misma", sostiene el conocido como Oráculo de Omaha.

El otro lado del juego —"esta es la parte divertida", avisa en una charla distendida en la que también habla de la relación entre buscar el CV perfecto y "guardar el sexo para la vejez"— es pensar en "quién crees que va a ser el peor de la clase" y con el que perderías dinero.

De nuevo, el multimillonario descarta lo académico y apunta a la personalidad: "Piénsalo una y otra vez. No es la persona con las notas más bajas ni nada por el estilo; es la persona que simplemente no da la talla en el departamento de carácter". Más adelante, critica por ejemplo a ese tipo de persona que se atribuye el mérito de cosas que no ha hecho, que siempre toma atajos, con la que no puedes contar para conseguir algo...

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"Buscamos 3 cosas cuando contratamos gente: buscamos inteligencia, buscamos iniciativa o energía, y buscamos integridad. Y si no tienen esta última, las dos primeras te matarán. Porque si vas a contratar a alguien sin integridad, lo que realmente quieres es que sea vago y tonto", proclama Buffett, presidente de Berkshire Hathaway.

Posteriormente, se lanza a ensalzar la integridad ante su joven público: "Es esa tercera cualidad. Todo sobre esa cualidad es tu elección. No puedes cambiar mucho la forma en que estás programado [en referencia a lo innato], pero puedes cambiar mucho de lo que haces con ello".

La clave, según Buffett, está en los hábitos que se generan en torno a cualidades positivas o negativas desde la juventud: "Alguien dijo una vez: 'Las cadenas de los hábitos son demasiado ligeras para sentirlas hasta que son demasiado pesadas para romperlas'. Y veo eso todo el tiempo".

Finalmente, Buffett anima a fijarte en esas dos personas que has elegido (la que te haría ganar dinero, con sus virtudes, y la que te haría perderlo, por sus defectos) y a convertirte en fuente de admiración o referencia para otros a base de deshacerte de las cualidades negativas y potenciar o adquirir las positivas.

"Si sigues eso, al final serás la persona de la que te gustaría comprar el 10% [de sus ganancias]. Ese es el objetivo alcanzable por todos en esta sala. Y este es el final de este sermón", concluye.