¿Es verdad que rendir menos los lunes es beneficioso? Esto señala una nueva tendencia laboral

La mayoría de la gente detesta los lunes. Tanto, que en ocasiones incluso empieza a darle vueltas al asunto durante el domingo, sobre todo por la tarde y noche. La razón es bastante sencilla: la vuelta al trabajo, la rutina diaria y las obligaciones con las que casi todo el mundo acostumbra a cargar. Y adiós al fin de semana. 

¿Puede decirse que los lunes son o deben ser especiales a nivel profesional? Para mucha gente, sí. Es por eso que desde hace ya un tiempo se viene acuñando un término específico: Bare Minimun Monday. Una tendencia que cada vez más gente parece tener en consideración.

¿Qué es el Bare Minimum Monday? 

Literalmente, Bare Minimum Monday vendría a significar algo así como “lunes mínimo” o “lunes de hacer lo mínimo”, algo que ya da pistas de por dónde van los tiros. Aunque no es la única manera de desarrollarlo, este concepto se viene aplicando sobre todo desde un punto de vista laboral o profesional. Sería algo así como trabajar lo menos posible el lunes. 

¿Por qué? Las explicaciones que se dan son varias y, en ocasiones, hasta cierto punto lógicas. Cabe suponer que después del fin de semana uno necesita algo de tiempo para aclimatarse de nuevo a la vuelta a la realidad del trabajo. Si el lunes es el día que más cuesta ponerse en marcha de la semana, ¿no sería sensato escuchar a tu cuerpo o tu mente y tomártelo con calma? 

En un sentido práctico, esto supondría algo así como consentirse cierta pereza durante el primer día laborable de la semana. Es decir, evitar los proyectos o las tareas más duras, delegar en la medida de lo posible, no tomar las decisiones importantes hasta, al menos, el martes, no realizar o atender entrevistas de trabajo, etcétera. 

De hecho, muchos expertos aseguran que si alguien te entrevista durante un viernes tienes más posibilidades de que te cojan que si lo hacen un lunes. La razón es sencilla: tu entrevistador estará más contento y positivo. En cualquier caso, no solo existen quienes defienden el Bare Minimum Monday, sino que además aseguran que ayuda a ser más productivo.

La “cara B” del Bare Minimum Monday

A pesar de que la base del Bare Minimum Monday puede tener su sentido, también existen complicaciones derivadas de él. Y, por supuesto, sus detractores. Pare empezar, sencillamente, no todo el mundo puede permitírselo. ¿Qué sucede si es precisamente el lunes cuando más responsabilidades tienes? Quizá por organizar el resto de la semana o por algún compromiso específico.

¿Y qué sucede, por ejemplo, con los hosteleros que libran ese día? ¿Deberían ellos hacer un “martes de trabajar lo mínimo”? Es evidente que estas propuestas pueden estar bien, pero también recordar que cada caso es diferente, y que no todo el mundo debe regirse por la misma regla. 

Por no hablar de que también puede verse desde la perspectiva contraria: hay gente que comienza la semana con más energía, y que la va perdiendo, quizá por el cansancio o el sueño, a lo largo que esta avanza.