Quién es quién en el sector financiero: Santander o la historia de cómo un pequeño banco local que nació en 1857 se convirtió en un gigante global

Ana Botín, presidenta de Banco Santander.
Ana Botín, presidenta de Banco Santander.
  • Business Insider España analiza los grandes bancos españoles, su origen, modelo de negocio, política de dividendos y principales retos. 
  • El origen de Banco Santander se remonta al 15 de mayo de 1857. Ese día, la reina Isabel II firmó el real decreto que autorizó la constitución del banco. 
  • El momento clave para convertirse en el mayor banco español tuvo lugar en 1994, cuando Santander compró Banesto, que acabó absorbiendo en 2012. 
  • Noveno banco del ranking mundial, ligado estrechamente a la familia Botín, su gran desafío de futuro pasa por la digitalización.
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Banco Santander se ha convertido en un gigante global. En su más de un siglo de vida, ha pasado de ser una pequeña entidad ligada a la ciudad del norte de España que le da nombre a convertirse en el mayor banco español. En el camino ha habido compras, fusiones y alguna polémica. 

La entidad, que hoy se encuentra en la posición 9ª del ranking mundial teniendo en cuenta su capitalización bursátil, según el último informe financiero publicado por PwC, ha ido creciendo a base de una serie de fusiones y adquisiciones como la de Banesto o, posteriormente, la de sus rivales Banco Central o Banco Hispanoamericano, que ya se habían fusionado. La última gran operación llegó en 2017, tras hacerse con Popular. 

El origen de Banco Santander y el papel de la familia Botín

El origen de Banco Santander se remonta al 15 de mayo de 1857. Ese día, la reina Isabel II firmó el real decreto que autorizó la constitución del banco. En las primeras décadas del siglo XX, fue ganando tamaño hasta lograr con un beneficio cercano al medio millón de pesetas en 1917. 

La historia de Santander está ligada a la familia Botín. En 1934, Emilio Botín Sanz de Sautuola y López fue nombrado director general de Banco Santander y, en 1950, asumió la presidencia. 

El abuelo de la actual presidenta del banco, Ana Botín, impulsó un proceso de expansión por toda España. Un crecimiento que se desarrolló en los años 60 y que fue parejo a la adquisición de varios bancos locales. 

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En 1986, Emilio Botín (el padre de la actual presidenta) asumió la presidencia del banco y, bajo su dirección, se convirtió en el mayor banco español. Botín fue el artífice de las grandes operaciones que colocaron a Santander en los primeros puestos del ranking bancario. Ocupó el cargo 36 años, hasta su fallecimiento en 2014 a los 79 años. 

Entonces, el consejo de administración aprobó "por unanimidad el nombramiento de Ana Botín como presidenta de la entidad". Había dirigido Banesto y, posteriormente, la filial británica de Santander. 

Inicios de un banco global y de empresas

Actualmente, Santander cuenta con 157 millones de clientes en sus 8 mercados. De hecho, España lleva ya tiempo sin ser el número uno. Brasil es el país con mayor peso para el grupo. 

Esta idea de banco global se encuentra ya en los primeros pasos de la entidad. En la década de los 60 del siglo pasado, Santander compró el Banco del Hogar Argentino, la primera filial en América Latina. En 1976, se hizo con el First Nacional Bank de Puerto Rico y, en 1982, con el Banco Español-Chile, convirtiéndose en pionero de la banca comercial en Iberoamérica.

A finales de los 80, aumentó su presencia en Europa con la adquisición en Alemania de CC-Bank a Bank of America, entidad con más de 3 décadas de experiencia en el mercado de financiación de vehículos. También tomaron una participación en el Banco de Comercio e Industria en Portugal y selló una alianza estratégica con The Royal Bank of Scotland en 1988.

Fusiones y compras en España: de Banesto al Popular 

En paralelo a esta expansión internacional, el banco siguió creciendo en España. En 1985, creó el Banco Santander de Negocios en España para desarrollar las actividades de banca de inversión y mercados mayoristas. En 1965, ya habían creado el Banco Intercontinental Español (que acabaría convertido en Bankinter).

La estrategia de crecimiento en España de Banco Santander estuvo ligada a ganar tamaño gracias a las compras de sus competidores. Con la entrada en la Unión Europea (UE), crecer era clave para la supervivencia. 

En 1986, fecha en la que España entra en el club europeo, había 7 grandes bancos en España: los más pequeños eran Santander y Popular. 

"El mayor –el Central– ocupaba el lugar número 100 en el mundo; su tamaño no llegaba a la quinta parte de la Banque Nationale de Paris (BNP) o del Crédit Agricole, y equivalía a una cuarta parte del Barclays Bank o de Deutsche Bank", recuerdan en el libro Santander, el banco. El imperio que hereda Ana Botín sus autores Adrian Tschoegl y Mauro Guillén. 

Las fusiones bancarias de los 90

Esa necesidad de ganar tamaño para poder competir en Europa provocó que el sector bancario español viviera una ola de fusiones en los años 90. 

En 1991, el ministro de Economía, Carlos Solchaga hizo pública la noticia de que el Central se había fusionado con el Hispano Americano, que arrastraba dificultades financieras desde principios de los años 80, creándose el Banco Central Hispano (BCH). 

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"Mientras los 3 grandes bancos –BBV, BCH y Argentaria– se encontraban digiriendo las dificultades de sus respectivas fusiones, y Banesto se debatía en sus dificultades financieras, Santander de Emilio Botín continuaba creciendo orgánicamente, aprovechando los problemas de sus competidores. Santander entró en el negocio de la financiación al consumo en Europa a través de un acuerdo importante con Royal Bank of Scotland, y en el sector bancario de Portugal, Puerto Rico, y Estados Unidos", explican Toschoegl y Guillén. 

Este crecimiento orgánico también fue espoleado con el lanzamiento de productos comerciales innovadores en la que se conoció como guerra del pasivo y que llevó a la competencia a lanzar productos similares. 

Santander se convierte en primer banco español 

La mayor oportunidad de Santander para crecer llegó en 1994 cuando realizó la puja más alta por Banesto. La entidad había sido intervenida por el Banco de España tras haber procedido al cese fulminante del consejo de administración, con su presidente, Mario Conde, al frente. Posteriormente, Conde fue condenado tras un largo juicio por un fraude contable continuado por parte de los gestores de Banesto. 

Banco Santander se convirtió con esta operación en el líder de la banca española tras ganar la subasta por Banesto. Ofreció 762 pesetas por acción, frente a las 667 del BBV y las 566 de Argentaria, según recogió El País. El banco acabó siendo absorbido por Santander en 2012, hasta ese momento mantuvo su marca y su operativa independiente. 

Tras la compra de Banesto, Santander siguió buscando oportunidades. En 1999, anunció su fusión con el BCH (Banco Central Hispanoamericano). Una fusión entre iguales, pero en la que, tras maniobrar, Emilio Botín consiguió hacer prevalecer a Santander. 

"Si se quiere salir en la foto, hay que moverse. Y eso es lo que hemos hecho". Así explicaba en aquel momento Botín la que fue la primera gran fusión bancaria española, según El País. 

La última de las grandes compras realizadas por Santander hasta la fecha tuvo lugar en junio de 2017, cuando acabó controlando Popular, uno de los bancos que quedaban de esos 7 grandes que había antes de la entrada en la UE. Tras unos meses de fuga de depósitos y una gestión polémica del banco, la Junta Única de Resolución intervino la entidad. 

Solo hubo una oferta para hacerse con él. La de Santander, que ofreció un euro. El encaje entre los 1 bancos era bueno porque Popular tenía una gran parte de su negocio enfocado a las empresas. Sin embargo, para poder digerir todos los activos tóxicos, en su mayoría ligados al ladrillo, Santander tuvo que realizar una ampliación de capital de 7.000 millones de euros. 

¿Cuál es el modelo de negocio de Banco Santander?

Santander es un banco comercial, que compagina este negocio con la banca de empresas y la privada. En los últimos años, ha puesto también en foco en el negocio digital. 

Santander creó su división Digital Consumer, que engloba las actividades de Santander Consumer Finance y Openbank. El objetivo es estar más preparada para los retos del futuro. 

Entre las nuevas innovaciones de este área se encuentra el lanzamiento de su plataforma de pago aplazado, Zinia, con la que pretende competir con las grandes fintech como Klarna o Clearpay. Fue uno de los primeros grandes bancos tradicionales en lanzar un negocio de este tipo. 

¿Quién controla y quién dirige Banco Santander?

Santander es un grupo bancario que cotiza en la Bolsa española. El banco tiene unos 4 millones de accionistas. Más de 3,4 millones son europeos y controlan el 75% del capital social. Medio millón son inversores americanos que suman el 24%, aproximadamente.

Entre los grandes accionistas del banco se encuentran BlackRock, Dodge & Cox o Norges Bank. 

La presidenta de la entidad es Ana Botín y el grupo está en proceso de nombramiento de un nuevo consejero delegado. Héctor Blas Grisi Checa, actual consejero delegado de Santander México y responsable de la región de Norteamérica, sustituirá como consejero delegado del grupo y miembro del consejo de administración a José Antonio Álvarez. 

António Simões es el CEO de Santander España. Relevó a Rami Aboukhair en abril de 2021. 

La política de dividendos de Banco Santander

El pago del dividendo siempre ha sido uno de los puntos claves en la estrategia de Santander. La remuneración al accionista se ha mantenido en el tiempo con algunas excepciones coyunturales, como en el caso de la pandemia. 

Entonces, con la economía paralizada, el Banco Central Europeo (BCE) recomendó a los bancos no remunerar a los inversores y aumentar las provisiones para hacer frente al shock económico.

La banca, ante un entorno incierto: el equilibrio entre los tipos de interés, la morosidad y el consumo y la inversión condicionará el negocio en la segunda mitad del año 

En 2021, la vuelta al dividendo supuso que el total de capital distribuido a los accionistas con cargo a los resultados de ese ejercicio ascendió a unos 3.400 millones de euros. 

Para 2022, Banco Santander ha anunciado un 40% de pay out (porcentaje del beneficio que se destina a remunerar a los accionistas). Se dividirá en 2: un 50% del dividendo en efectivo y un 50% en recompra de acciones. 

Los retos de futuro de Banco Santander

Santander se enfrenta al futuro en un entorno donde un prolongado periodo de tipos de interés negativos ha ahogado el negocio tradicional bancario. 

Ahora, la vuelta a la normalización de la política económica del BCE llega al mercado a la vez que una fuerte incertidumbre con la guerra de Ucrania generando grandes dudas sobre el precio de la energía y cómo afectará ese entorno tanto a la inflación como al crecimiento. 

Entre los retos que la entidad tiene a corto plazo, destaca gestionar un posible repunte de la morosidad, en el caso de que el escenario macroeconómico se torne más adverso. Por el momento, los expertos apuntan que los bancos afrontan este cambio de ciclo en una posición más cómoda de solvencia y con las cuentas más saneadas que en la crisis financiera de 2008. 

Por otro lado, el gran desafío de Santander en los próximos años está en la digitalización. La irrupción de las fintech ha provocado que los bancos empiecen a prestar más atención a los nuevos negocios, mientras sigue abierta la posibilidad de que las grandes tecnológicas entren a competir en algunos segmentos que antes eran coto exclusivo de la banca. 

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