La vuelta de los turistas da alas a las aerolíneas de bajo coste para elevar las tarifas

Avión de Ryanair

Los datos del buscador de viajes Kayak ofrecidos a Business Insider España revelan que el precio medio de los vuelos esta temporada estival ha sido un 16% más alto que en el mismo período de 2019, lo que no ha frenado en absoluto la demanda. 

El aumento de costes se deriva de 2 variables: el precio del combustible, que no ha dejado de aumentar y que es muy importante para las aerolíneas –representa en torno al 25% de sus gastos–; y los salarios de la plantilla.

Aunque durante la peor parte de la pandemia las compañías aéreas tiraron los precios por los suelos para dar un empujón a la demanda, la realidad actual es diferente y las aerolíneas han visto una oportunidad para subir las tarifas.

Concretamente, han llegado a aumentar un 8,5%, según el último dato disponible que publica La Información.

Volar se ha convertido en algo "demasiado barato" como para conseguir beneficios en plena escalada de costes en el sector, por lo que las tarifas subirán en los próximos 5 años, como ya había anunciado en julio Michael O'Leary, consejero delegado de Ryanair Holdings —matriz de la low cost irlandesa—.

El precio medio de un vuelo de Ryanair pasará de 40 euros a una horquilla de entre 50 y 60 euros por la combinación del alza en el precio del combustible y la presión en la industria para cumplir los objetivos medioambientales. Es más, O'Leary ha asegurado que los viajeros pueden ir diciendo adiós a las populares tarifas de 10 euros que caracterizan a la compañía.

Según dijo la aerolínea en la presentación de los resultados del primer trimestre fiscal —entre abril y junio—, la tarifa media para el segundo trimestre está entre un 11% y un 14% por encima del pico del verano de 2019, antes del estallido del COVID-19.

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Subir precios cuando tu modelo está basado en las tarifas reducidas puede implicar perder volumen y, por tanto, poner en riesgo el modelo low cost; pero no hacerlo puede significar que lo que está en juego es el balance de la empresa. Esta es la encrucijada que afrontan hoy las aerolíneas de bajo coste.

Pero, lejos de salir perdiendo, los expertos coinciden en que las compañías de bajo coste cuentan con una ventaja competitiva respecto al resto: la flexibilidad, lo que las hace más resilientes.

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