En la carrera armamentística de la IA, los centros de datos se están volviendo nucleares

Daniel Geiger,
Ellen Thomas
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Torres de refrigeración de una central nuclear.

 Wlad74/Getty

  • Varios operadores de centros de datos como Amazon han recurrido a la energía nuclear en países como Estados Unidos para impulsar su crecimiento. 
  • A los expertos en energía les preocupa que los centros de datos nucleares puedan provocar un agujero atómico en la red eléctrica. 

Lejos de los centros de datos más importantes de Estados Unidos y conectado a una fuente de energía que lleva tiempo suscitando preocupación entre la población, el centro de datos de la central nuclear de Susquehanna, en el noreste de Pensilvania (Estados Unidos), había atraído a unos pocos inversores interesados en los últimos años.

Y entonces llegó Amazon.

En marzo, el gigante tecnológico acordó comprar las instalaciones por 650 millones de dólares —unos 603 millones de euros— y trazó planes para ampliar sus operaciones en el lugar, contratando la extracción de hasta 960 megavatios de la vecina central nuclear en los próximos años (capitalizando así casi el 40% de su producción).

El acuerdo al que llegó Amazon ilustra el nuevo interés de los centros de datos por la energía nuclear. El sector se ha vuelto cada vez más agresivo a la hora de asegurarse fuentes de energía grandes y fiables en un momento en el que su tórrido crecimiento ha superado la capacidad de la red eléctrica para seguirle el ritmo.

Con un total de casi 100 gigavatios, el parque de centrales nucleares de EEUU ofrece una enorme reserva energética y una oportunidad que los centros de datos intentan aprovechar cada vez más. Y es que, según la Administración de Información Energética estadounidense, un gigavatio es suficiente como para iluminar alrededor de 340.000 hogares.

La energía nuclear tiene otro atributo importante para el negocio de los centros de datos: sus emisiones de carbono son insignificantes, lo que permite a los operadores de estas instalaciones afirmar que su rápida expansión no va a empeorar la crisis climática.

Wes Swenson, CEO de Novva (operador de centros de datos con sede en Salt Lake City, Estados Unidos), asegura que durante años los operadores de centros de datos se han mantenido alejados de la energía nuclear "porque la opinión pública siempre ha sido bastante negativa".

El acuerdo con Amazon le ha sorprendido "mucho", reconoce el empresario, que explica por qué cree que sirve para entender la creciente revalorización de la energía nuclear por parte del sector.

"No creo que esto se detenga", resume Swenson.

Satya Nadella

Hay indicios de que efectivamente no va a ser así.

Joe Domínguez, CEO de Constellation (el mayor operador de centrales nucleares del país norteamericano), declaró durante la última presentación de resultados trimestrales de su organización —que tuvo lugar en marzo— que alimentar los centros de datos con energía nuclear era "una especie de matrimonio perfecto".

"Constellation cuenta con un gran equipo que participa en estas conversaciones", apuntó el alto ejecutivo. 

Vistra, otro propietario de centrales nucleares de EEUU, también indicó hace poco que estaba negociando acuerdos de centros de datos para una central nuclear que posee en Ohio y otra en Texas.

"Estamos viendo cómo los clientes se acercan a nosotros a un ritmo que no habíamos visto en mi historia en este sector", señaló Jim Burke, CEO de la organización, durante otra presentación de resultados que tuvo lugar en marzo.

El 30 de abril, Ralph La Rossa, CEO de Public Service Enterprise Group, una empresa de suministro eléctrico de Nueva Jersey, afirmó que también estaba considerando la venta de energía nuclear a centros de datos.

"Nuestras unidades nucleares podrían proporcionar acceso a una fuente de energía de carga base altamente fiable y libre de carbono", dijo La Rossa, señalando que las instalaciones nucleares se consideraban cada vez más como "misión crítica para los grandes desarrolladores de centros de datos e hiperescaladores".

PSEG explota dos centrales nucleares en Nueva Jersey que actualmente suministran casi la mitad de la electricidad de ese estado.

Este entusiasmo es compartido por un número cada vez mayor de operadores de centros de datos.

En enero, Microsoft anunció la contratación de dos veteranos ejecutivos del sector energético para ocupar los puestos recién creados de director de aceleración nuclear y director de tecnología nuclear en la compañía, lo que demostraba su intención de apostar por esta fuente de energía

El verano pasado, la firma de Redmond, que es uno de los mayores operadores de centros de datos del mundo, firmó un acuerdo con Constellation para comprar energía nuclear para una de sus instalaciones de Virginia cuando la eólica y la solar no estén disponibles.

Los centros de datos van a remolque o "detrás del contador"

Los grandes clientes de energía suelen iluminar sus operaciones enchufándose a la red energética. Sin embargo, el derrochador consumo energético de los centros de datos ha complicado su tarea de abastecerse de electricidad.

Impulsado por la adopción generalizada de la computación en la nube y la actual demanda de inmenso almacenamiento y procesamiento informático necesarios para desarrollar y comercializar la inteligencia artificial, se espera que el uso de energía de los centros de datos se duplique en los próximos dos años, según un informe de la Agencia Internacional de la Energía.

JLL calcula que, si se dispone de la electricidad suficiente, la huella energética de los centros de datos en Estados Unidos podría crecer hasta 79 gigavatios a finales de 2030 (frente a los 22 gigavatios actuales).

Una central eléctrica de Dominion Energy en Chester, Virginia (Estados Unidos).
Una central eléctrica de Dominion Energy en Chester, Virginia (Estados Unidos).

Steve Helber/AP

A medida que los operadores se apresuran a aprovechar este auge, se encuentran con que la red eléctrica estadounidense no da abasto. 

En 2022, por ejemplo, Dominion Energy, una empresa de servicios públicos con sede en Virginia, comunicó a los promotores del estado —el mayor mercado de centros de datos del mundo— que se iba a retrasar la puesta en marcha de nuevos proyectos, lo que hizo saltar las alarmas del sector.

Mientras las compañías de servicios públicos de EEUU revelan unos planes de expansión que pueden tardar años en materializarse, los centros de datos intentan evitar la espera yendo directamente a la fuente de recursos.

Las operaciones de Amazon en Susquehanna se abastecerán directamente de la central nuclear, propiedad de Talen Energy, evitando así el sistema energético estadounidense. Este tipo de acuerdos se conocen como "coubicación" y funcionan "detrás del contador", sin pasar por los contadores de la empresa energética que mide y factura la electricidad que sale de la red. 

La compañía dirigida por Andy Jassy se ha negado a hacer declaraciones para este artículo.

Ilustración centro de datos

Burke, CEO de Vistra, ha asegurado que los clientes con los que ha estado hablando están "interesados en estar también detrás del contador". Domínguez, director ejecutivo de Constellation, ha expresado que sus conversaciones giran en torno a "oportunidades de línea detrás de la red con centros de datos".

PJM, un gestor de transmisión regional que supervisa una gran parte de la red eléctrica de Estados Unidos, desde Chicago hasta Nueva Jersey, dijo en abril que tiene 5.000 megavatios de estos acuerdos "detrás del contador" a la espera de ser aprobados. Supone casi tanta energía como la que necesita la ciudad de Nueva York en un día normal.

PJM no especificó qué tipo de clientes o fuentes de energía estaban implicados en dichas solicitudes de aprobación, pero sugirió que incluían centros de datos, minas de criptomonedas y productores de energía de hidrógeno.

Los expertos en energía defienden que es probable que la mayor parte sea entre centros de datos y centrales nucleares, y que la escala de la cadena de transacciones no tiene precedentes.

"Nuevos clientes apuntándose a centrales existentes como esta... Nunca nadie había hecho algo así", ha valorado Michael Jacobs, analista de energía de la Union of Concerned Scientists.

Los centros de datos buscan instalaciones de gigavatios. Y solo algunas centrales nucleares pueden ofrecer eso.

Las centrales nucleares tienen otra característica que ayuda a conseguir acuerdos con los centros de datos. Suelen estar rodeadas de amplios terrenos de seguridad, que proporcionan el espacio adyacente necesario para albergar instalaciones de centros de datos de tipo almacén. 

Además, las centrales nucleares suelen producir mucha más energía por instalación que las centrales eléctricas de gas natural, lo que las hace más capaces de satisfacer las crecientes necesidades energéticas del sector tecnológico.

"Los centros de datos buscan instalaciones de gigavatios", sugiere Brian Janous, un antiguo ejecutivo de energía de Microsoft que creó una empresa de desarrollo energético a principios de año. "Y solo algunas centrales nucleares pueden ofrecer eso".

Preocupación por que los costes se trasladen a los consumidores

Los crecientes vínculos entre los centros de datos y la industria nuclear han suscitado cierta preocupación.

Si un mayor número de centros de datos contrata energía directamente de centrales nucleares comerciales que normalmente venden su electricidad a la red, podría abrirse un agujero del tamaño del que deja una bomba nuclear en el suministro energético.

En ese caso, los contribuyentes estadounidenses tendrían que pagar un alto precio por nuevas centrales eléctricas e infraestructuras de transmisión para compensar el déficit, lo que se sumaría a las tarifas que los centros de datos ya cobran a los consumidores y a las compañías de todo el país norteamericano.

Greg Poulos, CEO de un grupo de vigilancia de la PJM, ha indicado que uno de sus temas "de mayor prioridad" es cómo los centros de datos podrían repercutir sus costes en los consumidores y también si los acuerdos sobre centros de datos nucleares podrían reducir la fiabilidad de la red eléctrica.

La energía nuclear es "uno de nuestros recursos más fiables", ha defendido Poulos. "Estamos bajando un escalón en la fiabilidad".

 

Los operadores de las centrales, sin embargo, sostienen que los centros de datos son un príncipe azul para una industria que flaquea.

Enfrentadas a la fuerte competencia del gas natural barato, muchas centrales nucleares han pasado apuros financieros en EEUU en los últimos años. En 2022, Talen Energy se declaró en quiebra, de la que salió el año pasado tras deshacerse de una deuda de en torno a 2.500 millones de euros.

Al menos una planta nuclear comercial ha cerrado cada año desde el 2013, un declive que ha alarmado a los responsables políticos que ven la fuente de energía como clave para la descarbonización. 

Como parte de un plan de infraestructuras de 1 billón de dólares aprobado en el año 2022, la Administración Biden comprometió más de 5.500 millones de euros para salvar las centrales nucleares estadounidenses en riesgo de cierre.

Más allá de la opción nuclear

Por supuesto, no todos los centros de datos buscan la energía nuclear para aprovechar su independencia energética.

Swenson ha explicado que su empresa, Novva, está construyendo dos nuevos centros de datos a las afueras de Salt Lake City para una "empresa tecnológica del Fortune 500", que no ha querido identificar. Uno de ellos estará alimentado por un conjunto de generadores de gas natural capaces de producir unos 200 megavatios de electricidad.

"Con el tiempo conseguiré más energía de la red, pero podrían pasar unos años", ha explicado Swenson. "Así que, para que el cliente pueda empezar a trabajar, voy a utilizar gas natural".

El CEO de Novva ha asegurado que la energía nuclear no está cerca del emplazamiento de la organización en cuestión y que comprar suficientes unidades de almacenamiento en batería y energía renovable para alimentar las instalaciones sin emisiones de carbono habría costado cientos de millones de euros.

Los generadores de gas natural, ha matizado, son eficientes: el calor residual se utilizará para generar refrigeración para la instalación. Al estar in situ, casi no se pierde energía en la transmisión.

"Sigue siendo un combustible fósil, pero se pueden tomar muchas medidas para limpiarlo", ha afirmado Swenson. "Para las comunidades que nunca han tenido un reactor, el siguiente camino de menor resistencia es el gas".

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