5 cosas que he hecho todo el año para que las Navidades sean más asequibles

Por mucho que me esfuerce por tener un diciembre tranquilo y dedicar algo de tiempo al descanso y la reflexión, las reuniones de fin de año, el reparto de los regalos y el ajetreo general de las Navidades se sienten como un torbellino.

A pesar de la sensación de agobio de la temporada, hay algo que evito desde hace mucho tiempo: gastar más de la cuenta y cavar un agujero de deuda. 

Hago cinco cosas que me permiten presupuestar las compras de Navidad durante todo el año, y me han ayudado a mantenerme alejada de la resaca de la deuda navideña.

1. Tengo un registro de mis gastos navideños en una hoja de cálculo

Sí, es totalmente cierto. Puede que en mi pequeña casita para uno (más un gato) tenga "mi montón de la vergüenza" —una colección de cosas en la que no debería gastar tanto dinero— en forma de pegatinas y artículos de papelería, pero algo que sí tengo muy en cuenta es mantener un presupuesto para Navidad.

Soy una de esas entusiastas que crea una hoja de cálculo para todo. Y, por supuesto, mis compras navideñas no son una excepción. 

Mi lista incluye a todas las personas a las que quiero hacer un pequeño regalo, la ropa que me quiero poner durante las fiestas, el papel de regalo, las tarjetas de felicitación, los gastos de envío, las comidas de Navidad y los ingredientes para los productos horneados.

También tengo en cuenta la cantidad de dinero que puede que necesite para las diferentes reuniones. Al lado de cada artículo de mi lista, apunto una cantidad aproximada y cualquier idea para regalos que puedan gustar a cada persona.

2. Reduzco mi lista

Además de hacer un seguimiento de mis gastos navideños, busco la manera de reducir mi lista o mis gastos.

Por ejemplo, en vez de regalar tarjetas regalo para Starbucks a todos los de la oficina de correos, me planteo hacer brownies —que definitivamente me saldrán más baratos—. O en vez de comprar un regalo para cada primo y su hijo, compro un único regalo para toda la familia.

3. Hago un fondo para regalos

Tengo una cuenta bancaria que utilizo sólo para objetivos de ahorro a muy corto plazo. Aunque tengo una cuenta de ahorros en otra entidad para guardar mi fondo de emergencia, un fondo familiar y otros objetivos, la cuenta para regalos es donde guardo el dinero para imprevistos, es decir, fondos de los que puedo sacar y meter dinero con más libertad.

Como el tipo de interés de esta cuenta no es muy alto, sólo guardo en ella el dinero que pretendo mantener durante un corto periodo de tiempo. Ahí, por ejemplo, es donde guardo mis ahorros para regalos. 

Cada semana, ahorro unos 10 euros automáticamente. Así, mi fondo para regalos se utiliza principalmente para regalos de Navidad y de cumpleaños.

4. Compro en rebajas durante todo el año

Aprovecho los grandes descuentos de las rebajas y las liquidaciones durante todo el año. Intento apoyar al comercio local en la medida de lo posible. Muchos de ellos organizan rebajas semestrales.

No tengo un presupuesto fijo de lo que me gasto cada mes, pero suelo sacar dinero de mi fondo para regalos o de mi hucha para derroches. De este modo, puedo "repartir mis gastos" y no tengo que correr a última hora para comprar los regalos.

Eso sí, reconozco que aunque hago lo que puedo para aprovechar las mejores ofertas posibles, tiendo a esperar hasta finales de año para comprar regalos para los niños de mi lista. Sus gustos e intereses suelen cambiar más rápido que los de los adultos. Y si estoy pensando en regalarles el último juguete de moda, seguramente salga a la venta más adelante o durante el Black Friday.

5. Aprovecho al máximo mis grupos con la comunidad

Otra forma de ahorrar en Navidad es estar atenta durante todo el año a los artículos de mi Grupo Buy Nothing local —grupos comunitarios que fomentan el intercambio entre vecinos o negocios cercanos— que puedo utilizar para regalos, repostería, papel de envoltorio y hasta ropa.

Este año me han regalado un nuevo molde para bombas de chocolate, para galletas de animales y cacao ecológico que utilizaré para hornear. He conseguido también diversos artículos para regalar, como peluches, bolsas de regalo, cajas de regalo, cestas y artículos para rellenar calcetines.

Aunque participo en el grupo principalmente para conocer a mis vecinos y fomentar la comunidad, he descubierto que es una forma estupenda de ahorrar dinero. Escapar del ajetreo inevitable de las fiestas parece casi imposible. Pero si ahorro para los gastos navideños durante todo el año y busco ofertas, puedo evitar una resaca financiera nada más entrar en el nuevo año.