El ritmo de las vacunas contra el coronavirus podría determinar si se necesitará o no un ciclo perpetuo de nuevas dosis para combatir las variantes

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  • A los científicos les preocupa que las vacunas no avancen lo suficientemente rápido como para evitar que surjan nuevas cepas cada vez más letales. 
  • Las nuevas variantes que puedan evadir las vacunas existentes podrían crear un ciclo en el que las personas necesiten seguir recibiendo vacunas contra el coronavirus durante años. 
  • Funcionarios de Reino Unido dijeron el pasado viernes que la variante identificada podría tener una tasa de mortalidad más alta que la original, aunque es algo "incierto".
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El lanzamiento de la vacuna contra el coronavirus ya va a contrarreloj: las nuevas variantes del virus se están propagando por todo el mundo y no está nada claro la eficiencia de las vacunas existentes contra estas cepas

Por el momento, parece que las vacunas son eficaces contra la cepa identificada en Reino Unido, llamada B117, pero la investigación preliminar sugiere que las vacunas pueden ser menos efectivas contra la B1351, la cepa identificada en Sudáfrica. 

"Es una razón más por la que deberíamos vacunar a tantas personas como sea posible", dijo el jueves Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EEUU. "Los virus no mutan a menos que se repliquen y, si puedes suprimir eso con una muy buena campaña de vacunas, entonces podrías evitar este efecto mortífero que podría derivarse de las mutaciones".

Pero el proceso está siendo muy lento en muchos países. Estados Unidos ha administrado más vacunas contra el coronavirus que cualquier otro país, pero hasta el viernes solo había distribuido aproximadamente 19 millones de dosis. 

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Esto está preocupando mucho a los científicos de todo el mundo, ya que el ritmo actual de vacunación podría dar tiempo a que surjan demasiadas cepas nuevas. Una situación que podría conducir a un escenario en el que los científicos deban actualizar las vacunas con regularidad. 

Michael Worobey, un biólogo evolutivo de la Universidad Arizona (EEUU), explicó recientemente a la BBC que la aparición de nuevas cepas de coronavirus podría ofrecer "un vistazo a un futuro en el que estaremos en una carrera armamentística contra el virus, algo que ya pasa con la gripe". 

También es posible que aparezca una cepa más mortal antes de que la mayoría de personas se vacunen. En ese caso, las vacunas contra el coronavirus pueden ser necesarias de forma rutinaria para los jóvenes, de forma similar a la vacuna contra la polio o el sarampión. 

El coronavirus podría parecerse al resfriado común

Las infecciones nasales duran más que los resfriados y requieren antibióticos.
Las infecciones nasales duran más que los resfriados y requieren antibióticos.

El futuro del coronavirus depende en gran medida de nuestra capacidad para controlar la transmisión rápidamente. Cuantas más personas desarrollen inmunidad, ya sea a través de infecciones naturales o vacunas, más rápido podría el virus alcanzar un estado endémico, es decir, circulará perpetuamente, pero ya no alcanzará picos de nivel pandémico. 

En un reciente estudio, investigadores de la Universidad de Emory y Pennsylvania sugieren que el coronavirus podría parecerse a un resfriado común que infecte a las personas durante la infancia.

Según el escenario más probable de ese estudio, los niños contraerían su primera infección por COVID-19, en promedio, entre los 3 y los 5 años. Casi todos los niños se infectarían antes de los 15 años. Dado que las infecciones pediátricas son generalmente leves, no habría necesidad de vacunar a los niños de antemano. Los bebés también podrían tener cierto grado de inmunidad al nacer. 

"Durante los primeros 6 meses de vida, o tal vez más si está amamantando, los niños tienen anticuerpos maternos de su madre, tanto del cordón umbilical como de la leche materna, por lo que hay una gran cantidad de tiempo durante el primer año más o menos de la vida en el que los niños no van a contraer una infección primaria", explica a Business Insider Jennie Lavine, autora principal del estudio.

Los investigadores estimaron que las reinfecciones serían aún más leves e incluso podría aumentar la inmunidad contra cepas de coronavirus relacionadas. 

Si las vacunas avanzan rápidamente, el virus podría llegar a ese estado endémico en entre seis meses y un año, según informa The New York Times.Fauci estimó recientemente que la vida podría volver a la normalidad en otoño si entre el 70% y el 85% de la población —en este caso estadounidense— estuviese vacunada a finales de verano. 

Pero, basándose en los patrones observados de otros coronavirus, el modelo de los investigadores sugirió que la nueva cepa podría volverse endémica en de 5 a 10 años. Sin vacunaciones rápidas, en otras palabras, los brotes podrían persistir durante algún tiempo

Actualización de vacunas para nuevas variantes

La Dr. Marina del Rios recibe la primera vacuna COVID-19 de Chicago en el Hospital Loretto el 15 de diciembre de 2020.
La Dr. Marina del Rios recibe la primera vacuna COVID-19 de Chicago en el Hospital Loretto el 15 de diciembre de 2020.

Las vacunas desencadenan la producción de anticuerpos específicos del virus, de modo que si las personas se exponen al virus después de ser vacunadas, esos anticuerpos reconocerán al virus y lo destruirán antes de que tenga la oportunidad de replicarse. 

En un escenario ideal, las vacunas protegerían contra las nuevas cepas del virus durante años. 

Pero a los científicos les preocupa que las nuevas variantes de coronavirus puedan ser lo suficientemente diferentes del original como para evadir los anticuerpos desarrollados en respuesta a las vacunas. Si esto sucede, es posible que los científicos deban modificar constantemente las instrucciones genéticas de las vacunas para vencer a las nuevas cepas. El proceso no es necesariamente difícil, pero significaría que las personas tendrían que vacunarse cada cierto tiempo para hacer seguimiento.

"Si alguna vez tenemos que modificar la vacuna, no es algo muy oneroso", dijo Fauci el jueves. "Teniendo en cuenta las plataformas que tenemos, podemos hacerlo".

Tener que vacunarse regularmente, algo que ya ocurre con la gripe, podría ser la nueva realidad para todo el mundo cuando más tarde la población en estar vacunada. 

Sin embargo, también es posible que otras capas de inmunidad protejan a las personas de las cepas emergentes. Los glóbulos blancos conocidos como células T y células B también recuerdan a los invasores extraños, a menudo durante periodos de tiempo más largos que los anticuerpos. Un reciente estudio sugiere que los pacientes recuperados de COVID-19 tenían una robusta inmunidad de células T y células B durante al menos 8 meses. Un estudio de SARS, que es causado por un coronavirus genéticamente similar, reveló que los pacientes recuperados tenían inmunidad de células T 17 años después de la infección. 

Una cepa más mortal podría hacer que las vacunas contra el coronavirus sean rutinarias

Un médico se prepara para administrar una vacuna en Sunrise Care Home en Londres.
Un médico se prepara para administrar una vacuna en Sunrise Care Home en Londres.

Al vacunar a las personas rápidamente, los funcionarios de salud pública esperan evitar el peor escenario: la aparición de una cepa más mortal. 

"Las cosas que debemos seguir buscando para evitar que esto se convierta en algo endémico que no requiere vacunación sería si de alguna manera el virus mutara de un modo en que las infecciones en la infancia se volvieran más graves", dijo Lavine.

En ese caso, agregó, todos los jóvenes necesitarían recibir vacunas antes de contraer su primera infección por coronavirus. 

Ya existe alguna que otra evidencia de que la cepa de Reino Unido podría ser más mortal que la original. Patrick Vallance, principal asesor científico de Reino Unido, informó el pasado viernes de que la nueva variante podría tener una tasa de mortalidad hasta un 30% superior en algunos grupos de edad, aunque la evidencia sigue siendo "incierta". 

Sin embargo, la buena noticia es que las vacunas parecen funcionar contra esta nueva cepa. 

"Por lo que hemos visto hasta ahora, las variantes descritas no alteran la capacidad de neutralizar los anticuerpos provocados por la vacunación para frenar al virus", explica el director médico de Moderna, Tal Zaks, en la conferencia JPMorgan Healthcare a principios de este mes.

Pero esto solo hace que la tarea de vacunar a más personas sea todavía más urgente. 

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