La expansión de la energía solar genera un nuevo negocio: el reciclaje de las 30.000 toneladas de paneles usados que se producen cada año

Una planta sale entre las placas solares.

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La energía solar es clave para los planes mundiales de reducción de la dependencia de combustibles fósiles. Aunque tiene varios problemas, desde el más evidente del almacenamiento de una energía cuya producción depende de la meteorología, el gasto energético que supone su fabricación, sobre todo por el aluminio, o uno incipiente y en aumento: el reciclaje de los paneles usados.

Si la vida útil de un panel solar suele ser de unos 25 años, esto quiere decir que a partir de esta década una inmensa cantidad de células van a comenzar a desecharse, provocando un enorme desafío, que es a la vez una inmensa oportunidad de negocio: el reciclaje de esos paneles.

Actualmente en todo el mundo se generan más de 30.000 toneladas de residuos de paneles solares cada año, y se calcula que para 2035 esa cantidad se amplíe al millón cada año, según datos de BloombergNEF citados por el Wall Street Journal.

Adrián (i) y Nacho (d) Bautista, fundadores de Fundeen

Lo que parece un enorme problema es también una tremenda oportunidad económica: un estudio de la Agencia Internacional de la Energía Renovable de junio de 2016 estimaba que para 2050 los desechos de paneles solares alcanzarían los 78 millones de toneladas, con un valor económico de 15.000 millones de dólares (14.236 millones de euros, al cambio actual).

China sería, según estos cálculos, el país que más toneladas acumularía a mediados de este siglo (entre 13,5 y 20 millones de toneladas, según los escenarios), seguida por Estados Unidos, Japón, India y Alemania.

El reto del reciclaje solar

Los paneles solares están compuestos mayoritariamente de cristal, que supone entre el 75% y el 90% del material utilizado. El aluminio es aproximadamente un 10% y el silicio está en torno al 5%, según la Agencia Internacional de Energía Renovable. Luego hay una variedad de otros materiales, como cobre, plata y otros metales. 

El 95% del material de un panel puede ser actualmente reciclado, según BloombergNEF. El mayor problema es el coste de extraer los materiales que componen el panel para separarlos y refinarlos, de manera que puedan utilizarse de nuevo, operaciones que pueden generar un coste superior a su valor, según la firma estadounidense.

Planta solar de Amazon en España

La directiva europea de residuos electrónicos de 2012 obligaba a los fabricantes a recuperar el 85% de los residuos fotovoltaicos a partir de 2018 y hacer posible que el 80% pudieran reutilizarse y reciclarse. 

Para ello, la Unión Europea promovió Cabriss, un consorcio con 16 empresas —entre ellas, la española Ferroatlántica, filial española de la londinense Ferroglobe—, con el objetivo de establecer una red de economía circular de paneles fotovoltaicos.

Entre las compañías que pretenden aprovechar este inmenso mercado está la francesa Veolia, que puso en marcha en 2018 la primera planta europea de reciclaje de paneles solares, con capacidad para reciclar 1.300 toneladas al año en 2018 y el objetivo de alcanzar las 4.000 toneladas en este año 2022.

En España, una compañía emergente denominada Greening Relive pretende convertirse en la primera en hacer un reciclado completo de los paneles solares. A finales de 2021 firmó un convenio con la Universidad de Granada para poner en marcha una planta en la localidad granadina de Jerez del Marquesado, con 2,1 millones de euros de inversión y 25 empleados.

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