8 errores y gazapos de 'El juego del calamar' que solo los auténticos fans de la serie han detectado

A no ser que hayas pasado las últimas semanas en Marte, seguro que o has oído hablar de El juego del calamar o ya te has visto los 9 episodios de esta exitosa serie de Netflix.

Si eres de los que suelen darle vueltas a las cosas, quizás hay elementos de la trama que no has acabado de aceptar. ¿Por qué la policía no sabe nada sobre el juego? ¿Por qué a nadie se le ocurrió  usar la regla del voto democrático para parar la partida durante el cuarto o quinto juego?

Este artículo no recopila errores de este tipo. Este tipo de dudas, conocidas como lagunas argumentales, son muy debatibles y hay gente que no los considera errores sino concesiones del guion. Hay cosas que ocurren para que la trama avance.

No obstante, la serie sí que tiene errores objetivos. Gazapos y despistes como personajes que cambian de sexo o móviles que cambian de diseño.

Aquí tienes 8 de estos errores. ¿Los detectaste en su momento o se te escaparon?

1. El participante de 124 años

Durante el quinto juego, el del puente colgante, el participante 013 demuestra de repente saber diferenciar entre un vidrio normal y otro templado. Gracias a eso, sabe qué paneles son seguros y cuáles debe evitar. Como los VIPS del retorcido concurso se muestran sorprendidos al respecto, el líder decide mostrar su ficha para aclarar el misterio.

Al observar sus datos, los villanos descubren que el concursante trabajó durante años en una fábrica de vidrios. No obstante, si te fijas bien en su ficha, verás que hay algo en su fecha de nacimiento que no encaja: el participante nació en el 1897. De ser así, durante los eventos de El juego del calamar tendría 124 años. Se le ve un poco anciano... ¡pero no tanto!

2. La silueta del paraguas

En el segundo juego, los concursantes empezaban eligiendo una figura (círculo, triángulo, estrella, paraguas) sin saber todavía el motivo. Después descubrieron que debían recortar la silueta elegida en una galletita, y que todo error acabaría siendo mortal.

Gi-Hun, con su mala suerte habitual, acaba escogiendo la silueta del paraguas, la más difícil de realizar. Durante la prueba, se puede ver que en el escenario hay diversos adornos con estas figuras. Pero ocurre algo muy peculiar con la del paraguas: cambia su aspecto de tanto en cuanto. A veces tiene las aristas que también están en la galleta y a veces no.

3.El rico con el móvil de pobre

Cuando te conviertes en millonario de la noche a la mañana, lo normal es que realices aquel viaje caro que soñabas, actualices tu vestuario o te pilles un smartphone nuevo. Al final de la serie, Gi-Hun sigue estos pasos a medias. Se tiñe el cabello de rojo, está a punto de cruzar el charco para ver a su hija... pero, ¿y el smartphone?

Lo curioso de Gi-Hun es que antes de participar en El juego del calamar, cuando estaba con deudas hasta el cuello, tenía un Samsung S7. Pero, en el último episodio, en la escena del aeropuerto... tiene un Samsung S3. ¿Cómo es posible que no solo no se haya comprado un móvil viejo sino que encima el modelo sea peor?

4. Top Scrert

En el episodio 5, el agente de policía Hwang Jun-ho logra investigar más a fondo cómo funciona la estructura de El juego del calamar gracias a que se ha podido colar en la isla. Acaba accediendo a un montón de informes secretos que revelan algunos detalles de la trama.

Pero mientras Jun-ho acababa sorprendido por descubrir la verdadera identidad del líder, algunos espectadores muy observadores descubrieron que uno de los documentos tenía una errata garrafal, sobre todo teniendo en cuenta la importancia de los mismos: se puede leer Top Scrert en lugar de Top Secret (es decir, alto secreto).

5. Un protagonista con 2 fechas de nacimiento

Los problemas de Gi-Hun ya empiezan en el primer episodio cuando intenta sacar dinero de la cuenta de su madre pero descubre que la contraseña de siempre no le funciona. En concreto, introduce los números 0426, es decir, 26 de abril. El protagonista explica que es su fecha de nacimiento.

No obstante, más adelante, cuando en un momento de la serie se puede ver la ficha que la organización siniestra tiene de Gi-Hun, el espectador astuto puede comprobar que la fecha de nacimiento en el expediente es otra: 31 de octubre. ¿En qué quedamos?

6. El móvil con la batería imposible

Este es el error que seguro que te diste cuenta mientras veía la serie. El agente de policía Hwang Jun-ho pasa un montón de días de incógnito en la isla donde ocurren los juegos. Al final de la jornada se saca un iPhone en el que apunta todas las pistas que ha obtenido. Y en su trágico desenlace hasta logra llamar brevemente a su jefe.

Vamos a ver, ¿has visto hoy en día un móvil moderno con una batería que dura días antes de que necesite ser recargada? Si al menos Jun-ho hubiera apagado y encendido su iPhone, esto habría tenido un pase. Pero no es así. Lo mantiene encendido todo el rato. Y en esa isla hay muchos juegos mortales pero pocos cargadores y enchufes.

7. Hay más de 456 participantes

En teoría, el juego mortal al que se someten los protagonistas de esta serie tiene 456 participantes, cada uno con su número asignado. La realidad no obstante es otra.

A largo de la serie, si prestas atención puedes comprobar que hay participantes terciarios que cambian de aspecto, tamaño e incluso de sexo. Por ejemplo, en un momento determinado se puede ver perfectamente que la concursante 061 es una mujer. Más adelante se puede ver que se ha convertido en hombre. Era normal que a los productores se les escaparan estos detalles.

8. Se coló un número real en la famosa tarjeta de El juego del calamar

Seguro que has oído hablar de este gazapo porque se hizo viral al poco de estrenarse la serie. Como ya sabrás, la organización contacta con los participantes dándoles una ominosa tarjeta de visita con solo 3 símbolos y un número de teléfono.

El problema es que los productores no comprobaron si el número que aparece en la serie existe o no. Por desgracia, es real. Es el número de una pobre mujer que nada tiene que ver con El juego del calamar y que de repente se vio asaltada por llamadas de gente queriendo participar en algo que ella no sabía lo que era. Por suerte, Netflix lo arregló y ahora el número sí que es ficticio.